Héctor Alvarado DÃaz 1. ¿CambiarÃas de sexo? A ser mujer estoy condenada toda la eternidad. Mi condena yo misma me la impuse el dÃa en que tuve mi primer hijo. En aquel momento decreté ante la Madre Tara (la energÃa femenina del Tantra) que jamás en esta ni en ninguna vida, si es que existen otras, estarÃa dispuesta a negociar la fertilidad de mi vagina. No me concibo sin la posibilidad de engendrar. Tampoco estoy dispuesta a renunciar a ser tentada de vez en vez por la traviesa y juguetona…