“Con Kuri buscamos la empatía, no es denuncia dura y pura”: Fernando Llanos

Raúl López Téllez

-¿No se queda corta la tendencia del “cine indígena” respecto a mostrar como denuncia o protesta la realidad que viven los pueblos originarios, al obedecer a una tendencia de moda?, se le pregunta de entrada a Fernando Llanos, artista visual y documentalista que presentó en el pasado 17 Festival Internacional de Cine de Morelia, Kuri (Somos fuego), a la par de instalar el montaje “Arte y Resistencia” en el Centro Cultural Clavijero, la cual cierra este próximo viernes 31 de enero e incluye la proyección de la cinta.

“En el nuestro, sí hay una voz clara de queja, que aparte la hace Juan José Estrada Serafín (el fotógrafo purépecha del documental), que lleva años grabando a su comunidad y también por eso logra lo que logra, se nota que es parte de la comunidad… conoce los problemas, los padece en primera persona”, dice el autor y productor.

Otra “gran diferencia”, señala, “es que no estamos partiendo de un ojo externo; hay una dirección que ayuda a apuntar una historia, hay un proyecto más amplio como el de la exhibición, que sí es más de empuje y de visión, pero al final hay un 95 por ciento de contenido de Serafín que es muy válido, nadie le ha cuestionado eso, la validez”. Hay otros casos, equipara, “como ´Roma´ (el filme de Cuarón) donde el tema indígena o protagonismo indígena, o ´La camarista´, que si tienen una etnicidad del personaje muy marcada pero quizá no lo abordan, sino mucho más ficcionada, con esos tonos que no tiene el documental (…) Llegamos a tocar ese tema, como dice el video, porque empezamos con las Misiones Culturales, llegar a los más violentados y pobres del estado, eso es lo que hace que palpes esta realidad y luego hagas este tipo de proyectos de carácter social”.

Llanos –de acuerdo a la información que integra la exposición-, ha expuesto en museos como el Guggenheim y es el “único artista moreliano” integrado a la colección del Museo Universitario de Arte Contemporáneo. En plática para el-artefacto, mientras le hinca el diente a un pan que escurre cajeta, dice que con Kuri no se pretendió imponer “una verdad” o una versión “dura y pura”.

Fuego interno

Los árboles no dejan ver el bosque (Gastón Andrade, 2016), además de Recuperando el paraíso (José Arteaga y Rafael Camacho, 2017), son documentales relativos el primero a Cherán y el segundo a Ostula, en la Costa Nahua, ¿qué ciclo vendría a complementar Kuri en este discurso?

“Tratamos de enfocarnos más al fuego, a su cosmovisión, a un espectro que surge de la anécdota de la quema de un camión o de 10 camiones, pero que al final también tratan de abordar el tema de una manera más amplia, hablan de casos específicos como Cherán, Nahuatzen, Arantepakua, pero una constante es su relación con este fuego interno, que a veces ayuda a la protesta, y también a diferencia de las demás, aparece Kurikaueri (el dios del fuego), aparece a cuadro, eso es una libertad creativa que quisimos aprovechar” y que ya existía a través de un proyecto televisivo, donde se concreta en una marioneta.

“Ya la teníamos desde hace años para un programa de tele, donde Kurikaueri les enseñaba los números a los niños, en inglés, el argumento es que el estado es el que más manda niños a los Estados Unidos, humor y política, enseñar frases en inglés: cómo se brinca un muro, pásame la escalera, dame la mano”, dice.

“No es denuncia dura y pura”, admite. “Creemos que se aborda de una manera que busca generar más empatía, buscamos que al final la gente entienda qué están padeciendo algunos purépechas allá en la Meseta y que también valoren su fuego interno”.

Del caso Nahuatzen que refleja Kuri, dice que “no quisimos hacer un documental que tuviera ´la verdad´, y decir que esto es confuso y nosotros vamos a ponerle luz”, señala ante el señalamiento de que en el municipio persiste un conflicto no resuelto desde hace varios años y en el que han intervenido e intervienen intereses diversos. “Por eso nos vamos con una niña, con un títere que habla, no queremos entrar en la polémica de ´es la verdad y las cosas son así´; hay un monstruo, y es la corrupción y quiere entrar a mi pueblo, me parece la manera más sana de abordar el tema”, insiste.

Kuri, al igual que la exposición “Arte y Resistencia” en el Centro Cultural Clavijero, aborda el conflicto que vivió Nahuatzen en el año 2016. Como una de las expresiones iniciales de un conflicto que por desgracia se mantiene en el municipio, en el ambiente está la quema de dos camiones el 18 de mayo de ese año, cuando los pobladores purépechas desarman a la policía local, bloquean accesos y retienen vehículos. “Intereses de fondo”, dijo la prensa de esos días en que la movilización alcanzó acuerdos hasta el 28 del mismo mes. 

De la exposición en el Centro Cultural Clavijero, que forma parte del programa Cultura Comunitaria de la Secretaría de Cultura federal, dice que de esta surgió la película. Con la enorme estructura de un camión refresquero, una reproducción fiel hecha primero en 3D y luego en madera por los artesanos del lugar -incluso con una parte de parota, una madera preciosa-, del que a un lado yace la puerta original con vestigios del incendio –que afirma Llanos le regaló el Consejo Indígena-, y en cantera se reprodujeron las partes de su motor, en torno al icono se incluyen desde portadas de diarios estatales que dan cuenta de esa de esa rebeldía de mayo, comerciales y juegos verbales en torno a la marca del refresco así como elementos de la cosmogonía ligados al fuego, hasta un video donde la voz la tienen los comuneros.


“Arte y Resistencia” y Kuri (somos fuego), Centro Cultural Clavijero, Nigromante 79, viernes 31 de enero, clausura de la exposición y exhibición del documental, 17:00 horas. Acceso libre y gratuito. Público: Todo público.

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