25 Instantáneas de Daniel Wence o El que no me trague que se ahogue

 Héctor Alvarado Díaz

1. ¿Te enseñaron algo en la Escuela de Letras?

A jugar con la lengua.

2. ¿Cómo te ha ido con las publicaciones?

He sido afortunado. En cada publicación me he topado con editores increíbles, comprensivos y críticos que me han ayudado a ver la obra de manera integral, desde otra perspectiva y a ver detalles que no había advertido… editores al fin. Cada experiencia de publicación ha sido bien distinta y muy estimulante, desde la Ceibita hasta lo que estamos cocinando ahora. Tanto como autor como siendo editor ha valido la pena. Por ejemplo, cuando me cuentan que se encontraron o que leyeron un libro mío en tal lugar, en tal evento. Cuando me los piden o me escriben por redes; cuando me mandan una captura de pantalla con un fragmento; cuando pongo un libro en el servicio postal para que llegue a su destino; cuando en las presentaciones hacen comentarios, se acercan a comprarlo, a que lo firme. Realmente me ha ido bien con las publicaciones. Aunque también me han escrito para decirme que no encontraron ningún libro mío en ningún stand (risas grabadas).

3. ¿Qué es Clarimonda y cómo te relacionaste con ella?

Conocí la palabra fanzine gracias a Clarimonda. Tengo entendido que fui el segundo de abordo por un rato, justo cuando no sabía nada de fanzines ni de edición ni de mesas de lectura. Nos decían Los clarimondos. Organizábamos tertulias, hacíamos presentaciones. Hubo mucho jolgorio y mucha amistad en torno a La Clari. Luego ya no estuve porque Manuel y yo teníamos ideas distintas respecto a la difusión literaria y nos inclinamos por estéticas diferentes, pero la amistad quedó y el cariño por la ahora revista digital, sigue intacto.

4. ¿Sufres o disfrutas?

Depende el qué, aunque tiendo más al disfrute. Sufro cuando me frustro, cuando no me pagan a tiempo, cuando la música está muy alta o muy igual, cuando se permite fumar adentro del bar y la chamarra queda oliendo a cigarro, cuando leo comentarios retrógrados en las redes sociales, cuando leo las noticias, cuando una de mis plantas se marchita o no se logra.

Por otro lado disfruto, y mucho, cuando la música está regulada y se puede platicar o bailar a gusto, cuando una marcha incómoda se hace viral, cuando retoñan mis plantas, cuando fluyen las ideas, cuando me pagan a tiempo, cuando la diversidad se hace visible, cuando les va bien a lxs otrxs, cuando hago planes amorosos. Disfruto las cosas cotidianas: estar en casa, preparar café, cocinar, leer, trabajar, ver a mis amistades, leer sus libros, ir a sus presentaciones, hacer el súper, ir a festivales literarios, dormir, viajar, chacharear.

5. ¿Los jóvenes son una magia o una mafia?

No creo que la edad determine esas cosas. En cualquier grupo etario pueden existir e incluso coexistir ambas. Como sea, yo creo bastante en ellxs.

6. ¿Funcionan las antologías?

Mucho. Sobre todo las que están bien hechas. Te dan la oportunidad de conocer autores y autoras que tal vez de otro modo no habrían llegado a ti. Al final son una recomendación de alguien más y eso está bien. A mí me fascina revisar antologías y también colaborar para construirlas.

7. ¿Y las revistas?

Lo mismo. Me gusta husmear tanto en revistas como en antologías a ver qué está pasando con la poesía en otros estados, países, grupos…

8. ¿Qué te deprime?

La (maldita) primavera. El calor.

9. Cinco poetas de tu biblioteca personal.

Abigael Bohórquez

Anne Carson

Néstor Perlongher

Wislawa Szymborska

César Vallejo.

10. ¿Hay otras artes que te apasionen?

Por supuesto. La música, el teatro y el cine son muy importantes para mí. Voy a conciertos, a funciones de teatro y veo cine con regularidad. En casa somos aprendices de músicos. Hago mis propios videos de paisajes, tomo fotos analógicas, he dirigido talleres educativos de teatro, cine-clubes. También aprecio con emoción las visuales, la danza, la arquitectura. Bailo salsa bastante bien, pero nunca he construido ni un castillo de arena, y la última vez que hice un dibujo serio fue allá por los noventas, cuando se transmitían Los Caballeros del Zodiaco y la conductora Adriana de Castro nos incitaba a mandarle dibujitos al programa Caritele. En resumen, disfruto y trato de comprender el arte como espectador, pero a algunas manifestaciones me les acerco demasiado a ver qué se siente. Y aunque no sea considerada un arte, la educación me apasiona: el arte de educar (já).

