Aborto en la escuela o el ruido de la carne

Mariano Paul

“En estos sitios
en los que toda la realidad se convierte en aullido y se
expulsa a sí misma
ocurre algo.”
Kathy Acker

La Visión

“Enséñame un nuevo lenguaje, subnormal. 
Un lenguaje que me diga algo.”
Kathy Acker

Aborto en la escuela fue declarada indecente en la ciudad de Wellington Nueva Zelanda en 1984. Básicamente se le consideraba una obra de méritos dudosos que parecía no desarrollar una historia y que por lo tanto su sexualidad parecía gratuita. A pesar de ser tachada de ilegible y complicada y de poco interés para el público juvenil.

De entre los títulos que también fueron confiscados destacan: Cómo matar de Jon Minnery y Armas improvisadas del underground norteamericano de Desert Publications.

Kathy Acker murió en la ciudad de Tijuana de cáncer el 30 de noviembre de 1997. De alguna manera su escritura siempre estuvo ligada a la corporalidad: a sus humores, sus excesos, sus flujos y sus inscripciones. Fascinada por su movimiento y transformación practicó el físicoculturismo.  También relacionada con el movimiento punk feminista Riot Grrrl. Y vía los L=A=N=G=U=A=G=E poets y Sylvère Lotringe con la filosofía francesa como el estructuralismo y el postestructuralismo.

En sus inicios más poeta que narradora. Posición frente al mundo y el lenguaje que ya no abandonaría. Aborto en la escuela es un obra extraña. Cuya misma extrañeza e ilegibilidad aunadas al mito que Acker fue diseminando de sí misma en el espacio público han contribuido a un flujo libre y disperso de sus sentidos, significados y mensajes.

Tácticas de lectura

“Se acabaron los jueces, sólo
quedan ladrones, asesinos,
rebeldes”
Kathy Acker

Una lectura posible de Aborto en la escuela, en clave feminista, es el fracaso del deseo y la voz femenina por escapar de la cultura patriarcal: el espacio carcelario de la mujer. Janey repite los mismos sentimientos y relaciones del nudo inicial cuando tiene relaciones incestuosas con su padre y está enganchada a él porque le ofrece protección y placer. Así sucederá cuando se enamora de su captor y tratante de blancas Mr Linker o de Jean Genet o de Tommy el terrorista intelectual.

Esta escritura podría ser un ejercicio sin sentido o por el contrario un experimento más o menos improvisado y caótico pero guiado por conceptos precisos. Y tiendo a pensar que tal como lo menciona Kathy Acker entrevistada por Rebecca Deaton, se trata de una apuesta más conceptual que visceral, y que por lo tanto toda esa violencia viajaba filtrada por una serie de ideas y preocupaciones.

Con Aborto en la escuela quería realmente aturdir. La estructura del libro. Eso era lo que realmente me interesaba. Quiero decir, hay gente que lee mis libros y ve las escenas sexuales y ya está, y eso está bien. 

Para la crítica feminista de corte materialista el aporte de esta obra es describir las estructuras e instancias que controlan el deseo femenino y sus representaciones. Así como una crítica al optimismo setentero de la literatura femenina de liberación sexual tipo Miedo a volar de Erica Jong.  Es decir, hay autoridades y estereotipos que limitan la libertad de la mujer, y la libertad sexual también se ha convertido en una mercancía y una exigencia antes que un derecho.

HOLA, SOY ERICA JONG. A TODOS USTEDES LES GUSTÓ MI NOVELA MIEDO A VOLAR PORQUE EN ELLA CONOCÍAN A GENTE DE VERDAD. GENTE QUE AMABA Y SUFRÍA. MI NOVELA MOSTRABA PERSONAS REALES. POR ESO LES GUSTÓ. TÚ Y YO. TODOS SOMOS REALES. ADIÓS. ¿CREES QUE EL ALCOHOL, EL SEXO LA COCA LA BUENA COMIDA SON PUERTAS DE LA CÁRCEL? COMO MÁXIMO AMNÉSICOS TEMPORALES. NECESITAMOS LA AMNESIA COMPLETA. ¿QUÉ ESTABA DICIENDO? AH SÍ. ME LLAMO ERICA JONG…ME GUSTARÍA MÁS SER UN BEBÉ QUE TENER SEXO.

El uso de mayúsculas junto con variaciones en tipografía y tamaño exploran el espacio blanco de la página

También podemos leer Aborto en la escuela atendiendo no tanto a las partes realistas sino a los cortes y dislocaciones: al montaje. Para la crítica postestructuralista el gran aporte de Acker es la demolición del edificio realista y su reensamblaje hecho de castillo, cemento y armazón filosa sin aplanar, donde pueden sentirse cada bloque por separado, en un desconcertante espacio protuberante de voces y ruidos, cada uno clamando por atención, detenido en su singularidad o extrañeza.

El postestructuralismo con enfoque feminista ve en la apropiación y reescritura de tramas como El diario del ladrón de Jean Genet, La letra escarlata de Nathaniel Hawthorne o Miedo a volar de Erica Jong una forma de consumo crítico frente a la cultura hegemónica. Y la fragmentación y discontinuidad del montaje una resistencia a todo esencialismo que teóricamente al desviar la atención sobre la definición de lo femenino e insistir en su carácter convencional, ficticio, apoyado por relatos e imágenes, dotaría al movimiento de un relativismo táctico para ampliar sus causas y frentes de lucha.

