25 Instantáneas de Livier Fernández Topete o Con la tibieza del perdón entre las manos

Héctor Alvarado Díaz

1. ¿La escritura llegó o la buscaste?

Llegó sin saber todavía lo que era. Sin imaginar sus alcances, arribó desde la entraña como dando a luz su claroscuro. Luego del trance natural de los primeros años, la he procurado, la busco, la alimento, le doy agua, a veces es recíproca con mis cuidados, otras me muerde la mano o la lengua.

2. Cinco escritoras básicas en tu biblioteca.

Clarice Lispector; Hélène Cixous; Alejandra Pizarnik; Sallie Nichols; Sylvia Plath; Rosario Castellanos; Juliet Sharman-Burke; Liz Greene; Marguerite Yourcenar; Virginia Woolf; Susan Sontag; Simone de Beauvoir. Ya me pasé.

3. ¿Terminas tus proyectos?

Sí, la mayoría, todo lo que inicio debe hacerme suficiente sentido, si no, mejor ni empezar, conforme avanzo, el sentido suele acrecentarse porque no me gusta la superficie o porque me fascina la hondura.

4. ¿Leer mucho para escribir mucho?

Vivir mucho para escribir mucho, mejor aún: vivir intensa y extensamente para escribir a la altura de las experiencias. Aunque claro, como leer es vital y la vida sin lecturas es vivir a medias, resulta que vivir, escribir y leer, conforman una triada necesaria y gozosa para el que escribe.

5. ¿Qué has aprendido por ti misma?

He aprendido a ser autodidacta en varios temas, pero siempre son los otros (directa o indirectamente) los que me enseñan.

6. ¿Crees en los géneros?

Los géneros son como cortarle los pies al muerto para que quepa en el féretro, solo son limitada exigencia de los concursos literarios o una de las tantas formas humanas de dicotomizar y fracturar la realidad de un fenómeno (en este caso, el de la escritura), por la incapacidad para comprenderlo y aceptarlo como un todo integrado. Creo en la escritura, no en sus clasificaciones. 

7. ¿Cuál es el té más poético?

Hay muchos, los mitos y leyendas chinas alrededor de sus variedades de té, ofrecen hilos poéticos para cualquier entramado escritural. Por su nombre, para mí es el Yin Zhen, que se traduce como aguja plateada, es uno de los reyes de las “Camelias” (planta del té), rey seductor que esconde entre el tejido de sus hebras, el delicado huso de una rueca que pincha la lengua para dejar como la espina la presencia de su rosa. El licor de Yin Zhen es un pozo para mirarse, para bañarse, para sumergirse a ratos, para abandonarse a la levedad y gravitar alrededor de la plata luna. Té Imperial para levitar tras la propulsión de sus agujas de plata. El té más poético es el que se encuentra con un poeta.  

8. ¿Con qué música has crecido?

Rock clásico; Rock progresivo; Rock en español. La música también me ha hecho crecer y lo que escribo tiene algunas de sus raíces en el canto de las sirenas.

9. ¿Cómo relacionas el Tarot y la literatura?

Su vínculo es estrecho, innegable e ineludible. El tarot es fuente inagotable de reflexión, permite mirarnos en el espejo de los arcanos, para repensarnos. Es un cristal de dos lados, un espejo doble, el ofrecido por el simbolismo (también arquetipo) de cada arcano y el construido por el tarotista a partir de su ejercicio especulativo: el reflejo de una carta más el reflejo de la interpretación. Podría haber dicho algo muy cercano a lo anterior si hablara de la literatura, porque el potencial de especulación en ambos es infinito. El tarot es un juego, nos pone en contacto con nuestra necesidad y capacidad lúdicas y con el placer que nos produce. Tarot y literatura son juegos para tomarse en serio, igual que el arte.

10. ¿Has batallado para publicar?

No he buscado, salvo en un par de ocasiones (sin conseguirlo), la publicación como tal, lo poco que he publicado ha llegado como invitación o como parte de un premio o reconocimiento, en este sentido, no he batallado; pero sí me gustaría tener más textos impresos, quizá sea el momento de entrarle a la caza, dudo, me resisto porque lo percibo como una lucha desgastante y llena de trampas, me parece que el cazador de publicaciones, por necedad, puede convertirse en cautivo de sí mismo, transformar a su escritura en presa, le temo a eso, me gusta el animal libre de la expresión.

11. ¿Es importante el silencio?

