Cacerolazo internacional por Colombia en Morelia

Eduardo A. Chávez

Con cacerolas y cucharas en mano, gaitas, tambores y bailes, se llevó a cabo el #CacerolazoInternacional organizado por una comunidad de colombianos en Morelia. La manifestación, replicada en distintos lugares del mundo, fue convocada con la intención de mostrar el apoyo que desde afuera se brinda al Paro Nacional en Colombia, una serie de movilizaciones que ha articulado la protesta contra el presidente en turno Iván Duque, cuyo gobierno ha desestabilizado los Acuerdos de Paz firmados con las FARC en 2016 y ha implementado un paquete de reformas para aumentar la edad de jubilación, incumplir las medidas de salario mínimo y reducir el financiamiento a las universidades públicas.

La manifestación ocurrió el pasado martes 26 de noviembre en la calzada Fray Antonio de San Miguel (en el extremo opuesto del lugar en el que está instalado el Caña Fest 2019) y convocó a poco más de una veintena de manifestantes, casi todos ellos colombianos. Durante más de dos horas corearon “arengas” (consignas a ritmo de tambor) como: “El pueblo no se rinde, ¡carajo! El pueblo no se rinde, ¡carajo!”, que, en una extraña ironía religioso-política del momento latinoamericano actual, sólo fueron interrumpidas por una procesión que se dirigía al templo de San Diego con una imagen de la Virgen María a cuestas.

Viviana, una de las manifestantes, relata que las movilizaciones pacíficas que se han organizado en Colombia desde el pasado jueves 21 de noviembre (día del Paro Nacional), son una respuesta de la sociedad a las “medidas regresivas y lascivas del gobierno de extrema derecha del señor Iván Duque”. Destaca que una de las que más les preocupa es el “incumplimiento sistemático y el destrozamiento que están haciendo del Acuerdo de Paz, con el que pretenden volver a la guerra fratricida que ya había tenido un cese”, lo cual ha generado una grave crisis de derechos humanos en el país.

Aunque la historia del conflicto armado en Colombia es larga y compleja, es importante destacar que el ex presidente Juan Manuel Santos firmó en 2016 (La Habana) una serie de Acuerdos de Paz entre el Estado y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), autodenominado “Ejército del Pueblo”. En el proceso de negociación se estableció un cese definitivo del fuego por ambas partes, así como la entrega de las armas por parte de los guerrilleros y su reincorporación progresiva a la vida civil, incluso abriendo la puerta a que el grupo insurgente conformara un partido político.

Otros temas de gran preocupación que han movilizado a la población colombiana, dentro y fuera del país, han sido las políticas económicas y sociales de Iván Duque. Con respecto a las primeras, destacan las reformas fiscales y tributarias que “desmejoran las ya precarias condiciones de trabajo, especialmente para los jóvenes, porque se quiere que trabajen con menos del salario mínimo, incluso los profesionales”, señala Viviana. A esto añadió la propuesta de reforma para pensiones del gobierno en turno en el que “se aumenta la edad de jubilación y no garantiza el acceso a una pensión justa”. En materia social, los movimientos estudiantiles han organizado manifestaciones constantes en contra de la “desfinanciación de las universidades públicas”; el 10 de octubre se tenía un registro de 80% universidades en paro indefinido exigiendo más presupuesto en este rubro.

“La respuesta ante todas estas inconformidades ha sido que la gente se ha movilizado pacíficamente, han salido cada noche, a los cacerolazos, marchas, plantones. La respuesta del gobierno ante eso ha sido enviar al Escuadrón Móvil Anti Disturbios (ESMAD), que es un escuadrón de choque, entrenado para situaciones extremas, que ha boicoteado las manifestaciones y ha generado actos vandálicos para tener una excusa para reprimir a la población”, aseguró Viviana. Hace unos días, Carlos Holmes Trujillo, ministro de defensa, informó sobre un saldo de tres fallecidos y 273 heridos en las movilizaciones del Paro Nacional. Sin embargo, en las últimas horas se registró el fallecimiento de Dilan Mauricio Cruz, joven gravemente herido por el ESMAD, y el suicidio de un soldado que habría manifestado su apoyo al Paro Nacional, razón por la cual habría recibido presiones e intimidaciones.

“Eso ha llevado a que la gente siga con este dolor y se mantenga en las calles. Y aquí en Morelia, como en todo México y en otras partes del mundo, estamos movilizándonos para apoyar a nuestros compatriotas, para decirles que estamos preocupados por la situación y que no estamos indiferentes ante lo que están viviendo allá”, concluyó Viviana.

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