No a las armas nucleares: Yasuaki Yamashita

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Como si tratara de miles de relámpagos al mismo tiempo, así se iluminó el cielo de Nagasaki, narró Yasuaki Yamashita, sobreviviente de la segunda bomba atómica apodada Fat man, lanzada sobre Japón por orden del presidente de Estados Unidos, Harry S. Truman, el 9 de agosto de 1945.

Yasuaki Yamashita tenía seis años cuando su madre lo tomó de la mano y lo llevó a casa, minutos antes el sonido de las sirenas alertó a la comunidad sobre posibles ataques aéreos, pero la lejanía del refugio sólo les permitió resguardarse en su hogar, apenas cruzaron la puerta, una luz inundó la frágil habitación.

«Mi madre me jaló al suelo y me cubrió con su cuerpo, luego vino una explosión tremenda, sentíamos que volaban cientos de cosas sobre nosotros. Cuando nos levantamos, las puertas y los tejados habían desaparecido».

Desde el refugio de la montaña donde más tarde lograron llegar junto a otros sobrevivientes, Yamashita, acompañado de su hermana y madre, observó la ciudad de Nagasaki arder por varias noches, el mismo infierno se hizo presente frente a sus infantiles ojos.

«Muchos buscaban a sus familiares, y la radioactividad de la que entonces nadie tenía conocimiento comenzó a invadirlos en silencio, por lo que aquellos que no habían sufrido lesiones físicas de la bomba comenzaron a morir».

Sobrevivir significó padecer una serie de penurias que, más allá del hambre y la incertidumbre, incluían la discriminación provocada por el miedo y el desconocimiento; a las mujeres sobrevivientes se les pidió no tener hijos, muchas optaron por el suicidio y los hombres también hicieron lo mismo. Esto lo contó con un visible pesar Yasuaki Yamashita frente a los asistentes morelianos.

«No queremos que suceda nuevamente el uso de armas nucleares, no se puede vivir con armas nucleares, no es necesario. Lo que tenemos que hacer cada uno de ustedes, es levantar la voz, probablemente una vez no será suficiente, pero si cada uno levanta la voz, se irá haciendo más fuerte. Si usted deja caer una piedrita en el agua, esa piedrita hace una ola grande, se va expandiendo, así la voz de cada uno de ustedes puede expandirse al mundo entero».

A 76 años de esta tragedia, secuelas y recuerdos persiguen a los sobrevivientes, ellos exigen se frene la fabricación y utilización de armas nucleares, hasta el día de hoy suman más de trece mil en el mundo.

«Estados Unidos cuenta con más de 1500 armas nucleares y Rusia tiene alrededor de 1600, están instaladas para ser disparadas en un segundo. No a las armas nucleares. Podemos vivir sin esa amenaza, que nadie sufra como nosotros sufrimos, que nadie tenga esa terrible experiencia».

Esto fue lo que pidió Yamashita a los asistentes, pasar la voz a otros para vivir en un mundo sin esta clase de armamento. Su testimonio se compartió en el marco del ciclo de conferencias del Seminario Permanente de Investigación de Arte y Cultura México-Japón, bajo el título: “Yasuaki Yamashita: testimonio de un sobreviviente de la bomba atómica”, en el Centro Cultural UNAM de Morelia.

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Un comentario sobre «No a las armas nucleares: Yasuaki Yamashita»

  1. Ana Cristina Ramírez Barreto

    Buenísimo. Gracias.

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