Sí, más que importante, necesario, aunque no siempre posible, me refiero al silencio como ausencia de ruido. Si lo pensamos como vacío, se vuelve el espacio y tiempo de las preguntas que dan origen a todo lo demás. El silencio, para los mortales, es una utopía, valioso para la poesía y retrato de la hoja en blanco para el que escribe.

12. ¿Vivirías en un mundo sin imágenes?

Sin imágenes no hay mundo, podría vivir en calidad de bulto, es decir, sin mundo, dentro de uno imperceptible.

13. ¿Te consideras crédula?

Crédula no, creyente sí, no hablo de profesar alguna fe religiosa, sino del sistema de creencias que me sostiene, todos somos creyentes en este sentido, pero no todos se atreven a aceptarlo, quizá porque confunden las peras con las manzanas, las certezas con las doctrinas.

14. ¿A qué le huyes?

Como todos, a la muerte. Antes le huía también al compromiso, en muchas de sus formas, la aparición de alguien en mi vida coincidió con o provocó el desvanecimiento de esa neurosis, por otro lado, la maternidad me trajo el más hondo arraigo.  

15. ¿Cuánto tiempo le dedicas a la escritura?

A la escritura ostensible, menos tiempo del que quisiera y a veces, más tiempo del que debería. A la escritura silenciosa, la que se va gestando a diario y de a poco, todo el tiempo, aunque seguido sea inconsciente de ese proceso.

16. ¿Te gustaría pasártela de viaje?

Pasármela de viaje, no, regresar a casa y poner pies sobre tierra tiene también su encanto; viajar mucho, sí, vagar es el descanso alejado de la rutina, la ingravidez de las preocupaciones y las opresiones, es poner en marcha la condición volátil del ser que deviene angustia porque la realidad es densa o al menos nuestra percepción sobre ésta lo es; el sedentarismo de la civilización nos condena a la gravedad ejercida cuando pisamos tierra y también a los efectos de la pesadez. El firme nos conforma entre sus paredes de polvo, la tierra aprisiona al hombre de arcilla; lo extranjero nos desborda con su energía fresca, nos devuelve al nomadismo, nos acerca a la libertad y a la ligereza de seres itinerantes.

17. ¿Te adscribes al feminismo?

Siendo mujer, definitivamente sí, no podría o no debería ser de otra forma. Pero no me identifico con todas las feministas ni con todas las maneras de interpretar al movimiento.

18. ¿Te afecta la luna para escribir?

La luna me afecta para todo. Si me pongo astrológica, es mi luminaria regente. Si me pongo tarotista, es, de alguna forma, la energía antecesora (La Suma Sacerdotisa) de mi personalidad (La Emperatriz). Si juego a la astronómica, la luna es el quinto satélite más grande del sistema solar, pero en cuanto al tamaño proporcional respecto a la Tierra, es el satélite más grande: un cuarto del diámetro de nuestro planeta, se entiende que la luna ejerza una fuerte influencia en la Tierra, causando mareas, por ejemplo, si la mayor parte de nuestro cuerpo está formado por agua, tiene sentido que también “nos mueva”. Si me pongo mítica, Hécate es el símbolo de la relación entre la mujer, la luna y la magia, escribir es comunicarse con los “dioses” para manifestar ese diálogo a través de la voluntad, o sea, hacer magia. Y si me pongo poética, la luna encierra un tejido de sueños, su blancura es espejo para mirarnos, su forma cuna para mecer los anhelos o redondez que alberga el todo, montura para cabalgar en el aire, ancla en el mar celeste, escalón para el asenso o el descenso, según la necesidad. La luna me afecta para todo, incluida la escritura, porque resulta que no es de queso, sino de sustancia psicoactiva, de materia onírica y de espejos de hielo. La hemos mirado y nos ha devuelto la mirada, sabe lo que nosotros nunca sabremos de nosotros mismos ni de este mundo salvaje.

19. ¿Eres buena conversadora?

Tú deberías responder esta pregunta.

20. ¿Cómo eliges tus temas?

A veces, los elijo al vuelo, manteniendo el pacto lúdico con la escritura, otras, los temas me van acotando y no puedo hacer más que escucharlos, algunos hablan con sigilo, otros gritan, empujan y arremeten hasta que la mano se suelta, conectada a la mirada, a la boca, a la emoción, al pensamiento.

21. ¿Escribirías para cine?

Me encanta el cine y los guiones me parecen fundamentales para que una película me resulte buena o no. Me gustaría mucho ese reto, pero al menos hoy, lo considero para otra vida, en esta me conformo con el disfrute del lenguaje cinematográfico, que logra la confluencia de muchas disciplinas artísticas, entre ellas, la literatura.

