Materia oscura: Santuario, 31

Juan José Saer De los escritores que nos gusta releer, tenemos la costumbre de volver siempre a los mismos textos. Una y otra vez, las mismas frases exaltantes, releídas a lo largo de años y décadas, despiertan en nosotros las mismas imágenes y las mismas emociones. Pero en la relectura experimentamos también el doble placer de la repetición y del descubrimiento, porque la ley según la cual todo gran texto literario es uno y múltiple admite esa contradicción. Como el niño que quiere escuchar siempre la misma historia antes de…