Irene

Livier Fernández Topete Escudriñé en la memoria, pero no encontré señales en las noches de pijamadas que me permitieran recordar su último deseo, me impactó su cuerpo llagado, solitario e inerte en aquel cuarto de servicio, cualquiera hubiera imaginado (incluida ella) que acabaría entre sábanas de seda y cama marmoleada; pero no, no encontramos sus ropas finas, entre prendas simples y baratas, una camisa de rayas rojas y azules, botones grandes y textura suave, se la pusimos, le cambiamos el pañal y vestimos la parte inferior con un pants negro,…