22. ¿Te exiges mucho?

En casi todo lo que me importa, sí, en las minucias, me sale bien el desgarbo, algunas cosas importantes ameritan desfachatez, así que también discrimino para darle rienda suelta a esta consideración.

23. ¿Coleccionas algo?

Colecciono sobres, hojas y postales para correspondencia; me cuesta deshacerme de cajas, latas o de ciertos recipientes, porque siempre les encuentro/busco otro uso; atesoro, consumo y disfruto tés, vinos y libros; va creciendo poco a poco el número de mazos de Tarot, placer cuya línea divisoria con el vicio es muy delgada.

24. ¿Gatos o perros?

Perros, sin duda. Los seres humanos nos dividimos en dos: los que nos reconocemos en los ojos perrunos, amamos la sencillez, hacemos contacto con el elemento tierra y valoramos la lealtad y, por otro lado, los que gozan de la arbitrariedad, están más conectados con el aire y no les causa conflicto la ingratitud.

25. ¿El arte se enseña?

No, los buenos maestros (los académicos y los de a pie) nos sensibilizan al arte, pero el arte no se enseña, el arte nos enseña, nos muestra miles de posibilidades, nos abre puertas, nos hace preguntas, nos confronta, nos deleita. Los grandes artistas son guías avezados que, sin proponerse la docencia, nos atraviesan con sus verdades sobre el mundo y sus habitantes.


Livier Fernández Topete (Ocotlán, Jalisco, 1981)

Lic. en Psicología (ITESO); Maestra en Artes, Especialidad en Educación en el Arte (UANL); Sommelier de Té (Certificación internacional por EL CLUB DEL TÉ) y Tarotista en 4 enfoques (Certificación por NUMEN Tarot).

Hacedora y lectora de imágenes visuales, se ha involucrado en la danza contemporánea y en otros géneros dancísticos.

Fue cofundadora y coeditora de Ediciones Intempestivas y de la revista Manual del Desierto.

Ha dedicado su trabajo a la docencia (universitaria en otros tiempos) e independiente actualmente. Fue docente de la Facultad de Artes Visuales de la UANL en Monterrey y coordinadora de los talleres “Escritura en proceso” y “Nube Tinta (Tres nociones sobre el fenómeno de la escritura)” en la misma institución; docente también en la carrera de Psicología de la UNID en Ocotlán, Jalisco.

Ha impartido cursos de sensibilización artística, de escritura y de pedagogía de las artes en la Universidad Veracruzana en Xalapa y en el Puerto de Veracruz, y fue maestra de Semiótica de la vida cotidiana y de Lectura de la imagen artística en el Centro Cultural de la UNAM Morelia. Impartió también un Diplomado en Lectura de la Imagen Artística en el Centro de Estudios de Artes Plásticas “Salvador Dalí” de la misma ciudad.

Fue seleccionada, junto a otros poetas, en el Certamen de Literatura Joven Universitaria (Universidad Autónoma de Nuevo León), del cual se publicó el libro antológico Antes de nosotros.

Tiene publicados dos libros de poesía: A mares, editado y presentado por la UANL dentro del marco de la FIL Monterrey, y Frente al desierto, editado por Diablura Ediciones (Toluca) en coedición con la Sociedad de Escritores de Michoacán. Este último libro fue escrito con la beca del Centro de Escritores de Nuevo León.

Ha colaborado en 7 antologías de poesía en Nuevo León, Jalisco y Michoacán. Ha participado en lecturas poéticas, mesas redondas y ponencias en espacios culturales independientes e institucionales como la FIL Guadalajara, la FIL Monterrey, la Feria de Minería o la Librería Bukster en Santiago de Chile.

En el 2012, participó como invitada (representando a Nuevo León junto a otras dos poetisas) en el evento: VII Encuentro de Mujeres Poetas en Huejuquilla y III de Mujeres Poetas del Noreste «Al filo del poema», en Jiménez, Chihuahua, organizado por el ICHICULT y CONARTE.

Actualmente vive en Morelia, ejerce la psicología alternativa e imparte talleres de arte, de cultura del té y cursos de Tarot de forma independiente, y desde noviembre de 2019 mantiene la columna semanal “Digresiones: té, arte y psicología” en el portal El artefacto de Morelia.

Su proyecto más reciente es la escritura de un trabajo centrado en la relación entre Poesía y Tarot.

Habita en daimontarot.com y Livté/La Casa del Té (Facebook)

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