Libros, egocentrismo y derroche presupuestal

Caliche Caroma Varios son los descubrimientos cuando uno trabaja en librerías de usado, viejo y raro (invertir el orden de estas tres últimas palabras puede ser peligroso). Entre esos descubrimientos están las primeras ediciones, las infaltables erratas, los ingeniosos separadores, las cartas no enviadas, los libros autografiados por los autores, las dedicatorias inverosímiles, como aquella de un famoso filósofo michoacano que le escribió a una historiadora recientemente fallecida: “Ojalá aprendas algo de este libro”. Ah, qué fauna la de la literatura, y qué poca es la vida para leer tanto…

Márkaris y la hora de los hipócritas

Horacio Cano Camacho Un elemento que separó a la novela negra de su antecesora directa, la novela policíaca clásica y la hizo trascender, fue el arribo de elementos de la sociedad en donde el crimen se cometía. De repente, una mirada a los secretos palaciegos de damiselas, mayordomos y galanes celosos ya no era suficiente. El canon de ese estilo era: hay un crimen, se investiga y se resuelve. Lo esencial es la resolución de un problema de naturaleza delictiva. Los nuevos autores, en la Norteamérica de la recesión de…