Camilleri o el universo en una isla…

Horacio Cano Camacho y Gerardo Pérez Escutia La novela negra es un género duro, rasposo, difícil. Esa es su naturaleza. Contar historias de los lados más oscuros de la sociedad y meter al lector como testigo “privilegiado” de las miserias humanas. Cuando leo a John Connolly, Ray Celestine, Nic Pizzolatto o Bernard Minier, por ejemplo, me queda una sensación de cierta desolación. Me encantan, he de decirlo, pero el mundo que describen y como lo describen, me asusta. Ese es un propósito del género, lo entiendo. Sin embargo, hay algunos…