Moda, tapabocas y atemporalidad: Áurea Bucio

Caliche Caroma

Millones de seres humanos alrededor del mundo se ven obligados a usar tapabocas para protegerse del Covid-19, enfermedad provocada por el virus SARS-CoV-2; estas medias mascarillas también son conocidas como cubrebocas, aunque sería más acertado, y serviría como guía para su correcto uso, llamarlos tapanarizboca o cubrebocanariz. El más común, el azul desechable, se ha convertido en un problema de residuos sanitarios, no es raro encontrarlos tirados en la calle, plazas y hasta en el mar. Existe, desde el inicio de la pandemia, una discusión encendida, guerra de opiniones acerca de su uso generalizado, ¿sólo los enfermos deberían traerlo puesto? Sean jengibres o naranjas, muchos funcionarios en México han decretado su obligatoriedad para las pocas actividades públicas, también llamadas esenciales.

En este campo semántico y patológico, una alternativa es el tapabocas reutilizable. El ingenio mexicano nos ha traído la variedad a la que estamos acostumbrados, “pásele, uerita”. Tapabocas de luchadores, con dibujitos para los más pequeños de la casa, de superhéroes, solidarios como los creados por Carlos Amorales y la Galería Galería Kurimanzutto, con el logo del partido político de su preferencia, fosforescentes, etcétera del tapabocas.

En Morelia tenemos a Áurea Bucio, diseñadora, empresaria y dueña de la marca de ropa que lleva su nombre. Esta es una extensa entrevista y galería de fotos para que conozcan la propuesta de Áurea, su trayectoria y su taller-casa, donde la contingencia no está peleada con la moda, a precios accesibles y con altruismo, cadena de trabajo, buen humor, perritos y gatitos. Quédate en Casa, si se puede.

¿Qué es? Áurea Bucio es un estudio/taller que trabaja como una “Cartografía textil y de diseño de Michoacán”. Producimos moda, está hecha de textiles tradicionales y/o artesanales de Michoacán, unimos (tejemos) el trabajo textil maravilloso de artesanos locales y, a la vez, además tenemos accesorios de cobre (aretes, brazaletes, etc.) y también hemos hecho muebles.  Al tratarse de una “cartografía”, estamos abiertos a seguir experimentando con materiales y diseños; sobre los materiales, estamos con la intención dar un paso mucho más decisivo respecto a la sustentabilidad. Temas una como “atemporalidad”, re-uso, re pensar cómo y qué consumimos, ya están presentes en la marca, ahora nuestra idea es potenciarlos mucho más. Y claro, explorar (casi a un punto más divertido) en las formas de la marca.

¿Quién es? Mis estudios formales son en arquitectura, aunque también he pasado por varios años de estudio de dibujo y artes plásticas. Creo que, desde mi formación como arquitecta, no fue difícil dar un “pequeño” salto a la moda; hay un punto donde sin duda se encuentran, el uso de materiales, conocerlos, cubrir/proyectar un cuerpo/espacio, y claro, puntos de diseño donde coinciden bien.

Por otro lado, también realicé estudios en “Estrategias Territoriales” en el IaaC (Barcelona, España), es interesante la forma de analizar y repensar el territorio, teníamos una perspectiva sociológica, filosófica, económica; no era tanto proyectar, sino “re plantearse” el territorio, eso ha influido totalmente en mi quehacer actual. Además, me he dedicado bastantes años a la docencia, la verdad es que me fascina (casi con mayúsculas) ser maestra y, sobretodo, en las áreas de diseño aplicado. Algunos años fuera del país, la experimentación plástica en la niñez y adolescencia, me formaron en algo, que tal vez suena muy “mix”, pero que disfruto y quiero bastante.

