Lo LGTBIQ+ en The Last of Us Part II

Wendy Rufino

The Last of Us Part II (2020), uno de los primeros videojuegos que nos ha entregado protagonistas LGTBIQ+ y personajes que han replanteado la representación de las mujeres en la industria, y ha dado mucho de qué hablar, más allá de la trama en sí, la cual gira en torno a seres humanos que buscan sobrevivir después de una pandemia que desbastó un mundo que, aun así, no deja atrás a sus peores monstruos.

Grupos paramilitares, cultos religiosos, científicos que tratan de encontrar la cura contra la pandemia, bandidos y civiles armados buscando un lugar para reiniciar sus vidas. Esto es parte de lo que queda en este «nuevo mundo» donde escapar de los zombies o evitar ser mordido por alguno de ellos no es lo único con lo que se debe de lidiar.

Conservadorismos en los videojugadores

Desde los avances de TLOU 2, parte de la comunidad más conservadora de los videojugadores denunciaron a la empresa desarrolladora por realizar propaganda LGTBIQ+ y, de esta manera, tratar de confundir a la audiencia. ¿La razón de esto? El videojuego cuenta con personajes de diversas preferencias sexuales e identidades de género.

Este sector de «videojugadores conservadores» realizaron memes sobre la falta de busto de Abby, además se quejaron porque su cuerpo era muy masculino por el simple hecho de que ella tenía músculos, cuando en realidad serían los músculos que necesitaría Lara Croft para realizar la mayoría de sus hazañas. Esta habilidosa soldado es heterosexual y mantiene una relación con otro soldado, Owen, pero tras los primeros avances del juego, la consideraron más un personaje trans sin ningún fundamento, sólo por su físico. En cuanto a Ellie, otra de las protagonistas del juego, no gustó mucho por ser lesbiana, incluso cuando, desde la primera entrega, por hay de 2013, su orientación sexual había quedado bastante clara y no era para nada una sorpresa. Y Lev, el joven trans, les pareció a estos gamers la exageración total para un videojuego, así sin más.

Abby, TLOU2

Lev y la comunidad LGTBIQ+

La polémica que levantó el personaje de Lev para la comunidad LGTBIQ+, se dividió en dos posturas, la primera de ellas consideró que era un personaje que representaba valentía, fuerza, habilidad e inteligencia y que, desgraciadamente, se enfrentaba al machismo, misoginia, homofobia y transfobia, los peores monstruos de la sociedad, que ni la pandemia e invasión de zombis había logrado aniquilar, al contrario, parecían más vigentes que nunca e implicaban nuevos riesgos, sobre todo para un personaje como Lev, que había crecido dentro de un culto religioso post pandémico.

La segunda postura consideró un acierto incluir a un personaje trans dentro de la trama, pero en esta ocasión tenía más aspectos negativos, el primero de ellos es que no era un personaje con el que se pudiera jugar; y segundo, la historia de Lev revivía el trauma de la violencia y el rechazo social, es decir, la única manera en que se les ocurre colocar a un personaje trans es reviviendo una y otra vez la violencia física y emocional.

Ambas posturas son claras y debatibles, incluso otro de los personajes LGTBIQ+ que viven la discriminación es Ellie y Dina, que deciden besarse en medio de una fiesta de la comodidad de supervivientes, lo que provoca la molestia de uno de los asistentes, por considerarlo una conducta inapropiada frente a las infancias presentes.

Lev, TLOU2

El patriarcado en la industria y su audiencia

Quizá el patriarcado más intrincado está en la audiencia de los videojuegos, en donde prevalece el apego a los estereotipos, y a quienes les sorprende e incomoda cuando se rompen estos, como sucedió con Abby, un personaje con el que podías jugar, pero que no lucía el curvilíneo y exagerado cuerpo de la industria como todavía lo vemos en títulos como: Resident Evil, Dead or Alive, Grand theft auto, Tekken, Street Fighter, Final Fantasy, pese a sus justificación en el arte del juego, el propio Nier Automata y muchos juegos más.

La industria de los videojuegos está bastante arraigada en un pensamiento patriarcal, la mujer ha pasado de ser una damisela en peligro, un aspecto decorativo y sumamente sexualizado, frente a la protagonismo masculino hegemónico, a tener una forma diferente de ser y estar. La aparición de estas nuevas heroínas deberían cuestionarnos sobre quiénes protagonizan los juegos y cómo son representad@s.

Dina y Ellie, TLOU2

La industria de los videojuegos se benefició por mucho tiempo del estereotipo de las mujeres, ahora, pese a los esfuerzos de diversas compañías (muy pocas, la verdad) por combatir estereotipos, por ser más inclusivos, todavía encontramos a una inmensa cantidad de videojugadores buscando mods (modificadores extras al juego, en algunos casos sin permiso de la compañía) para que los personajes femeninos salgan en poca ropa, incluso se consideran «Logros» conseguir estas modificaciones en algunos videojuegos.

Los personajes que podríamos considerar LGTBIQ+, generalmente pasan como indefinidos, como el caso de Aloy de Horizon, o con los personajes trans que casi siempre son villan@s ataviados de ropas excéntricas o bien personajes rodeados de peligro como el caso de Lev, que sólo refuerzan prejuicios y estereotipos obedeciendo a un patrón machista.

Esperemos que pronto haya cambios en la industria de los videojuegos y que se encamine hacia una igualdad de género en las tramas, personajes, y entre videojugador@s como trabajador@s de las compañías.

Wendy Rufino

Fotógrafa que por accidenté terminó como fotorreportera; aficionada a los videojuegos, mangas, anime y cómics. Egresada de la Facultad de Filosofía (UMSNH).

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