Las manos tan pequeñas      

Gerardo Pérez Escutia

Tokio, octubre de 2018, el matrimonio formado por la escritora de novela negra Olivia Galván y el prestigiado académico César Andrade, se acaba de hospedar en el lujoso hotel “Grand Arc Hanzomon” cercano a los jardines del palacio imperial, César fue invitado a impartir un curso de posgrado acerca de literatura española por la TUFS, la universidad de Tokio de Estudios Extranjeros, y aprovechó para llevar a su esposa a conocer la ciudad y pasar unos días de descanso.

El matrimonio formado por Olivia y César es el típico cliché de un matrimonio burgués de profesionistas exitosos, ella en sus cuarenta, y él en su madurez, ya mostrando los primeros indicios de una vejez incipiente, son una pareja sin hijos, volcada a su exitosa vida profesional; Olivia se ha ganado un gran prestigio como escritora de novela negra al escribir la saga de la inspectora Lolita Richmond, cuyas tramas policiacas se caracterizaban por un marcado tono feminista; Cesar por su parte se pasa la vida viajando a diferentes países impartiendo cursos de su especialidad, siendo muy respetado y reconocido en los círculos académicos.

Sin embargo, lo que parecía ser un típico viaje de placer y trabajo recorriendo los emblemáticos lugares de Tokio, se trastoca por completo en el segundo día de su estancia: Una terrible noticia conmociona a la “ciudad más segura del mundo“, en el estrecho espacio que separa al edificio del hotel en que se hospedan (espacio que permite la oscilación de los edificios en caso de un sismo), del edificio adyacente, un transeúnte descubrió en una bolsa de papel impresa con la publicidad del duty free del aeropuerto, dos pequeñas manos femeninas cortadas…

Marina Sanmartín

Así comienza la novela que reseñamos hoy en Bufete Negro, se trata de Las manos tan pequeñas (Harper Collins Ibérica, 2022), de Marina Sanmartín (Valencia, España, 1977), licenciada en periodismo, combina su carrera como novelista con la gestión de la librería Cervantes y Compañía”, imparte talleres de creación literaria y esta es su tercera novela.

Desde su llegada a Tokio, Olivia advirtió una extraña irritabilidad en Cesar, más allá de su irritabilidad cotidiana, un comportamiento apresurado y salidas del hotel sin mayores explicaciones, las alarmas de Olivia se disparan al enterarse por medio de la prensa que las manos amputadas pertenecían a la joven y famosísima bailarina Noriko Ayaa quien Olivia conoció años atrás en España y a la peculiaridad de un anillo de rubíes que estaba en el anular de la mano izquierda.

Un día antes, al llegar a Tokio, César le regalo a Olivia la edición inglesa de Siete cuentos japoneses deTanizakiOlivia subió a sus redes una fotografía del libro y casi de inmediato recibió un mensaje de un admirador suyo Gonzalo Marcosque trabaja como consejero de la embajada española en Japón, quien astutamente logra interesarla y comienza una amistad entre ambos, es él, quien al día siguiente le dará a Olivia la noticia que hará que su mundo se derrumbe de manera abrupta; César su marido, se acaba de refugiar en la embajada española y se declara culpable del crimen cometido contra Noriko Aya.

Ante la gravedad de los hechos, Gonzalo se entrevista con Olivia, convirtiéndose en su confidente y apoyo en la compleja situación ocasionada por la confesión de César, comienza una amistad que avanza a la par de las pesquisas policiacas, y se va revelando una historia muy oscura en la cual nada ni nadie es lo que aparenta.

La autora desarrolla una historia pausada que avanza poco a través de largos diálogos entre Olivia y Gonzalo y monólogos de la protagonista, que por un lado, nos va revelando una sórdida relación entre Olivia y César, fraguada desde los días en que ella era estudiante y el su profesor, en la que el abuso y la culpa lindan con el sadomasoquismo; por otro lado, nos va llevando a descubrir un Tokio muy interesante, uno que vive a caballo entre una modernidad desbordada, excesiva, y otro que se refugia en sus tradiciones y que se niega a morir, reflejado en sus barrios, templos y jardines icónicos que se aferran a un modo de vida basado en la tradición y su filosofía Zen.

La investigación avanza y se complica, se van revelando aspectos oscuros en la vida de la víctima y su relación con César y Olivia, surgiendo dudas acerca del autor y las causas del crimen, el relato sube de intensidad y va creando una tensión dramática entre los personajes que se van haciendo más complejos ante nuestros ojos, llevándonos a un desenlace totalmente sorpresivo.

En esta novela la autora hace gala de un gran oficio narrativo, genera y juega con personajes sólidos, creíbles y contradictorios que se van mostrando a base de diálogos inteligentes y certeros, como contrapunto construye un escenario magnífico sumergiéndonos en un viaje privilegiado al arte, la literatura, y tradiciones de Japón, revelándonos un Tokio alucinante y paradójico.

Novela muy interesante, ligera y profunda a la vez, se las recomiendo mucho.

Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente representan la opinión de el artefacto.

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