La mirada y una puerta

Livier Fernández Topete El otro mirándonos y una puerta que dé a un paisaje estelar, de pétalos de rosas rojas, de noches despojadas de nubes; crepúsculos no cruzados de brazos ni de piernas: abiertos a un racimo de cometas. Los arcos iris de otro rostro lustrosos no por llanto sino por risa, por vida saliéndole por los ojos; su savia posando la mirada en uno, en nuestra existencia mariposa de alas frágiles, coloridas, cautivas dentro de sus propios límites y al mismo tiempo libres. Azul y Rojo que no separen…