Conflicto en Secum, dos versiones

Caliche Caroma

Yunuén Caballero Bautista, escritora y promotora cultural, hizo una denuncia vía redes sociales en la que da cuenta del maltrato recibido de parte de una servidora pública, en esta publicación de Facebook acusa a Yuritzi Hernández Rodríguez, titular del departamento de Recursos Humanos de la Secretaría de Cultura de Michoacán (Secum), de prepotencia y una actitud burlona para su persona, situación generada en una de las oficinas de esta institución estatal. Se presentan aquí ambas versiones, la de Caballero Bautista y la de la funcionaria de la dependencia cultural, ambas entrevistadas por el-artefacto.  

Todo sucedió el 13 de febrero de 2020 en las oficinas de la Secum ubicadas en Santos Degollado esquina con Bulevar Arriaga Rivera, colonia Nueva Chapultepec de Morelia. Yunuén Caballero Bautista dio a conocer que trabajó durante quince años en la Secum, adscrita al departamento de Atención a la Diversidad Cultural como promotora cultural, necesitaba una constancia o documento que diera cuenta de los años que fungió como empleada estatal, con este fin acudió a la dirección antes mencionada para que le expidieran el comprobante laboral.

Habla Yunuén Caballero Bautista: “Pues fui a solicitar una constancia que dijera que trabajé en Secum, primero me dijeron que sí, que regresara en unos minutos, cuando regresé me explicó una chica que no se podía elaborar (el documento) así que le pedí hablar con su jefa. Yuritzi Hernández Rodríguez me vio desde que llegué y pasó una hora más para que me recibiera, de malas, en la oficina me dijo que no me daría nada y al preguntarle por qué, empezó a decirme que no trabajaba yo ahí y que no me daría la constancia por eso, quise preguntarle que cuál era el procedimiento y no dio más explicaciones; el problema no es que no se pudiera, es la actitud burlona de hazle como quieras. No me dejaba hablar, le comenté que ya había sido grosera conmigo hace un año cuando terminé las labores con Secum, que trabajé ahí mucho tiempo, que me dijera, por favor, cómo podía comprobarlo, se enojó y me dijo que no le repitiera lo de hace un año, que me fuera de su oficina y que conmigo no iba a hablar más”.

Continúa la exempleada de Secum y también promotora de la lectura: “Salí de la oficina y le pedí a otra secretaria si me podía recibir la delegada administrativa, detrás de mí salió ella (Yuritzi) a decir, delante de todos, que yo era una persona muy agresiva, que llamaran al poli o a seguridad para que me sacaran del edificio. Todos estaban sentados, nadie hizo nada, yo me senté en la sala de espera y ella seguía pidiendo que llamaran al policía. Le dije que qué pena que se sintiera agredida, que me disculpara si así la había yo hecho sentir. Y seguí esperando. Antes de que me recibiera, entró ella con la delegada y luego me hicieron pasar estando las dos presentes. Le comenté a lo que iba y me explicó el procedimiento que era todo lo que quería saber. Y le dije a la delegada que era muy difícil dialogar con Yuritzi”.

Termina Yunuén Caballero con la exposición de lo sucedido y una reflexión sobre este conflicto: “No es posible que se trate mal a nadie, son servidores públicos, y si es contra mí, debería aprender a ser institucional y ponerse en su papel de trabajadora. Es su tarea mediar y solucionar, no mandar las cosas al carajo así de fácil. Le comenté a la delegada el trato que había recibido no era justo y a las dos les dije que iba a hacer público el maltrato”.

Responde a estos señalamientos la titular del departamento de Recursos Humanos, Yuritzi Hernández Rodríguez, acompañó como testigo la secretaria de la delegada, Natalia Hernández Rodríguez (ellas registraron el audio de la entrevista para que no hubiera tergiversación de lo declarado): “Su versión de una hora esperando, la verdad no sé cuánto estuvo afuera, nosotros atendemos a todas las personas que vienen aquí, teníamos gente esperando, no podía demeritar a las otras personas que estaban antes que ella. Sin embargo, mis asistentes le dieron la información, uno de ellos vino y me pidió si le podía generar la constancia, a lo cual dije que no, porque la persona ya no está laborando con nosotros. Una constancia laboral indica que todavía estás laborando con nosotros, no es una constancia laboral lo que ella vino a solicitar”.

Son las cinco de la tarde, Hernández Rodríguez prosigue con su derecho de réplica: “Mi asistente le comenta, le da la información. Me informa uno de los chicos que está acá afuera conmigo (de la oficina) que empezó como a querer conflictuarse con mi asistente, él le dice, sabes qué, no te metas en problemas, deja que pase con Yuri y que ella le explique el motivo por el cual no se le puede ayudar. Terminé de atender a las personas, no sé cuánto tiempo pasó. Le dije que se pasara. Se pasa. Me pide la constancia laboral. Le digo, mira una constancia laboral es para una persona que todavía está laborando con nosotros. En ese momento no me dejó continuar con la información, ella comenzó a sacar temas del 2018. Yo estoy aquí desde noviembre del 2018, por tanto, no tuve conocimiento hasta que revisé su expediente. Le comenté que esos temas son aparte. Se puso un poco molesta y agresiva. Entonces, como es una oficina que está cerrada, pues yo no puedo recibir a alguien de esa manera, por mi seguridad, porque soy funcionario público y estoy para atender a todo el mundo, pero también en el pedir está el dar. Le dije, sabes qué, yo lo único que te voy a pedir es que, si no te puedes tranquilizar, mejor te retires para que no nos estemos conflictuando, porque estás muy agresiva”.

“Cuando salió, continuó diciéndome cosas que la verdad no le quise entender, o no le entendí, tenía otras cosas que hacer. Yo dije, ahí va a terminar. Solicitó una cita con la delegada. Le repetí, sabes qué, si no te puedes controlar si te voy a pedir que te retires, o te retiras o llamamos a alguien que te saque porque estás muy agresiva. Se tranquilizó, esperó a que mi jefa la atendiera. Conversamos (con mi jefa) antes de la información que se podía proporcionar como funcionarios. Entonces acordamos decirle de qué manera puede solicitar el documento, que no es a través de nosotros, es a través de la Dirección de Pensiones Civiles o la de Dirección de Recursos Humanos del Gobierno del Estado de Michoacán”.

Y con esto cierra la servidora pública: “Pasó la señorita, por seguridad de nosotros tuvimos la puerta abierta, para que no se prestara a que dijera una falsedad de nosotros. Se le proporcionó la información que necesitaba. Posteriormente en cuanto salió, nos volvió a amenazar. Lo dejamos así, porque en el departamento de Recursos Humanos esto es un gaje del oficio. Tratas de seguir la normatividad, la ley de responsabilidades, no hacer daños al erario público, ni nada de responsivas que puedan ocasionar un daño al gobierno del estado. Se siguen todos los lineamientos, incluso le hice extensivo el conflicto al personal que está aquí. Si tú vienes e indagas con el personal aquí, para limpiar mi buen nombre, me ha costado años de servicio, te puedo decir que puedes preguntar a todo el personal la manera en que yo me conduzco. Me conduzco de una manera profesional y siempre cuidando las formas, por lo mismo no tolero aquí a gente agresiva, a gente conflictiva y que venga a amenazarme. Esta oficina está y seguirá abierta para todas las personas que vengan, esto aquí de siete de la mañana a ocho de la noche”.

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