Pintando la esperanza

Caliche Caroma

Retratos para no olvidar es un ejercicio de reconstrucción de la memoria al que convocó el colectivo michoacano por los derechos humanos Familiares caminando por justicia; se invitó, en este 2020, a los artistas de diferentes disciplinas para que elaboraran un retrato, técnica libre, de Bárbara Robles Hernández, desaparecida el 3 de julio de 2019, y de Leonel Orozco Ortiz, también desaparecido un 3 de julio, pero de 2008. Participaron nueve creadores, no sólo locales, sino que se unieron los talentos de otros estados de la república mexicana en este ejercicio reivindicativo para la presentación con vida de dos personas que coincidieron en tan lamentable situación y fecha.

Trazos, puntadas y colores reafirmando la vida, rostros dibujados que dan aliento a los familiares que esperan con ansias a sus seres queridos, ¿en dónde están? “Leonel Orozco Ortiz, detenido y desaparecido por paramilitares en la región de Nuevo Zirosto”, y es casi imposible no imaginarse la escena con estos pocos datos, apenas un enunciado que nos eriza la piel, el miedo y la rabia, el coraje por no saber dónde está a quien amamos. Bárbara Robles Hernández es moreliana, profesional en el área de la salud, el 3 de julio salió de su domicilio en la colonia Nacional de Canteras, Morelia a las siete de la mañana, dijo que iba a nadar y ya no regresó. Esta información se encuentra en la página de FB de Familiares caminando por justicia, colectivo que acompaña legal y artísticamente a los familiares de los desaparecidos, una labor más que loable porque, ¿quién, en este país, está exento de que algo así le pase?

Las cifras oficiales son escalofriantes, y faltan todos aquellos casos que no se registran, las cifras son seres humanos, estos números están lejos de representar el dolor de las familias. En 2019 se reportaron 61 mil 637 desaparecidos en el país. Pocas, muy pocas personas regresan a sus hogares. Si no fuera por los esfuerzos de los colectivos de la sociedad civil organizada como Familiares caminando por justicia, las autoridades echarían a saco roto los casos, carpetazo y a otra cosa. Es triste, pero es real. La justicia también está ausente. Este 2020 se cumplen seis años de la desaparición forzada de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural «Raúl Isidro Burgos» de Ayotzinapa, Guerrero. Esto no debería ser un ejemplo, ni siquiera tendríamos que hablar de esto. Pero aquí estamos…

Pintar y tejer sus rostros ayuda a no olvidarlos, los trae al presente, aquí y ahora en el recuerdo que persiste, ese ser humano añorado reaparece, aunque sea en una representación, la memoria es poderosa («La memoria es l único paraíso del que no podemos ser expulsados», escribió Jean Paul), la voluntad crece con ella. Se piensa en la presencia, se reconstruyen sus facciones, los ojos, la boca, el cabello, un lunar, esa arruga, esa esperanza, “volverán a casa”, dicen sin decir los dibujos, y cada uno de nosotros deseamos que así sea, no importan los años que pasen, los desvelos, los carteles pegados, las caminatas, “volverán a casa”. Repetir las veces que sean necesarios, hasta que aparezcan.

Este 3 de julio y los días siguientes, Familiares caminando por justicia seguirá apoyando a los parientes de los desaparecidos, no sólo desde el ámbito artístico, su acompañamiento también está en el ámbito legal, en la asesoría psicológica, en el abrazo solidario, sus redes sociales son: https://www.facebook.com/CaminandoxJusticia/ y el correo electrónico al cual se pueden dirigir es el siguiente: caminandoxlajusticia@hotmail.com

¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!