11. ¿Lees a tus compañeros de armas?

Lo hago con gusto, con admiración. También con la responsabilidad de quien organiza un encuentro de poetas.

12. Animal preferido.

El escuerzo.

13. ¿Hay remedio para la humanidad?

Viertes en un bowl educación, empatía, justicia, inclusión, sensibilidad, trabajo, colaboración, descanso, diversidad, arte, respeto, poesía, dignidad, café, cuidado, civilidad, más educación (no confundir con educación institucional exclusivamente), igualdad, amor. Lo revuelves. Hay que tomar el brebaje tres veces al día durante toda la vida.

(Ése se me ocurre, pero seguro hay más).

14. ¿Te has imaginado siendo alguien más?

Constantemente. Sobre todo personajes de ficción. Casi no conozco a nadie que no se haya imaginado siendo Batman.

15. ¿Te guías por los sueños?

¿Dormido o despierto? A veces mientras duermo encuentro soluciones a cosas complicadas, entonces me despierto y le doy forma a lo que soñé. Los otros sueños, que son más bien aspiraciones, también me guían. Aunque a veces hay que improvisar.

16. ¿Andas en bicicleta?

¿Has visto a los automovilistas

17. ¿Escribes de día?

Transcribo y corrijo de día. Escribo más bien de noche o de madrugada.

18. ¿De qué te mantienes?

De la chamba.

19. ¿Es cierto que los escritores son vampiros?

A ver:

  • Tienen colmillo: ✓
  • Vuelan: X
  • Son misteriosos: X
  • Causan pánico: X
  • Se alimentan de la esencia vital de otros seres vivos para así mantenerse activos: ✓/ X
  • Vampirizan: ✓

2.5 de 6: creo que no lo son.

20. Cinco grupos que admires.

Nick Cave & the Bad Seeds (a propósito de vampiros), la Escuela de Nueva York,

el reino fungi, el Círculo de Praga, Mecano y, como bonus, a mi grupo de la Facultad de Letras.

21. ¿Sientes que has publicado poco?

No. Me parece que voy bien.

22. ¿Participas en el quilombo cultural?

No sé si quilombo se refiere al desastre cultural o sólo a las actividades culturales. Si se trata de las actividades: sí, me involucro tanto como puedo. Si se trata del desastre: no, lo evito tanto como puedo.

23. ¿Has sentido los embates de la burocracia?

¿Quién no?

24. ¿Los amigos son importantes?

Tanto como las amigas.

25. ¿Te sobran proyectos?

Me sobran ideas de proyectos. Me falta tiempo y otros recursos para concretarlos. Pero no llevo prisa.


Daniel Wence (Plaza del Limón, Michoacán, 1984).

Poeta, gestor cultural y educador. Egresado de la Facultad de Letras de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.

Autor de los libros de poesía Nada de incrustaciones (La Ceibita–Tierra Adentro, 2010), Arlecchino (Editorial Montea, 2017), Discordantes (Instituto Zacatecano de Cultura, 2018) e Historia natural de la melancolía (Instituto Sinaloense de Cultura, 2018).

También es autor de algunos libros infantiles como El pirata triste, Calcetín Zurcido, Princesa – bruja y astronauta, Hermanas aves (Editorial Derecho y Revés, 2016 en colaboración con Seigard-Chile), entre otros.

Fundador del Encuentro Nacional de Poetas Jóvenes Ciudad de Morelia. Ha sido becario del programa Cultura para la Armonía (Secretaría de Cultura, 2016) y del Programa de Estímulos a la Creación y Desarrollo Artístico de Michoacán (PECDAM) en su edición 2018–2019.  

Recibió Mención Honorífica en el Primer Premio Nacional de Literatura Diversa, Zacatecas 2016. Ganador del XII Premio de Poesía en Lengua castellana Categoría A, de la Fundación Jesús Serra. Barcelona, España, 2019.  

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