Del otro lado del charco: las idas y venidas de Fernando “Reincidentes”

Víctor Ruíz

Reincidentes es una banda emblemática del Estado Español. Combativa desde su nacimiento, lo mismo suena en Andalucía que en tierras zapatistas. Por la voz de Fernando Madina han pasado ecos de desigualdad, injusticias y frustraciones; pero también de mucha esperanza y resistencia.

El rock no cansa. Ni más de 30 años en carretera, una semana entera produciéndole un disco a Vantroi (y lo que ello implica) o una fractura en el brazo son suficientes para pensar que esta vida no da para más. Fernando Madina, vocalista de Reincidentes, dice que es un privilegiado, de los pocos que pueden hacer de su manera de vivir un trabajo.

Cuando se le pregunta de política se apasiona tanto o más como si hablara del Atlético de Madrid. Reconoce que no es un experto de la situación económica y social de Latinoamérica, pero a la primera oportunidad hace un diagnóstico breve lo que pasa desde México y hasta la Patagonia.

Sin importar cuántos países en Europa hayan recorrido, sentencia que América es el mercado natural de Reincidentes. Advierte que no es por dinero, “acá se gana menos en cuestiones económicas”. La experiencia es lo que cambia.

“Latinoamérica es una fuente de aprendizaje, de amistades, es algo muy especial, tenemos muchos fans por acá y lo mínimo que se merecen es que de vez en cuando aparezcamos y podamos compartir con ellos”.

México no se queda atrás. La primera vez que Reincidentes pisó tierras aztecas fue en el año de 1992 y no lo hizo para celebrar el “encuentro de dos mundos”, sino para ser humildes y enviar un mensaje de que en el otro lado del charco también se era consciente de la invasión, el genocidio y la crueldad que significó la Conquista.

A partir de ese año, las visitas de la banda sevillana fueron frecuentes, hasta que en el 2003 se cortó la racha tras una gira emprendida junto a Boikot, Disidencia y Vantroi. “Para nosotros México representa lo que es Latinoamérica” refiere como una conclusión tras varias idas y venidas.

Fernando no duda: en 30 años ha cambiado más la situación política que el rock. Celebra el regreso de bandas como la Polla Récords, Maniática y Disidencia, pero también se cuestiona el conservadurismo del público, ese que se aferra a no dejar morir las bandas clásicas.

Aunque en teoría se pudiera pensar que esta inclinación musical podría favorecer a bandas como Reincidentes, Fernando considera que lo mejor que le podría suceder a los tiempos que corren es que todo se rejuvenezca.

“Estamos en un proceso donde a los nuevas bandas les cuesta más porque parece que la gente se ha vuelto conservadora y quieren a las agrupaciones de antes, aunque tampoco creo que sea algo propio del mercado español”.

Su paso por México le hace recordar los gobiernos perpetuos del PRI, la maquillada transición con el PAN y la supuesta esperanza que ganó el pueblo con Morena. Pero en el Estado Español las cosas tampoco van bien. Cuenta que se avecinan elecciones y que el miedo se posiciona entre un ascenso sorpresivo de la ultraderecha o una traición de la izquierda.

“Las encuestas dicen que las tres derechas no van a sumar lo suficiente para formar gobierno, pero también es cierto que la izquierda ha sido incapaz de hacer lo suyo, por eso estamos votando otra vez. Al PSOE habría que quitarle las palabras socialista y obrero porque nos están dejando en situaciones dramáticas cada año y hay que tener mucho cuidado aquí, porque en una de esas pactan con la derecha”.

En diciembre Reincidentes romperá la malaria y regresará a México. Serán tres fechas: Ciudad de México, Guadalajara y Querétaro. Prometen estar enteros como aquella primera vez que se subieron a un avión para romper las fronteras. Harán un repaso a su carrera en poco menos de dos horas y como desde hace 30 años, serán claros: Reincidentes sigue “aprendiendo a luchar”.

Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente representan la opinión de el-artefacto.

Loading

También le venimos ofreciendo:

Danos tu opinión: