Materia oscura: Pista 12

J. G. Ballard —Adivine otra vez —dijo Sheringham. Maxted se apretó los auriculares, colocados cuidadosamente sobre las orejas. Se concentró, y cuando el disco empezó a girar trató de percibir algún eco identificativo. El sonido era un ruido metálico rápido, como limaduras de hierro cayendo por un embudo. Duró diez segundos, se repitió una docena de veces, y luego terminó abruptamente con una serie de sonidos intermitentes. —¿Y bien? —preguntó Sheringham—. ¿Qué es? Maxted se quitó los auriculares y se frotó una oreja. Llevaba horas escuchando discos y tenía las…