El origen de la muerte

Horacio Cano Camacho

Aprovechando el envión proporcionado por ómicron les quiero hablar de dos novelas negras ambientadas en África. Podría decir que son novelas africanas, pero fueron escritas por europeos, si bien no tienen un tratamiento de folklorismo, si no les señalo el origen de los autores, bien podrían considerarlos del continente. Leyendo los encabezados sobre el virus, dignos del “Alarma”, recordé varios textos que me han impresionado en el género del que aquí hablamos y que se escenifican por esas tierras y ahora se los recomendaré.

Al principio, no existía la muerte. Esta es la historia de cómo la muerte llegó al mundo… «Ya es demasiado tarde, pues, por tu propio error, la muerte nació el día en que murió el hijo de tu vecino». Y así es como surgió la muerte, y, por eso, hasta el día de hoy, cuando una persona muere no regresa, pero, cuando muere la luna, siempre vuelve.

Así inicia La hora del Dios Rojo de Richard Crompton (Siruela, 2015), la novela impresionante escrita por un joven inglés que vive entre Tanzania y Kenia desde el 2005. Ambientada en Nairobi, capital de Kenia es el primer caso del detective masái Mollel.  Una novela oscura, trepidante y muy ilustrativa. Con un protagonista tan complejo como la ciudad misma en donde está ambientada. La lucha por sobrevivir a la “modernidad”, lo complejo de las tradiciones y el enfrentamiento entre los diversos grupos éticos que pueblan Kenia: kikuyu, masái,  luo, meru, embu, kalenjin, luhya, entre otros de los aproximadamente 40 grupos tribales. Y desde luego, siempre está presente la carga de la herencia colonial y el lastre de la corrupción.

Los masái  creen que hay un tiempo en que la locura lo invade todo. Cuando las personas se vuelven unas contra otras, y cuando la ira es el único instinto humano. Esto es «Esaa Enkai Nanyokie» o la hora del Dios Rojo.

Mollel, antiguo guerrero masái, devenido en detective, se enfrenta al poder, la corrupción y el papel de los grupos religiosos cristianos que “ayudan” al empobrecido país y que más que ayudar verdaderamente operan en su contra. La hora del Dios Rojo nos presenta una trama cautivadora en la que el brutal asesinato de una prostituta se convierte en un caso que implica a miembros reputados de la sociedad de Nairobi y a los poderes facticos que son el verdadero  gobierno. La investigación que nos va descubriendo las conexiones entre el poder económico y el político avanza de manera enérgica y describe de una manera muy fidedigna el trabajo de campo que hace nuestro protagonista, un policía con un gran sentido de la justicia en una ciudad en la que la corrupción consigue campar a sus anchas.

El autor nos sitúa en una de las emergentes megalópolis africanas y refleja fielmente la atmósfera de Nairobi. A su vez, la situación en la que se encuentra la ciudad, en plenas vacaciones de Navidad y con unas elecciones que sin lugar a dudas van a ser motivo de conflictos y disturbios, da una atmósfera oscura y negra perfecta para la novela. Lean este libro, una joya para pasar la ola que se viene.

El segundo libro es Zulú del escritor francés Caryl Férey (Maeva, 2010), un thriller de altos vuelos ambientado precisamente en Sudáfrica. Férey, joven muy reconocido en el Polar, la novela negra francesa, es un viajero consumado y sus historias siempre se vinculan a sus viajes, situándose siempre en los países que va visitando. Así Haka se sitúa en Nueva Zelanda y Mapuche en Argentina

En Zulú, un gran thriller de denuncia, nos cuenta la historia de Ali: tras una infancia traumática en la que asistió al asesinato de su padre y de su hermano por el mero hecho de ser negros en la Sudáfrica del apartheid, Ali Neuman ha conseguido superar todos los obstáculos hasta convertirse en jefe del Departamento de Policía Criminal de Ciudad del Cabo. Para estas fechas, la segregación racial ha desaparecido, pero se impone otro tipo de apartheid, este basado en la miseria, la violencia indiscriminada y una pandemia devastadora en donde 10 millones de personas, desde niños hasta adultos, viven con SIDA. Tras la aparición del cuerpo sin vida de Nicole Wiese, hija de un famoso jugador de rugby local,  Ali Neuman deberá introducirse en el mundo de las bandas mafiosas dedicadas al tráfico de drogas.

Una historia que atrapa, de principio a fin, contada con maestría y que nos va presentando a la sociedad real que se intenta levantar luego de la larga noche de la discriminación.

Se me ocurrieron esos dos libros por que casan muy bien con la situación actual, producto directo del colonialismo. Kenia y Etiopia están a punto de entrar en una nueva guerra y Sudáfrica comenzará a sentir los efectos del aislamiento, pero ahora por razones de “higiene”, pero ambos fenómenos dictados por quienes son los orígenes directos del desastre… No se los pierda. Tanto si ómicron nos regresa a casa, como si es un susto más (ojalá), armado en las salas editoriales y los asesores de gobiernos, se van a entretener, se los aseguro.

Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente representan la opinión de el artefacto.

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