Lo otro como el diablo

Caliche Caroma

“Tañido y danza alegre y bulliciosa de personas de raza negra”, así define el DRAE al zarambeque, y fue en esta forma novohispana (siglos XVII y XVIII) que Flaviana Moreno escribió, cual antiguo conjuro, Ojos tengan, no me vean. Zarambeque para Diablo Cojuelo. El presente texto corresponde a la última función de la temporada más reciente, la del domingo 15 de diciembre en el Foro Eco, número 430 de Nicolás Bravo, colonia Centro, Morelia, Michoacán. “Con el Diablo Cojuelo, aunque es cojuelo, es ligero y sabe más”.

Ojos tengan, no me vean fue beneficiada con el apoyo del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca) en la categoría de teatro con títeres, La Sombra Rinconera es el nombre de la compañía que comanda la dramaturga, actriz y directora. Seres macabros creados por las manos de Flaviana Moreno, inteligencia sintiente del lado oscuro. Aves de mal agüero, espíritus chocarreros, jinetes del infierno, la imaginería de la también titiritera está apoyada en una investigación, mejor dicho, en una preocupación que le ha llevado a hurgar en el pasado negro y sagrado, sumergirse en los pantanos de la superstición y tratar de entender el papel de Santa Inquisición en la historia de nuestro país.

Flaviana nos cuenta los motivos que la llevaron a escribir Ojos tengan, no me vean: “Lo que a mí me interesa es el sentido profundo de las tradiciones, esa forma mediante la cual los pueblos manifiestan su espiritualidad. Los procesos de sincretismo religioso que se llevaron a cabo en la Nueva España, a diferencia de Cuba, por ejemplo, en donde la influencia africana está muy presente. En cambio, aquí, en México y Michoacán, está negada esa raíz. La desmemorización del pueblo es un tipo de violencia que hay que combatir, no se permitió que hubiera un desarrollo más fluido de nuestra herencia negra. Aparecen las resistencias, mediante el zarambeque, el carnaval y otras, encontré los fenómenos ocultos de corte espiritual, no precisamente de religión, en estas manifestaciones artísticas”.

“Nunca te hice falta, fue el destino, tus muertos y los míos quienes así lo quisieron, que el zopilote volara diferente para las dos», parte del intenso texto que es interpretado por los actores, intenso por hermético y mágico, la misma Flaviana Moreno sabe que no es fácil darle seguimiento a los diálogos que a veces están más del lado de los monólogos. El español de la época de la Colonia en México. Se le habla a lo desconocido, ¿qué respuesta habrá?

Continúa esta reflexión acerca de su dramaturgia y los fundamentos de la misma: “No justifico todas las prácticas, pero tampoco es que las tenga que juzgar, sólo considero que son importantes para que un pueblo como el nuestro conozca su pasado y le pueda servir de sostén, para mantenerse de pie. Una forma personal de expresar esto que investigué, fue escribir la obra. Surge de testimonios inquisitoriales, algunos de ellos autodenuncias, gente que se entregó al Santo Oficio por su propia voluntad. Ojos tengan, no me vean es mitad real y mitad ficción, porque hay que respetar a los muertos, su memoria. Lo interesante de los testimonios es que fueron personas que creyeron que estas entidades podían cambiar su suerte, su vida”.

Y qué pasó con el diablo: “Quise representar lo otro, todo lo que no está asumido en la cultura oficial, en el sistema de creencias oficiales. Para la iglesia católica cualquiera que estuviera afuera de sus dogmas era el diablo, el mal era lo otro. La iglesia controlaba las creencias. En Ojos tengan, no me vean aparece el diablo como lo otro, lo diferente”.

Ya casi para terminar, Flaviana Moreno nos cuenta algo de lo que viene para La Sombra Rinconera: “Ha sido interesante la reacción ante Ojos tengan, no me vean, a mí me gustaría que hubiera más amplitud conocimiento sobre mi trabajo, ir a otros foros. Cuando los niños han estado en el público, la energía que se maneja, así como el espacio, toma otro giro, tiene que ver el cómo se abordan los personajes. Pronto adaptaremos la obra a radionovela, ya hay un acuerdo con Radio Nicolaita, comenzamos a grabar en enero”. Ojos tengan, no me vean crecerá, así que no pierdan la oportunidad de ir a verla cuando regrese a los escenarios.

Sinopsis: En un paraje desconocido de la Nueva España, se reúnen los fugitivos Catalina Soloyo y su hermano Juan Lorenzo, ambos esclavos libertos y adoptados por Mariona Cieneguillas, una bruja mestiza. Los tres son perseguidos luego de ser denunciados por Emiliana de Ocampo, una aristócrata criolla procesada por practicar hechicería amorosa a su marido y a otros hombres, con ayuda de los negros. Esta obra, plagada de hechizos, oraciones heréticas, venganza, crímenes pasionales debate las zonas más ensombrecidas del sincretismo religioso novohispano y las regiones más trágicas del amor.

Créditos. Dramaturgia y dirección: Flaviana Moreno. Asistencia de dirección: Gunnary Prado. Elenco: Landy Medina, Gilberto Arredondo, Gunnary Prado, Flaviana Moreno. Voces en off: César López Rochlin, César Chávez. Asesoría corporal: Laura Martínez Ayala y Abdiel Villaseñor. Vestuario: Ben Hadad Guzmán. Construcción de títeres: Flaviana Moreno. Musicalización: Silver Moreno. Diseño de Cartel: Cristina Bustamante.

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