Para la crítica feminista materialista el montaje fragmentario y discontinuo y el efecto de extrañamiento y shock son una alegoría de la descomposición física y psicológica de Janey. 

Si la leemos como una novela bajo una lupa punketa pensaremos que se trata de un grito y una mueca rabiosa y dislocada en el corazón putrefacto de la sociedad norteamericana. Un gesto excesivo y violento contra el puritanismo y el cálculo burgués, contra el clasicismo de la academia y su culto a la unidad y la originalidad. Y una búsqueda de una forma auténtica y libre de vida en el exceso y la delincuencia.

Magma

“Si dios existe es
torcimiento y locura.”
Kathy Acker

Aborto en la escuela mediante la técnica del collage y el montaje explora mecanismos más sutiles de control social encarnados en nuestros hábitos de lectura, atención, goce y en nuestras expectativas.

Golpéame, atúrdeme con tu enciclopedismo y hermetismo y tu experimentación. Golpéame Señor narrador, pero enséñame algo. Azóteme Señor narrador pero no me deje en la incertidumbre, yo sólo quería leer y ser mejor persona y entretenerme un rato. Yo sólo deseo seguirle hasta el final.

Siguiendo a los  L=A=N=G=U=A=G=E poets, para Acker la narración y la representación son el estilo más enajenante pues reproduce todos nuestros condicionamientos: el pragmatismo burgués de encontrarle una utilidad a todo, las relaciones autoritarias de alguien que habla y otro que escucha, la pasividad del lector y su búsqueda de fuga y entretenimiento. 

La estética negativa de Aborto en la escuela juega constantemente con las expectativas del lector no sólo para evidenciar cómo el lenguaje ordena la vida social o cómo nuestra experiencia vital está ligada a la narración, sobre todo la complicidad del lector con un conjunto de normas y presupuestos culturales. 

Escribe bien, no interrumpas la historia, llévanos hasta el final, le dice el lector a Acker. Enséñanos algo. Diviértenos. Llévanos de puntitas hasta la explosión de la epifanía. La escritura de Aborto en la escuela puede llevar a la exasperación, la frustración y la decepción, y hasta la repulsión. De manera que nos confronta con nuestros límites y presupuestos y con una extraña sensación propiciatoria de que algo más está pasando.

No hay nada más seductor y excitante que un cuerpo semi cubierto, parecería decir Acker.  Es ir contracorriente del erotismo imperante. Bajo esta lectura el realismo o cierto tipo de realismo son la verdadera pornografía. 

La escritura de Aborto en la escuela al ser fragmentaria y discontinua puede leerse de múltiples maneras. Si bien se desarrolla el aprendizaje violento y fatal de Janey a la manera del Bildungsroman, la realidad es que el lector es sometido a cortes violentos en la narración, al extrañamiento en lugar de la identificación y la catarsis, al sin sentido, a la repetición ad nauseam de un verbo y secuencias de palabras que echan a andar el dispositivo verbal Janey. 

Sangre y tripas en el colegio
No conozco otra cosa
Padres profes novios
Tienen que desaparecer

Si bien la ruptura de Kathy Acker con Peter Gordon, su pareja por 6 años, pudo haber sido reescrita en la separación de Janey y su padre, el mismo desarrollo cada vez más violento y masoquista de sus amoríos, un cierto ritmo y una sintaxis más visual que verbal nos advierten del cese de la ilusión realista, la mente estalla sobre la piel y nos vemos conducidos a otros lenguajes y maneras de hacer sentido y significado.

Kathy Acker, Aborto en la escuela (1978) Manuscrito original (se aprecia la técnica cut and paste). Kathy Acker Papers, David M. Rubenstein Rare Book & Manuscript Library, Duke University.

No puedo afirmar que estos experimentos de lenguaje fueran una suerte de escritura femenina irracional más interesada en transmitir ritmos e intensidades y tonos en lugar de significados, como esos códigos extraliguisticos que los niñxs emplean para comunicarse antes de entrar al mundo del significado y que la filosofa Julia Kristeva en La revolución del lenguaje poético lo relaciona con la poética espacial descubierta por Mallarmé, y una cierta sensibilidad propia de la interacción madre-hijx.

Lo poético no está en cualquier cosa que pudieran significar las palabras sino en la demora en su materialidad, en su ritmo y consistencia. Una experiencia anterior a la intención y la producción de significado pero ciertamente relacional y significativa.

Pero siento que dado el temperamento radical, iconoclasta y punketo de Acker la verdad es que no creo que haya querido decir nada y que estaba más fascinada por el experimento estético, social y político de los efectos de su lectura.

Tal vez pueda dar la impresión de que está contando una historia sobre una obsesión y un extraño aprendizaje motivado por una reflexión sobre un atributo infantil y domesticado de lo femenino, pero lo cierto es que Aborto en la escuela fue pensado primero como un libro de arte cuya materialidad y diseño eran parte de esa orgiástica y desgarrada escritura.

Al final el golpe que ha dado Kathy Acker sobre la técnica realista ha estrellado la obra. Vidrio molido. Estática y ruido enredándose entre el deseo de sacar algo en claro de los fragmentos de la historia de abyección de Janey, los dibujos extraños que parecen ser paralelos a la historia aunque casi siempre disonantes o entre unos apuntes sobre su aprendizaje de persa o la fábula de la negrura, la nieve y el oso. Un magma proteico que desborda la contención de la última palabra.

Mapa de mis sueños. Dibujos a mano que podrían ser o no una variación de la trama principal en clave de fábula.

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