25 Instantáneas de Luis Armenta Malpica o El tiempo en que se fichaba a diez centavos la pieza

Héctor Alvarado Díaz

1. ¿Valoras el silencio?

Sí, cuando se trata de la pausa entre algo que se crea, y no el posterior a una hecatombe.

2. ¿La tradición o la ruptura?

Ambas, siempre entrelazadas, como las manos que sostienen lo que hacemos o que, incluso, nos sostienen.

3. ¿Al traducir vives en el texto del otro?

Hace mucho que no traduzco más allá de lo que dicen que se dijo y lo que entiendo. En todo caso, si regreso a la traducción buscaría no apropiarme el texto ajeno sino ser una visita grata, una mejor pareja.

4. ¿Se agota el poeta? ¿Se agota el poema?

El poeta es el único capaz de agotar sus poemas o de agotarse con ellos. Los poemas son inagotables porque ya no dependen del poeta, ni siquiera de un lector. Pueden permanecer como una puerta o un espejo el tiempo necesario para que llegue algún curioso y los reanime.

5. ¿Qué música escuchas?

En este momento, gospel.

6. ¿Te sumerges en las aguas de la memoria?

Me sumerjo en la vida; la memoria es la parte más elusiva de mi buceo, la que más me atrae y pierdo cuando salgo del agua.

7. La poesía ¿casa con muchas habitaciones?

A veces un gran salón de fiesta, y otras el cuarto de lavado.

8. ¿Escondes algo?

Es más lo que escondo que lo que muestro, de allí que escriba.

9. ¿El deseo siempre gravita?

Lo prefiero cuando en su gravedad toca los cuerpos o los hace soñar. Yo dejaría la frase en “el deseo siempre”.

10. ¿Te hubiera gustado tener otro oficio?

Sí, la arqueología o la antropología siempre me han llamado la atención, o alguna ciencia que estudie lo molecular o la vida marina.

11. ¿Te abruman las lecturas pendientes?

La lectura nunca es un pendiente para mí; mucho menos algo que me abrume.

12. ¿Qué o quién te inició en la poesía?

La admiración y la interrogación son los padres a quienes puedo achacar esta necesidad de leer poesía, más que de hacerla.

13. ¿La unidad poética ante todo?

No, la coherencia emocional, que es la honestidad más allá del poeta.

14. ¿Cuándo estás satisfecho con la obra que traduces?

Nunca estuve satisfecho, por eso dejé de traducir.

15. ¿Puedes con la violencia?

Es más probable que me vuelva un ser violento a que soporte la violencia. Si te refieres al mundo que vivimos, lo que no soporto es la injusticia.

16. ¿Qué tan importantes las otras artes?

Tan importantes como los derechos humanos, la legalidad y tantas aspiraciones humanas que, por ahora, parecen secundarias ante la impunidad, la corrupción, la intolerancia o la violencia generalizada.

17. El Covid-19 se ha llevado a demasiados artistas…

 demasiada gente. La mayoría de los artistas viven en una situación precaria, así también la gente de otros oficios mal pagados, lo que debería hacernos pensar en los otros más allá de la adquisición de poder o del enriquecimiento. Pensar en la salud de un país y no en estadios de beisbol, pero esto es regresar a las preguntas anteriores.

18. ¿Qué tal eres con la tijera de la corrección?

Más que un instrumento punzocortante preferiría un marcador: que sea el autor quuien decida, con base en lo que yo sugiera, qué revisa, corrige o elimina.

19. ¿Buscas la imagen perfecta?

Busco la emoción más cercana a la real; la imagen es un elemento más en el poema, no la finalidad del texto.

20. ¿La edición te ha traído enemistades?

La edición ha puesto en el lugar exacto a mis amigos y enemigos. Antes tenía menos enemigos, pero también menos amigos.

21. ¿Has abandonado algún proyecto en progreso?

Dejé la carrera de música y abandone el ballet hace muchos años. Desde que estoy en el oficio de la edición y en la literatura no he abandonado proyectos; los pospongo, tal vez, pero nunca los dejo.

22. ¿Cómo vives el encierro?

No quisiera sonar misántropo, pero lo vivo bastante bien, incluso con muchos momentos de felicidad suprema. Aunque extraño a la familia, la cercanía física de algunos amigos, los viajes y encuentros literarios, que no se comparan ni me llenan igual que por redes sociales, mi esposo y mi casa son un mundo completo para mí, un universo que sigo descubriendo y disfrutando ahora como hace treinta años.

23. ¿El mejor país del mundo?

Pese a sus gobernantes, políticos y millones de ciudadanos, México.

24. ¿Aún existe la censura?

Lo políticamente correcto es una forma de censura, así que ahora es más evidente que existe.

25. Al final ¿qué es lo importante?

Lo importante no es cómo empezamos o finalizamos algo, sea un libro, una casa o nuestro comportamiento hacia los demás, sino esos detalles que lo hacen posible y (nos hacen) mejor(es).



Luis Armenta Malpica (Ciudad de México, 1961)

Poeta, ensayista, editor y director de Mantis editores. Fue acreedor del Premio de Poesía Aguascalientes (1996), Premio Nacional de Poesía Ramón López Velarde (1999), Premio Nacional de Poesía Efraín Huerta (1999), y el Premio Nacional de Poesía José Emilio Pacheco (2011). Debido a su labor editorial recibió la Pluma de Plata, otorgado por el Patronato de las Fiestas de Octubre, en 2006.

Autor de los poemarios: Voluntad de la luz (1996), Des(as)cendencia (1999), Ebriedad de Dios (2000), Luz de los otros (2002), Ciertos milagros laicos (2002), Mundo Nuevo, mar siguiente (2004), El cielo más líquido (2006), Cuerpo + después (2010), Götterdämmerung (2011), El agua recobrada, antología poética (2011), Envés del agua (2012), Papiro de Derveni (2013) y Llámenme Ismael (2014), entre otros.

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