El encargo

Gerardo Pérez Escutia

En la búsqueda que hacemos de autores y novelas para construir esta columna de Bufete negro, de vez en cuando encontramos textos sorprendentes que se salen de los parámetros comunes a las diferentes y diversas corrientes de la novela negra, textos que por su originalidad y contenido refrescan los alcances del género y enriquecen literariamente la experiencia de la lectura: Este es el caso de la novela que reseñamos el día de hoy, se trata de El encargo (Tusquets, 1988) de Friedrich Dürrenmatt (Suiza, 1921-1990).

Friedrich Dürrenmatt fue un dramaturgo, ensayista y novelista suizo que alcanzó gran éxito en Europa en la segunda mitad del siglo XX, su incursión en la novela fue principalmente en el género negro al que pertenece la obra que hoy recomendamos.

Friedrich Dürrenmatt

Decía Borges que la principal diferencia entre la novela y el cuento es que para la primera lo más importante son los personajes, la trama solo son “cosas” que les pasan a éstos, esto lo ejemplificó con el Quijote, ya que lo más significativo de esta gran novela es el personaje que ha trascendido los siglos a través de todas las peripecias narradas, lo que contribuyó a fijarlo en nuestra memoria y en la historia universal de la literatura; en el cuento lo más importante es la trama, ya que su brevedad obliga a mantener la atención del lector en la historia y los personajes solo apuntalan dicha trama para en pocas páginas fijar toda una estructura narrativa que impacte y logre el vínculo mágico con el lector.

La obra que reseñamos hoy se puede considerar una novela corta o un cuento largo y como tal, cumple con ambas premisas borgianas, unos cuantos personajes sólidos, bien construidos con una trama adictiva y novedosa que nos impide despegarnos de su lectura.

F., una periodista de la televisión suiza, famosa por sus impactantes reportajes, recibe inesperadamente un “encargo” de parte del prestigiado psiquiatra danés Otto von Lambert, que le pide indagar, reconstruir y hacer un reportaje sobre la misteriosa muerte de su esposa Tina, quien fue encontrada violada y muerta en las ruinas de Al-Hakim en El Cairo.

F., acepta el encargo luego de que el psiquiatra le compartiera sus sentimientos de culpa y un relato pormenorizado de los hechos que él cree motivaron la huida de Tina, y que a la postre la llevaron a una muerte atroz. Como el psiquiatra trataba la depresión de su esposa, le comparte sus apuntes en donde llevaba nota del deterioro emocional que sufría Tina, así como un diario que ella escribió.

F., pasa la noche leyendo los documentos que le entregó y descubre una historia atroz, una relación enfermiza dominada por la desconfianza y el desprecio, todo ello la intriga sobremanera, y junto con su pequeño equipo fílmico se dirigen al país árabe en busca de las huellas de Tina en El Cairo, sin saber que se dirige a una experiencia que le cambiará su concepción del mundo, y que la enfrentará a sus propios demonios, experiencia de la que no saldrá indemne.

La periodista paulatinamente se da cuenta de que nada es lo que parece, se enfrenta a personajes tortuosos que representan a las autoridades del país: un obeso jefe de la policía que le recuerda al mariscal Göring y a un presunto facilitador de su encomienda, un “petimetre de gafas sin montura”, jefe de Servicio Secreto, quien con tortuosa zalamería se ofrece a ayudarla en su “encargo” y a protegerla del jefe de policía.

F., se da cuenta de que se encuentra en medio de un juego de poder y que el asesinato de Tina tiene un componente político que puede tener repercusiones internacionales, aprende de la peor manera que se enfrenta a un país donde el “fatalismo” islámico le muestra su cara más brutal, todas sus concepciones sobre justicia y respeto a los derechos humanos caen como un castillo de naipes, en su búsqueda tras los pasos de Tina.

El autor nos presenta una novela plagada de ambigüedad, donde tenemos que intuir muchos elementos, lugares, personajes. Deliberadamente despoja de adornos a la historia y se va a la esencia, haciéndonos sentir de manera brutal, la fuerza del choque cultural entre Occidente y el mundo islámico.

F., conoce a un singular fotógrafo que se hace llamar Polifemo, que asumirá el papel de su guía en el descenso al infierno que le espera a la periodista, donde también ella va descubriéndose a sí misma. La figura atormentada de Tina actúa como un espejo que refleja grotescamente su mundo “aséptico” y ordenado, se da cuenta de que al hurgar los entretelones de la muerte de Tina también se encontrará con su esencia más íntima.

La trama se acelera, las imágenes que nos brinda el autor son impactantes, nos describe un país desgarrado por conflictos religiosos y políticos, donde el valor de la vida como lo concebimos en Occidente pierde sentido, y donde nadie muestra su verdadera cara.

Al final nos lleva a un desenlace sorprendente, redondeando una historia que en menos de 150 páginas nos deja sin aliento.

Una novela excepcional que recomiendo ampliamente.

Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente representan la opinión de el artefacto.

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