25 Instantáneas de Glafira Rocha o Nada más dulce que el deseo en cadenas

Héctor Alvarado Díaz

1. ¿Cuál es el signo de tu generación?

Podría definirse a través de la indefinición, si es que esto es posible. Creo que se trata de apertura y libertad en cuanto a búsquedas y temáticas o a una curiosidad, que nos lleva a la exploración, más que a la contundencia de lo ya establecido. En mi caso, he optado por trabajar diversos géneros en la literatura, desde la narrativa, la dramaturgia, el ensayo, el guion de cine y también escribo para niños. Lo mismo me ocurre en cuanto a la profesión, estudié literatura, filosofía, psicoterapia y lo que me falta. Me gusta tejer líneas entre estas disciplinas, como una búsqueda de mi identidad en todas ellas, es decir, una definición entre la indefinición.

2. ¿Qué guion hubieras muerto por escribir?

Creo que no moriría por ninguno, sin embargo, me hubiera gustado escribir el guion de 12 monos, dirigida por Terry Guilliam y basada en La Jetée, de Chris Marker.

3. ¿Hasta dónde puede llegar la literatura?

No hay límites para la imaginación, por lo tanto, tampoco para la literatura, definiendo a ésta como el acto creativo de la palabra. Considero que estamos haciendo literatura todo el tiempo, cuando construimos nuestra historia de vida a través de eventos cotidianos o cuando proyectamos un deseo, constantemente estamos creando. La literatura se ha trascendido a sí misma, porque va más allá de la escritura. Como dice Heidegger: “El lenguaje es la casa del ser”.

4. ¿El gato está vivo o está muerto?

Ambos, vivo y muerto a un mismo tiempo; incluso, aunque el observador abra la caja, siguen cohabitando las posibilidades, porque finalmente, somos eso, una posibilidad que se habita desde el “ser y no ser”.

5. ¿Inventas o recreas tus personajes?

Creo que toda invención es recreación y a partir de esto, es que tomo diversos aspectos de mi vida o rasgos, que me llevan a la construcción de un personaje. Porque creo que no puedo escindirme de mi experiencia de vida para llevarla de manera personificada al contexto de una ficción. Incluso, considero que soy una ficción.

6. ¿Cómo te has acomodado en esta cuarentena?

Ha sido sencillo para mí, porque de alguna manera he vivido de esa forma desde hace tiempo, es decir: salgo poco, trabajo desde mi casa, leo, escribo y en cuanto a las sesiones de psicoterapia que ofrezco, en su mayoría eran online, la diferencia es que ahora, todas son de esta manera. La cuarentena me ha traído muchísimo aprendizaje, sobre todo al respecto del conocimiento propio. A partir de esta circunstancia es que he decidido expandir mi trabajo en las redes y adquirir el compromiso de compartir herramientas que puedan apoyar a otros en su proceso de vida y de existencia.

7. ¿Crees que las editoriales deben tener cuotas de género?

Creo que debe haber más editoriales, y que éstas puedan abordar todas las temáticas existentes sin discriminar ninguna. Entre más editoriales, más lectores. Parecería que es al revés, pero actualmente el mercado nos ha enseñado que, entre más producto, más demanda.

8. ¿Analítica o intuitiva?

Ambas. Me gusta analizar desde la observación, desde la teoría, pero a partir de una perspectiva homérica que va más en relación con unir y desunir, tejer o destejer la experiencia. Confío en una razón que va ligada a lo intuitivo. Cuando utilizo ambos aspectos ante una misma circunstancia, puedo verla más claramente.

9. ¿Cómo comenzó todo?

En cuanto a mi parte creativa, creo que fue porque tengo una abuela maravillosa, quien es una gran narradora de historias. Ella, aún, me habla de personajes bíblicos y de historias de su vida y familia. Eso, desde mi infancia, fue desarrollando en mí una confianza en la imaginación y una apuesta por narrar la vida. Por ello, cuando estudié literatura, no me fue suficiente y necesité conjugarlo con estudios de filosofía y de psicoterapia, porque para mí la existencia es un gran libro en el cual somos personajes. Escribo historias en papel, pero también escribo, en conjunto y de manera metafórica, historias con las personas que acuden a consulta o con mi familia y amigos. Por eso, todos somos de alguna manera escritores.

10. Tus cinco escritoras favoritas.

Luisa May Alcott.

Mary Shelley.

Clarice Lispector.

Simone de Beauvoir.

Margaret Atwood.

11. ¿La escritura salva de la locura?

La escritura, en este mundo, es locura.

12. ¿Eres de risa fácil?

