Materia oscura: Quid pro quo

Emmanuel Alcalá A las 2:00 a.m. Guillermina se levanta con una idea persistente. Tardó tiempo, entre sueños, en decidir si era algo real o no. Ha escuchado su nombre de la voz de su hija. Sentada en el filo de su cama, sumida en la oscuridad densa de la somnolencia, se da cuenta que otra vez su esposo no llegó a dormir, “se fue de putas”, piensa. Cruza a tientas su dormitorio, descalza, sin sentir el frío del piso, espera en la sala y aguza el oído. En el centro,…