Caliche Caroma
La Secretaría de Cultura de Michoacán (Secum) realizó un recorrido por el Centro Cultural Clavijero este viernes 11 de febrero, ahí entregó un documento en el que intentaron justificar el uso de los espacios a su cargo para el establecimiento de oficinas de la misma secretaría: “Hacer trámites burocráticos es parte del espíritu de los espacios culturales”, palabras pronunciadas por la emisaria de la Secum.
En el documento que entregaron a medios de comunicación dicen que: “Los inmuebles del Gobierno del Estado de Michoacán asignados a la Secretaría de Cultura son una de las fortalezas de nuestra dependencia porque en ellos es donde se materializa el derecho al acceso a la cultura y el desarrollo de las artes”. También mencionan que muchos de los mil doscientos metros cuadrados que tiene la Secum a su cargo, son utilizados como bodegas y lo mejor que pueden hacer para reorganizarlos es meter oficinas allí. Uso eficiente, le llaman ellos.
Hay que desmenuzar los dichos de la Secum. Los museos, talleres, laboratorios creativos, centros culturales no deben estar mezclados con las oficinas ni con los burócratas, cada dependencia debe tener su propio lugar, por eso las cárceles no son hospitales y viceversa; en cualquier cuarto con cuatro paredes, un escritorio y una computadora se realizan los fastidiosos trámites, ¿por qué quitarle espacio al arte y a la cultura? El Gobierno del Estado tiene muchos edificios desocupados que podrían servir de oficinas para la Secum (¿Qué tal el edificio al lado del Centro Cultural UNAM, en Acueducto? Donde Silvano Aureoles hacía sus reuniones privadas o el edificio en la calle Melchor Ocampo que el gobierno del estado le presta, sin pago de renta, al Festival Internacional de Cine de Morelia).
No debe olvidar la Secum que el arte y la cultura lo desarrollan y lo hacen los artistas, los investigadores, los artesanos, no los burócratas, estos sólo gestionan, organizan y canalizan el recurso que les confía el pueblo, es dinero de la gente, pertenece al estado (el estado está compuesto de gobierno, territorio y población). Aunque la Secum considera que la burocracia que hacen ellos es arte, no es así, por más que quieran torcer las cosas.
Lo que no dice la Secum es que anteriores administraciones han dilapidado el dinero del estado y han quedado a deber la renta de los lugares donde estaban las oficinas de esta secretaría, como el de la calle Isidro Huarte #545, colonia Cuauhtémoc, en riesgo de embargo en 2017 por incumplimiento de pago. Y esto es sólo un botón del saco roto en donde se echan las broncas de la gloriosa Secum. El rey ha muerto, ¡que viva el rey!
Y hablando de dineros, esta redacción pidió datos a Transparencia y Acceso a la Información Pública del Poder Ejecutivo del Estado, dieron respuesta con el número de folio 161283722000003. En este documento se especifica que el presupuesto de la Secum aprobado para 2022 es de $214, 452, 708, o en letra, doscientos catorce millones cuatrocientos cincuenta y dos mil setecientos ocho pesos. Resulta curioso que este año, 2022, el presupuesto que manejará la Oficina del Secretario (secretaria en este caso) corresponde a un monto de $36, 645, 228. Dicha cantidad supera con mucho a lo que han dispuesto en esta oficina durante otras administraciones.
Sin embargo, no le alcanza a la secretaria de Cultura, Gabriela D. Molina Aguilar, para pagar la renta de unas oficinas para la Secum o gestionar un edificio, pues mudará sus aposentos al Centro Cultural Clavijero, junto con otras direcciones. Menos espacio para las artes en estos híbridos, mitad cultura, mitad burocracia. Sin mencionar que tendrán que compartir días laborales con las bodas que se organizan ahí y que se supone están a cargo de los Amigos del Clavijero. ¿Por qué no mudan las oficinas de la Secum al Palacio de Gobierno o al elefante blanco llamado Casa Michoacán?
Plus sobre la información de Transparencia y Acceso a la Información Pública del Poder Ejecutivo del Estado: el presupuesto aprobado para 2022 no tiene un plan cultural de trabajo, ¿cómo se aprobó este dinero si no se sabe en qué se gastará? Bueno, se gastará en sueldos varios, pero no en un plan de cultura, es la política del «como veo, doy». Varios de los perfiles de las direcciones de la Secum nada o poco tienen que ver con el arte o la cultura, y la página oficial de la Secum no esta actualizada con dichos perfiles. Estaría bien que revisaran nuestras autoridades de Cultura la historia, el proceder de aquel Instituto Michoacano de Cultura, porque como secretaría simplemente no ha funcionado.
