Caliche Caroma
A más de 400 grados centígrados el horno de leña estilo napolitano, las pizzas son introducidas al calorcito en cuestión y en menos de un minuto están listas para devorarse, con calma que nos amanecemos, pazienza. Alessandro Costa se acerca a la mesa para informar al comensal que la pasta reposa entre 20 y 40 horas, así el estómago la digiere mejor, no cae pesada y sabe deliciosa. Los clientes le dan la razón y cogen otra rebanada. Al Forno Pizzeria Ristorante se encuentra en la calle Ahumada #44, Centro de Pátzcuaro, abren viernes, sábado y domingo, de las 2 de la tarde a las 8 de la noche.
Massimo Delia, el otro socio y cocinero de Al Forno, que también es percusionista (Folikanuya/Senekela) y carpintero, parte una berenjena en medias lunas, pone los pedazos en una charola, las mete al horno y cuenta que hace más o menos dos años que comenzaron con esta aventura gastro-patzcuarense, les ha ido bien, a pesar de la pandemia (el servicio para llevar no falla); además de las pizzas, el menú es exclusivamente italiano, tienen otros platillos tradicionales como la Bruschetta y el Carpaccio (entradas), y los ingredientes casi todos provienen de Italia, il sale e il pepe. Massimo recomienda, como digestivo, el Limoncello de la casa, en dos tragos y la cuenta (y un policía), por favor.
Los cocineros y los vinos son italianos, todo está hecho con mucho amor y pasión y esto no es adulación, lo dijo uno de los satisfechos clientes que, después de probar la pizza que en la carta aparece como Camarón (salsa de jitomate, mozzarella, camarón, ajo, calabacitas), pidió la Bianca (crema, mozzarella, gorgonzola y nuez), le habló a la mesera, ¿hay postre? Tiramisu (café, mascarpone, savoiardi y huevo) y un Doppio con un chorrito de anís. El vaso de agua para cerrar la recomendación del cliente de buen vientre, leccarsi le dita.
Las frases en italiano las hemos sacado del Larousse Diccionario Mini, Español-Italiano/Italiano Español, trae una guía de conversación, pero para ser sinceros, no se compara con la sabrosa charla, en la breve espera, con Alessandro y Massimo, y con todos los que allí trabajan, es una experiencia genuinamente italiana, no cara ni pesada. La casa que alberga Al Forno es grande, de techos altos, a la usanza del clásico Pátzcuaro, Massi (antroponimia pura) elaboró, con sus propias manos, los muebles del lugar, las sillas en las que la gente se sienta, la mesa en la que sirven la Insalata caprese (mozzarella fresca, jitomate, orégano, pimienta, aceite de olivo y vinagre balsámico) y la pasta Puttanesca (salsa de jitomate, anchoas, alcaparras, aceitunas, kalamata, chile y perejil).
Sólo hay un tamaño de pizza, suficiente para una persona, desafortunadamente no le servirán kétchup, pero tienen unas salsas de aceite con semillas para los que comen con picante. Aprovechando el horno, hacen pan, es un pecado no llevar un par de piezas para disfrutar en el hogar con un buen queso, aguacate o lo que se le antoje. Pátzcuaro a la leña, pueblo mágico, horno grande. Buon Appetito.
