El juego del alma

Gerardo Pérez Escutia

Javier Castillo (Málaga, 1987), es un joven escritor español especializado en thriller y novela negra. A pesar de su juventud ya tiene un lugar consolidado en el medio literario especializado en estos géneros, pues acaba de festejar las ventas de más de un millón de libros con sus tres primeras obras publicadas, de las cuales ya reseñamos en esta columna la inquietante novela El día que se perdió la cordura (2017), que siendo su primera novela, tuvo un éxito inusitado de ventas, a esta obra siguieron: Todo lo que sucedió con Miranda Huff (2019), La chica de Nieve (2020) y El juego del alma (2021), esta última novela es de la que hablaremos en esta entrega del Bufete Negro.

Ubica sus historias en grandes ciudades, principalmente de Estados Unidos, lo que le da un sabor cosmopolita a sus novelas, más allá de cierto localismo al que nos tenían acostumbrados algunos escritores de novela negra de generaciones anteriores. Esto implica un gran riesgo, ya que se necesita una gran atención a los detalles, ambientes y cultura ajenos para así darle cuerpo, verosimilitud a la historia ante los ojos de cualquier lector avezado. De esta manera construye una novela que nos seduce, nos engancha con su trama y personajes. 

Javier Castillo

En Queens, Nueva York, en los barracones de un fuerte militar abandonado, es encontrado el cadaver de Allison Hernández, una adolescente reportada previamente como desaparecida, el crimen tiene tintes macabros pues aparece “crucificada”, lo que de inmediato da pie a que surjan diversas teorías sobre quién o quiénes cometieron este acto espantoso.

Ben Miller es el encargado de la investigación, está adscrito a la unidad de personas desaparecidas del FBI, al haberse encontrado el cuerpo de Allison, su trabajo en el caso concluye, sin embargo, hay varios indicios y similitudes en este crimen con un caso no resuelto de nueve años atrás, lo que hace que continúe obsesivamente en la búsqueda de los culpables pues tiene la sospecha fundada de que ambos casos están relacionados.

Ben está próximo a jubilarse y además carga sobre sus hombros la pena y la culpa por la desaparición de su propio hijo Daniel 30 años atrás, evento que marcó su vida, destrozando su relación de pareja y revistiendo obsesivamente cada uno de sus casos, ya que en ellos busca exorcizar los demonios de la culpa por su hijo desaparecido a los siete años de edad.

Miren Triggs, es periodista de investigación y escritora, hace nueve años se vio reporteando y escribiendo sobre la desaparición de Gina Pebbles en la misma zona en donde desapareció Allison. Durante una firma de libros, recibe inesperadamente un sobre con una foto de una supuesta Gina (a quien nunca se localizó) y es inevitable para ella, ligar este caso con el reciente de la desaparición de Allison. 

Miren, a pesar de ser una exitosa escritora, es una mujer solitaria incapaz de tener una relación íntima con ninguna pareja, vive aislada y traumatizada por una violación tumultuaria sufrida años atrás: la aparición de la foto Polaroid revive sus viejos fantasmas y se aboca a investigar nuevamente el caso no resuelto, reviviendo sus viejas heridas.

Jim Schmoer es profesor de periodismo y bloguero, un idealista que busca inculcar en sus alumnos una ética inquebrantable de trabajo frente a los políticos y el poder en general, aunque sabe que esto es una batalla perdida, como Sísifo lo sigue intentando día a día. En su blog trata diversos temas y es muy popular en el medio, inesperadamente recibe un mail con una foto de la joven asesinada (Allison) cuando aún no se saben mayores detalles del crimen, como también se vio envuelto en la investigación periodística de años atrás de Miren Triggs (Jim fue su maestro y amigo), le es inevitable buscar la relación entre el viejo caso no resuelto y este nuevo crimen. 

Estos tres atormentados personajes, unidos por una tragedia, son el eje rector de esta trepidante historia. La novela se desarrolla en un lapso de cuatro días: del 23 al 26 de abril de 2011 y cada uno por su lado irá armando un rompecabezas siniestro para descubrir quien está atrás de los dos casos.

El autor nos brinda una historia muy interesante que cumple con todas las expectativas de una excelente novela negra: hay un crimen enigmático e impactante, un misterio que hunde sus raíces en una comunidad muy religiosa, una secta con tintes fanáticos y parafernalia ocultista, personajes complejos, atormentados, pero también redondos, bien construidos y por lo tanto, totalmente creíbles, ya que cruzan sus vidas y se entrelazan en la investigación para desvelar el misterio central.

Se podría pensar que ya hay muchos libros que hablan sobre sectas y abusos de miembros de iglesias principalmente a jóvenes, sin embargo, tristemente sabemos que la realidad es terca y supera en muchas ocasiones a la ficción, para ello hay muchos ejemplos, por eso cada historia que habla de estos temas es necesaria, ya que pone el dedo en la llaga, y nos muestra una de las más facetas más siniestras de la condición humana.

En este caso particular, lo hace con una prosa limpia, directa y bien documentada, pone en nuestras manos una novela totalmente disfrutable, en la que sorprenden los giros inesperados de la trama que nos sorprenden a cada momento, todo ello en el marco de una desolada descripción de los suburbios en un Nueva York desencantado y triste.

Los invito a leer esta interesante y adictiva novela.

Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente representan la opinión de el-artefacto.

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