Política y ¿cultura?

Caliche Caroma

Hasta el más despistado de los despistados sabe que estamos en tiempos electorales, los partidos políticos se han encargado de embarrarnos en la cara sus “propuestas” por medio de carteles, promocionales en las redes sociales, spots de radio, perifoneo, espectaculares, impresos de mano y a través de nuestros conocidos: “Vota por fulano, él te da la mano y algo más”. Aunque no es nuestro estilo en el-artefacto (¿o sí?), estos son algunos de los últimos chismes, calientitos, respecto a la política y ¿la cultura?

Primero lo más nuevo, novísimo movimiento viejo, el chapulineo. Claudio Méndez, quien aparece todavía como Secretario de Cultura en la página oficial de la Secretaría de Cultura del Estado de Michoacán (véase captura de pantalla), aka Secum, hizo público hoy (12/05/MMXXI) su adhesión al equipo de Alfredo Ramírez Bedolla, el abanderado de Morena para la gobernatura. Claudio se llamaba a sí mismo el mejor y más fiel amigo del hombre que aún (desgraciadamente) gobierna a los michoacanos, el chiflador y experto en empujones, Silvano Aureoles Conejo, pero esa amistad se fue al carajo junto con todos los pendientes de la Secum. ¿A quién le importa la cultura? Lo que vale es el hueso, uau-uau, Claudio Méndez no estará en Cultura, gracias a Dios, ahora molestará a los migrantes, en caso de que Ramírez Bedolla gane.

Y siguiendo con Alfredo Ramírez Bedolla, el candidato de Morena se reunió con un grupo de artistas, promotores culturales y organizadores de festivales que llevan ya rato dialogando con los políticos que participan en las elecciones del MMXXI. En estos encuentros se exponen parte las necesidades y preocupaciones en el tema de la cultura en y de Michoacán, al rato regresaremos con los que la gente llama Los Once. En dicha reunión, llevada a cabo en el hotel que está a un costado del Centro de Convenciones, Alfredo Ramírez estuvo acompañado del diputado federal Hirepan Maya, nieto del poeta Ramón Martínez Ocaranza. Alguien preguntó si sería Hirepan el próximo secretario de Cultura, a lo que Alfredo Ramírez respondió con una sonrisa. Dos o tres de Los Once pusieron énfasis para que se descartaran los perfiles de las anteriores secretarías de Cultura, estatal y municipal (Morelia), pues argumentaron que no eran los idóneos para estas dependencias, en caso de que llegara la victoria para la cuatroté.

Los Once es un grupo que se creó por iniciativa propia de los artistas y, también, por la terrible situación por la que desde hace décadas atraviesa el arte y la cultura en Michoacán. Aunque los integrantes de este colectivo sin líderes tienen diferentes intereses, perspectivas y visiones (a lo María Sabina), se juntaron para crear un frente común y presentar once puntos (de ahí el nombre de Los Once) en los que se resumen algunas de las problemáticas de este sector. Algunos de los integrantes son: Verónica Bernal, Juan Pablo Arroyo, Virginia Rico, Ramón Ramírez, Juan Alzate, Raúl Calderón Gordillo, Andrea Finck, et al.

Echar a andar el observatorio ciudadano cultural que ya está estipulado en la ley, planes de apoyo a largo plazo con los diversos festivales, promoción de los artistas locales en el extranjero, acompañamiento en la gestión de recursos nacionales e internacionales, verdadera expansión de la oferta cultural y artística en todo el estado, aumento del presupuesto para la cultura y el arte, pagos de adeudos, formación artística para la infancia michoacana y otros temas son los que Los Once están discutiendo con los candidatos de todos los partidos políticos, o los que se dejan abordar. Ya se reunieron con Alfonso Martínez, con Iván Pérez Negrón, Marx Aguirre, entre otros. ¿Les harán caso? No lo sabemos, pero la lucha se está haciendo en el gerundio. Los chismes más sabrosos tienen que ver con la supuesta desaparición de la Secum o fusión con Turismo; las pugnas internas entre los morenistas, pero donde mandan los Cárdenas…

Para cerrar esta nota politiquera dizque cultural, una cuasi reflexión. ¿Qué pasa con las secretarías de Cultura al quedar acéfalas? Pues algún encargado sale al quite, total, ¿a quién le importa? He aquí el interés que demuestran los titulares de dichas instituciones, dejan a un lado sus responsabilidades para ir detrás de una rebanada del pastel que ya se reparte antes de tiempo, sin soplarle a las velitas, ¿y la piñata? Mientras tanto, que se jodan los artistas, ellos no cuentan con seguridad social, se les debe dinero desde hace décadas y se les trata como basura orgánica. Los antiguos secretarios de Cultura de Michoacán han sido un desastre, suficiente recordar los nombres de Marco Antonio Aguilar Cortés, alias “el señor del pus”; Silvia Figueroa, la que te avienta la policía; Salvador Ginori, el universitario; en fin, mejor ahí le dejamos. Recuerde, si usted bota es pelota, pero si en cambio vota, pues es demócrata, ¡viva el mole de guajolote y la danza de los viejitos!

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