Ya son las 4:20, consulte su reloj…

Caliche Caroma

“Ya vas a poner tu música de marihuanos”, le reclama la madrecita santa al baquetón de su hijo, y tal vez lo haga con razón, pero ¿qué culpa tiene la bendita marihuana? Este 2022 el 4/20 ha pasado desapercibido, al menos aquí en Morelia, Michoacán. Y no por falta de amantes del tetrahidrocannabinol, al contrario, sobran, el problema son los policías, soldados y Guardia Nacional, ¿hipócritas o salvadores? Seguramente el festejo se hizo en lo oscurito, un churro por aquí, un toque por allá…

Michoacán es un estado conservador, los políticos locales son más bien hocicones, muchos de ellos marihuanos de clóset, pero jamás preocupados por lo que fuma la banda, por la pachequez colectiva. Nadie se ha fajado las enaguas como se debe para despenalizar la mota en el estado, pura represión, revisiones aleatorias y detenciones a pachecos primerizos. ¿La CDMX pone el ejemplo? ¿Y también Oaxaca? Quizá sólo se trate de otras llamaradas de petate, que se parecen, pero no son la combustión de las extremidades inferiores de Satanás, es decir, quemarle las patas al diablo con permiso de los que dan permiso. ¿Cuántos más, Fiscalía General de la República?

Tantas cosas que se pueden decir sobre la María, la hierba feliz, la macoña, por ejemplo mencionar algunos de los libros que se han escrito sobre el tema: Reconsideración de la marihuana de Lester Grinspoon, La mente natural de Andrew Weil, Marihuana: El viaje a la legalización de Lourdes Cárdenas, La disipada historia de la marihuana en México 1492-2010 de Juan Pablo García Vallejo, entre muchos títulos más. Y cómo olvidar aquella canción que debería ser himno nacional: «Marihuana, ya no puedo / ni levantar la cabeza / con los ojos rete colorados / y la boca reseca, reseca”.

Para no hacernos bolas, pero sí verdes cigarrillos, pedí la opinión de tres expertos sobre el tema, uno de ellos no es marihuano, pero es abogado. Estas son sus palabras, testimonios/opiniones, reflexiones que nos invitan a repensar lo pacheco, a ver la marihuana con otros ojos, no precisamente rojos, para darle, ojalá, una oportunidad al amor, el amor de un marihuano por su marihuana. 

Paco Barrios El Mastuerzo

Yo creo que de a poco se está abriendo la posibilidad del consumo a nivel recreativo, medicinal, de la marihuana. Respecto a su despenalización o posible legalización, bueno, son procesos que tienen qué ver con la percepción social de si es buena o mala, etcétera-etcétera. En mi opinión, la marihuana debería estar libre de toda culpa, el consumo, la producción, la distribución… En el tema medicinal, por supuesto; en el tema recreativo, pues también. En lo personal, soy un marihuano consuetudinario que la usa, de una manera absolutamente libre, para ciertos momentos que tienen que ver con los estados de ánimo, con las ganas de percibir la chamba, la diversión, el relajo e incluso lo profundo de la vida.

Considero que la marihuana me ha brindado la posibilidad de poder observarme a mí mismo de una forma analítica, de revisión de mis actos. Y de alguna manera, dependiendo de cada uno, creo que a través de la mota se puede tener una actitud de autocrítica todos los días. A propósito de ese término que espero se ponga en práctica más que de moda, a saber, la deconstrucción. Puede parecer una exageración, pero la marihuana me da esa posibilidad de autocriticarme y, por lo tanto, tratar de ser un humano menos peor.

Pensando en un concepto muy bonito de la esperanza que menciona el maestro Paulo Freire, dice que la esperanza sin acción es alienación. El marihuano, si no se mueve, no tiene la posibilidad de continuar, puede convertirse en un alienado, claro que sí,  tenderá a quedarse en ese estado de letargo por el placer de fumar. Pero confío en que la mota puede levantarte, ser ella el resorte para seguir adelante.

Recuerdo una vez que encontré a un soldador que se estaba fumando una bacha después de comer, lo vi y le dije móchate, él me compartió de su churro, mientras yo fumaba él me dijo: “es que la mota es para evitar la fatiga”. Y es neta, cuando uno tiene una actividad pesada y se echa un churro hay un «revival», un levantón y a seguirle.

Hay muchos colectivos que están poniendo en práctica todos los beneficios del THC, curativos, terapéuticos, medicinales. Por otro lado, están los compas que pelean la batalla legal, ahí a llevan. Tantos caminos hacia el bienestar, para pasarla chido. En fin, besitos pachecos para todos.

Dj Droga (Carlos Medina alias El Hormiga)

Es importante destacarla ya como medicina, como terapia. Muchísimos de los padecimientos modernos se combaten con marihuana. Creo que hay que concebirla como una planta sanadora. Subrayo que se reproduce con facilidad, resalto el autocultivo, por supuesto. Ha sido víctima del juicio irracional de mucha gente, se ha satanizado, se le ha prohibido. Ahora podemos observar sus beneficios, la industria farmacéutica ha querido frenar su pronta legalización, pero esto está quedando en el pasado. Ojalá que pronto se sigan descubriendo más de los beneficios que esta planta posee.