La marca Áurea Bucio. La marca tiene 5 años de trabajo formal, aunque ya hacía experimentos desde varios años atrás. Me motiva un aspecto muy básico del diseño: las formas que pueden ser útiles. Sumaría, sin duda, la suerte del contexto natural/cultural; para mí, Michoacán es el paisaje, es inacabable la diversidad y lo que se puede descubrir y vivir por su geografía, ahí aparece un mundo artesanal, sus técnicas, las muy diversas exploraciones que han hecho a través de muchas generaciones, diversos materiales. Esto me motiva muchísimo a aprender y a querer trabajar horizontalmente con los artesanos; es una especie de indagación sobre lo que ocurre al interior del paisaje que existen en una región/comunidad.

Adquisiciones. A través de Daniela Michel (Directora del FICM), atraída por nuestra marca, no sólo adquirió un par de piezas de nuestras, sino que se llevó una más para la esposa de Willem Dafoe, quién le vio puesta la blusa Horizon (deshilado) y la quiso inmediatamente.

Lydia Cacho en más de una ocasión nos ha pedido nuestras piezas, la primera vez que la encontramos en un bazar en la CDMX, le interesó mucho no sólo la estética y la calidad, sino todo el trabajo que hay detrás de la marca.

La influencer y artista “Museum Mammy” nos encontró de manera peculiar, ella llegó a una boutique (Taxonomía) en la CDMX donde solemos tener stock y, según nos comentó el equipo de vendedores de la tienda, se entretuvo en varios racks, cuando dio con el nuestro, ¡se probó todo! Compró cuatro piezas, además nos ayudó mucho, porque (sin solicitárselo) nos hizo un storie y dos menciones en sus redes sociales.

La ubicación. El taller y el estudio está en la Chapultepec Sur, en Morelia, y me encanta la ubicación, estamos a nada, caminando, del centro de Morelia, del Bosque Cuauhtémoc, también cerca se encuentran los centros comerciales de la ciudad, pero a la vez, curiosamente, nuestra calle es muy tranquila, por ratos ni un ruido se escucha, ahora menos con esta pandemia, sólo se escuchan los ladridos de Tonya, mi perrita.

Pandemia y producción. En México veíamos cómo “se nos venía la ola” por el bombardeo de noticias, pero no sabíamos (y tal vez aún no lo sabemos) qué ocurría. Lo primero que se frenó fue el área productiva, ya teníamos fechas para comenzar a experimentar con tintes naturales y una nueva producción de diseños a partir de lo que resultara de esos experimentos; además, estaba en puerta un mueble que también tendría un proceso sustentable y la colaboración con artesanos de Michoacán, todo eso se paró y para cuando termine el “encierro” ya no será tiempo para producirlos, pero por otro lado, para nosotros, fue muy necesario parar de verdad, durante un  mes, con el equipo, y cada quien desde sus casas, estuvimos pensando, digiriendo qué pasaba.

Por un lado, vimos que otras marcas lanzaron ofertas, comenzaron a hacer muchas publicaciones en sus redes sociales y está bien, pero para nosotros no fue así; lo primero fue dejar de producir, para cuidarnos y cuidar de nuestro equipo, que hace que realmente funcione la marca y estudio, no encontrábamos congruente lanzarnos a ofertar y es curioso, ¡que todo el equipo reaccionó así! Estuvimos pensando, analizando y, a la vez, los pagos por su trabajo no pararon (e idealmente no pararán). Estuvimos muy productivos a nivel ideas, pensamientos, y muy energéticos, eso me sorprendió totalmente, pese a que hubo insomnio, pero el camino que ha llevado la marca, casi nos lanzó un mensaje: estamos en un proceso correcto.

Ahora estamos leyendo que grandes marcas están hablando de atemporalidad, de bajar la producción, de pensar en la sustentabilidad, nosotros veníamos de ahí, así que no hubo pánico al interior de nuestra organización, pero sin duda, eso no hace que no veamos y sintamos el parón económico, las ventas han bajado mucho, los puntos de venta donde tenemos material, están cerrados (normalmente vendemos en museos, en destinos de turismo, etc.). Aún tenemos muchas preguntas y estamos buscando respuestas, pese a todo, estamos firmes en nuestro proceso.

