Caliche Caroma
“Recuerden aquellas campañas de tienes que leer por lo menos 15 minutos todos los días. ¡Ay no mames! ¿Por qué 15 y no 13? ¿Por qué no 18, por qué no 22 minutos? ¿Por qué no lo que te dé la gana? Y al mismo tiempo, te ponían en la pantalla de la televisión analfabetas funcionales, actrices de telenovela que las veías y tú decías, pero esta pendeja no ha leído un libro en su pinche vida, hombre. ¿Qué me viene a mí a decir que tengo que leer 15 minutos diarios? Y a un futbolista que lo veías analfabeto de deveras, no medio analfabeta (sic). Y no funcionaba”.
Este es un fragmento del mensaje dominguero que Paco Ignacio Taibo II compartió con los camaradas combativos de la Sección XVIII de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), fue un duro contraejemplo el que utilizó para explicar que los “chavos” no leen si se les obliga, por eso invitó a los maestros y al público presente a dejar a la juventud leer lo que ellos quieran: “¡Basta ya de imposiciones!”.
Luego se echó flores a sí mismo, habló de las mieles de su campaña de fomento a la lectura e hizo hincapié en el éxito de su colección 21 para el 21. La gente, asoleada, se reía y a todo decía que sí: “Así se dice, Paco”. Sucedió en la plaza principal de Morelia, entre el popular quiosco y el burgués teatro Matamoros, un 17 de abril de 2022, once de la mañana, puntuales porque hace calor.
Para el director del Fondo de Cultura Económico (FCE), esta gira del librobús, que al mismo tiempo promociona el programa Haciendo Lectores del gobierno federal y el FCE, es apenas la puntita doblada de lo que pasará en todo el territorio mexicano. Taibo II dijo que los michoacanos tuvieron suerte y que él es “raro”, pues considera que: “Este estado es un estado de resistencia histórica, y a quien no le guste, que se mude, que se vaya para lugares más tranquilos, apacibles y burgueses. Compañeros, Michoacán es la resistencia purépecha, a los aztecas y luego al dominio colonial español. Michoacán es la tierra del movimiento insurgente más rudo…”
Con anécdotas coloradas y uno que otro chiste-dato histórico, encendió los de por sí calientes ánimos de los miembros del magisterio y seguidores de Paco Ignacio, seguidores que ya estaban en término medio bajo el sol abrasador de primavera. El creador de los libros de Belascoarán Shayne fue interrumpido varias veces por los aplausos de sus lectores: “Lanzamos un plan loquísimo» y explicó cómo pudo reunir a un montón de funcionarios para que regalaran libros de Elena Garro, Amparo Dávila, Monsiváis, etc. Gente muy atenta con sus novelas y textos de historia bajo el brazo, a la espera de que el escritor se los firmara y dedicara: “Muchas gracias, Paco, ¡viva AMLO!”.
Un día antes estuvo en el Centro Cultural y Salón de Fiestas Clavijero, Centro Histriónico de Morelia, junto a “grandes personalidades” y con la imponente presencia de Alfredo Ramírez Bedolla, el gobernador michoacano. El mensaje fue más o menos el mismo, pero en versión fifí, semidoblada. Al final de la charla de Paco Taibo, cuando estaban en las fotos y las deferencias, a Ramírez Bedolla lo fueron a buscar las integrantes de un colectivo feminista que lo interpeló de esta manera: “Ven a conocernos, ¿o se te hace chiquito?”. La molestia de las mujeres de negro estaba relacionada por los sucesos del 8 de marzo en Morelia. El ejecutivo michoacano esquivó los señalamientos con el método del sordomudo, seguramente estaba deseando con todo su corazón unas vallas de metal que lo protegieran del incómodo momento.
La parte más interesante de la visita de Paco Ignacio Taibo II (no confundir con Juan Pablo II) tuvo lugar afuera de la librería Educal del andador Nigromante, cuando se tomó una «foto pa el face», la fotografía la compartió la Secretaría de Cultura de Michoacán (Secum). Esta imagen es interesante. La pregunta es la siguiente, ¿para qué quiere un doble de riesgo Taibo II?