Felicidades a Oaxaca, bastión del consumo de la marihuana. Analizar este caso, reproducir aciertos y evitar los errores de otros lugares donde se ha despenalizado, es lo que nos toca como sociedad. Adelante con la celebración de esta medicina, planta que tiene que ver con muchas expresiones arraigadas en nuestro entender como mexicanos, puedo mencionar al reggae, al afrobeat, el tropicalismo, etcétera. Me despido con lo siguiente: Tu amigo Dj Droga soy, por eso un consejo te doy, si quieres crecer bueno y sano, fuma mota como un marrano.

Carlos Montiel (abogado)

La situación o el tratamiento que da la ley a la marihuana ha estado en medio de varias discusiones. La discusión constitucional ha dado pie a los amparos que se han hecho famosos porque han intentado una especie de legalización de la marihuana, en términos de que se considera como un ejercicio lúdico, esto es como garantía del derecho al libre desarrollo de la personalidad y de la autonomía, es decir, garantiza que nosotros podemos tomar la determinación de consumirla para disfrutar, como cualquier otro evento lúdico. Eso es lo que ha estado garantizando la corte.

Bueno, como disfrute, un pasatiempo que tenemos los seres humanos y el derecho que tenemos a hacerlo, entonces se ha restringido el uso, este es uno de los debates. ¿Cuánto es lo que puede una persona consumir? ¿Qué tanto se puede gozar de la marihuana? Es algo así como regular el disfrute de cada uno, que no se exceda cierto nivel en el que el disfrute se salga de control y afecte la salud del consumidor. Este el debate principal en temas constitucionales.

Se habla de dos cuestiones, como en el aborto, la despenalización y la legalización. La legalización es esto que comenté antes acerca de la constitucionalidad del consumo. Por eso existe un permiso que se puede solicitar a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris). Cofepris se ha encargado de hacerlo cada vez más difícil, no se han facilitado los trámites para obtener el permiso. La corte ya dijo que se tiene que autorizar, es posible, pero la mayoría de las veces hay que recurrir al amparo. Todavía sigue siendo un largo tramo, un difícil proceso administrativo para obtener la autorización y poder consumir libremente los límites permitidos de cannabis. Hay clubes cannábicos que tramitan estos permisos, se hace en conjunto, aunque sigue siendo una tortura. Esto es la parte de la legalización, o sea, de volverlo lícito, permitido por la ley.  

Está la otra parte, la de la prohibición penal. Este gobierno ha apostado por castigar penalmente a las personas. Le gusta el punitivismo, es un gobierno que va por el castigo, porque eso vende, les vende la idea a las personas que con el castigo el gobierno está haciendo algo, les hace creer eso. En esta apuesta por el punitivismo no se ha sacado de los códigos penales el consumo de la marihuana, es decir, todavía te pueden detener por eso. Te detienen y verían si lo que estás consumiendo está dentro de los límites de lo legal o no.

Yo mismo he llevado asuntos en donde los jueces lo dicen, que ya se ha dictado que es un derecho, pero tienen que someterlos al proceso legal porque la ley lo dice, es una obligación. Sigue ahí la disyuntiva, no se animan a dejar de penar la mera posesión de la marihuana. Algo que pasa es que se está penalizando el transporte y recientemente se han dado modificaciones en los criterios de los jueces, en los que transporte es cualquier vehículo, y el transporte trae prisión preventiva oficiosa. Pone complicado el panorama. Si te detienen transportando marihuana vas a prisión, irás a la cárcel unos meses, con todo y el beneficio.

Por un lado, tenemos la cuestión de permitir, mediante el uso de los derechos humanos, el libre desarrollo de la personalidad y la autonomía, del goce mediante el uso de estos estupefacientes. Y por el otro lado se encuentra la penalización porque se considera todavía como un problema de seguridad pública. Entonces frente a la imposibilidad del estado de controlar hacer efectivamente prevención del delito, no le queda más que crear mecanismos que castiguen duramente estas conductas. Está el aspecto de la salud regulado por la ley general de salud, que contempla a la marihuana como un estupefaciente, no como la heroína o cocaína, pero sigue estando por ahí, en el debate de legalizar, entre lo que es lícito, permitido, y lo que es legal, te permiten hacer algo, pero la ley te va a castigar.

Algo que es importante mencionar es que este gobierno federal no quiere tocar el tema, no hay iniciativas en ninguna de las cámaras, poco se ha hecho. Porque son cuestiones federales, los estados no pueden legalizar ni cambiar la ley general de salud, pueden quitar las sanciones de los códigos penales, despenalizar, pero ningún estado ha despenalizado. En el 4/20 había propuestas para que la CDMX despenalizará, pero no se animaron.

Y para terminar, un poema:

Teachesé

Mi patria es la Marihuana
Al universo y más allá
Como cualquier otra patria
Mi vida le pertenece
Los ojos rojos mi bandera
El canto del pajarito
Poderoso himno nacional
No hay grito de guerra
Puro dulce susurro de amor
Iba a decir algo más
Pero por patriota lo olvidé
Tengo la boca seca
Y en el corazón teachesé.

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