La libertad interna o la reflexión sobre “un agujero exiliado de la sociedad”

Raúl López Téllez

No quedarse en la denuncia, sino plantear una reflexión al “encontrar en un lugar común, un agujero, un lugar exiliado de la sociedad”, es el camino que llevó a La libertad interna para su director, Porfirio López Mendoza (Guadalajara, 1990), cortometraje con el que ganó la Sección Michoacana en el 19 Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM).

Un profesor de filosofía comparte un curso con internos en un anexo de Uruapan, sitio y transcurrir que se ambienta preguntas como “¿qué hice mal que perdí mi libertad?” o reconocer que “el otro también tiene conocimiento, el otro también sabe” para intentar un “criterio dialógico”, es el núcleo de la historia de La libertad interna (2021), cuarto trabajo de López Mendoza después de un trabajo de ficción, Yo también (2015). De los otros, reconoce el realizador, “unos me avergüenzan”.

Porfirio López Mendoza

Entrevistado para el-artefacto, López Mendoza señala que la visión acerca de los anexos, le representaron “aprendizaje, el encontrar en un lugar común, un agujero exiliado de la sociedad” y que a la vez, dice, son los únicos sitios, con todas sus debilidades y riesgos, que están cubriendo “un hueco” respecto a la rehabilitación de las adicciones y se constituyen en una esperanza tanto para los internos como para sus familiares, fenómeno ante el que señala, “las autoridades no están haciendo nada”.

El aprendizaje, dice el joven realizador, también lo fue en el sentido de ir más allá de la denuncia, ya que la intención “era clavarse en una clase de filosofía”, donde a partir de las lecciones del maestro, los internos-alumnos reflexionaran sobre su situación vivencial, aspecto del que dice, “aprendí más” que del exponer las difíciles condiciones materiales en que transcurre el confinamiento.

-¿Cuál fue el mayor logro con La libertad interna?

“Me deja satisfecho, pero tuvo que terminar así, en un lugar donde entra y sale gente, no había un personaje en el cual centrarse, no daba para un largometraje”, reflexiona. La idea, “es que quien lo vea reflexione sobre posibles adicciones y vaya más allá, al cuestionamiento personal”.

-¿Qué sigue?

“Seguir en el documental, es lo más accesible, con menos dinero, y el documental está pasando por un buen momento, y también eventualmente iniciar un largometraje”.

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