Tapanarizboca o cubrebocanariz. Durante años me he negado a tirar los “retazos”, restos que sobra de nuestra producción, porque realmente me parecen telas preciosas y siempre pensé que se podría hacer algo con este material. Llegó el autocuestionamiento, cómo ayudar y enfrentar la crisis, entonces pensé en las donaciones de cubrebocas, batas para el personal médico, enseres de este tipo, y como teníamos este material, las chicas del taller podrían, desde sus casas, hacer estos cubrebocas (no se necesita un equipo especial) y claro, no son para uso en hospitales. Pensamos en obsequiarlos a las personas que su trabajo es móvil: el camotero, el afilador, el paletero, los de la basura… estamos dándoles a ellos estos tapabocas, pero también regalamos unos al personal administrativo del IMSS Michoacán. Como el material que tenemos para hacerlos es bastante diverso, me puse a hacer combinaciones, que, en principio, no tienen una meta estética, sino un trabajo más libre, les envié fotos a amigos para saber su opinión y muchos se interesaron en ellos y estos sí se están vendiendo, lo que salga de ganancia irá directo a la nómina de las colaboradoras.

Diseño y protección. Se puede experimentar mucho y la moda es, por sí misma, una protección, protección de y al medio ambiente, los climas, protección socialmente hablando y, todos estos factores, han dado resultados amplísimos a lo largo de la historia de la humanidad, con variables en tiempo y geografías. Ya nos gustan mucho estos cubrebocas y hay de muchas combinaciones, creo que los que vienen serán más divertidos aún, por así decirlo, claro, sin que pierdan su función.

Moda en la crisis. Yo suelo vestirme con mis propios diseños casi totalmente, pero ahora mismo paso la cuarentena con leggins, t-shirt y tenis, aprovecho que es una combinación que permite bastante actividad física y comodidad. Muchas de las piezas de la marca Áurea Bucio son ajustables, no tienen talla, son envolventes y se adaptan al cuerpo de nuestras clientas y clientes, nosotros, casi con un argot arquitectónico, hacemos que las prendas tengan un “sistema constructivo”. ¿Por qué te digo esto? Porque no somos una marca de ropa deportiva (aunque tenemos muchas sudaderas de manta, también ajustables) y, a la vez, sí tenemos piezas casi de fiesta.

Tengo una especie de “partner” en Berlín, con la que vamos colaborando puntualmente, y justo estuvimos desarrollando una serie de talleres, que se llamarán “Cuando regresemos al exterior” (título real de los talleres) y trabajaremos mucho de la moda, la vestimenta, desde un sentido de protección en lo amplio del concepto y no tienen sólo que ver con el Covid-19, sino con todo aquello que te encierra. Como marca, queremos digitalizarnos más, estamos trabajando en ello, pero tal vez más que enlaces en vivo, que nuestros diseños hablen por sí mismos.

El taller-estudio. Somos Raquel Almaguer, Zeltzin Rosas, Isis Linares, Eduardo García, José Chávez y, cuando se nos junta trabajo, viene a apoyarnos la señora Lupita, que estuvo varios años con nosotras, hasta su jubilación. También por las colaboraciones que vamos haciendo con Lilo Kiefer en Alemania, la consideramos parte del equipo. A ellas, hay que sumar a nuestros proveedores que casi en su totalidad son artesanos de Michoacán, y digo trabajar con ellos, porque sí, pasados los años, siguen siendo los mismos artesanos y materiales, así que claro que son parte del equipo Áurea Bucio. Y bueno, yo misma, jejeje.

¿Regreso a la normalidad? Lo hemos estado pensando mucho y, además del equipo, voy hablando con más gente, no lo sé, como te comentaba, grandes firmas de la moda ya están anunciando cambios, pero creo que nosotras ya estábamos en ese cambio, así nació este proyecto, sin creer en temporadas, sino en atemporalidad, pero desde una perspectiva funcional. Vendrán cambios sociales, pero aún no tengo claro la intensidad y alcances de estos. Soy de naturaleza optimista, pero tampoco creo que pasado este tema, todo vaya a ser color de rosa, no.

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