No. Con el tiempo he adquirido más sentido del humor, sin embargo, no cualquier cosa me provoca risa, pero cuando ocurre, no paro y puedo reír mucho tiempo con solo recordarlo.

13. ¿Pones paz o le entras a los debates?

He decidido resignificarme a través del método fenomenológico existencial y de la filosofía budista, ambos me llevan a la búsqueda de la comprensión de mí misma y de los otros. Lo cual parecería que me inclina hacia la paz, algunas veces es así y otras no. Porque comprender no significa justificar, pero sí generar negociaciones, incluso, aunque no estemos del todo en la misma frecuencia. Prefiero los acuerdos intersubjetivos, y para llegar a ellos, a veces se necesita pasar por la incomodidad y a veces no.

14. ¿Se puede vivir sin FONCA?

He vivido con y sin FONCA, y ambas maneras me han sido favorables. En estos momentos no tengo ningún apoyo de este tipo y puedo sostenerme con mi trabajo literario, filosófico y psicoterapéutico, sin embargo, si me llegara un estímulo de esta índole, lo aceptaría con gusto.

15. ¿Has escrito por encargo?

Sí, muchas veces, sobre todo a inicios de mi carrera. Fue un gran aprendizaje.

16. ¿Cuáles son tus bandas de cabecera?

No tengo ninguna, no soy muy musical, suelo ser muy ecléctica. Me gusta mucho bailar, pero, lo asumo, soy pésima. Sin embargo, sí me gusta escuchar sonidos del mar, de la naturaleza, disfruto del “canto” de ballenas y delfines, y cuando escribo escucho sonidos cósmicos, es decir, grabaciones de cómo se escucha el espacio, los planetas o la misma Tierra.

17. ¿Eres omnívora o tienes preferencias?

En este momento soy más bien frugívora, me alimento, mayormente, de frutas y verduras. Mi alimentación es basada en plantas. 80% en su estado natural o crudo y 20% cocinado como granos y legumbres.

18. ¿Te han leído la mano?

No. Aunque sí me gusta mucho la parte oracular y simbólica de la vida, y desde esta perspectiva es que a veces acudo al Tarot o al I Ching. Para mí es desde un sentido más creativo y arquetípico que adivinatorio.

19. ¿Nos educaremos en pantallas?

Yo diría: nos educaremos también desde pantallas. La educación se está abriendo a muchas más posibilidades.

20. ¿Cómo sabes cuándo terminó un texto?

Cuando ya está impreso.

21. ¿Has robado pdf’s?

Cuando recién salió este formato sí adquirí varios libros porque me los compartían o yo misma los buscaba. Después ya no lo hice, porque me resulta más sencillo y económico comprar ebooks y ser parte de bibliotecas virtuales donde puedes tener acceso a muchísimos volúmenes por una módica cantidad mensual.

22. ¿Cómo te llevas con los niños?

Muy bien, aprendo muchísimo de ellos, por eso, en los veranos doy un taller para niños enfocado a desarrollar la imaginación y la escritura. Yo decidí no tener hijos, sin embargo, adoro a mis sobrinos y escribo para niños, por lo cual me siento muy cercana a ellos.

23. ¿Te gusta más escribir que leer?

Para mí son complementos. Tengo temporadas donde escribo más y leo menos o viceversa.

24. ¿Escribir es un trabajo?

Si el trabajo se ve como una obligación y un requisito de la vida, entonces no. Pero si el trabajo es parte de la existencia y del aprendizaje, entonces sí. Escribir es para mí fluir con el estado de ánimo que me habita, es decir, que no hay un ideal. Puedo estar enojada y escribir o muy contenta y también hacerlo, e incluso apática. En mi caso, la escritura es una gran herramienta para mi desarrollo humano y espiritual.

25. ¿Cuánto tiempo le dedicas a la corrección de un libro?

Hay libros que salen de un tirón y necesitan un mínimo de cambios, sin embargo, sí los dejo en reposo por algunos meses e incluso años, para verlos con una nueva mirada y decidir si necesitan modificaciones. Hay otros libros que aparecen poco a poco, esos los voy corrigiendo en la marcha. Dependerá del género, de la temática y del tiempo que les dedique.


Glafira Rocha. Culiacán, Sinaloa.

Es Escritora, Conferencista y Psicoterapeuta. Desarrolla la Narrativa, la Dramaturgia y el Guion Cinematográfico, así como la Práctica Psicoterapéutica individual y grupal. Estudió la Licenciatura en Letras Hispánicas (UAS), Guión Cinematográfico en el CCC (CNART) y las Maestrías en Filosofía (UNAM), Psicoterapia Humanista (IUCR Puebla) y Análisis Existencial Fenomenológico (CIR-EX, CDMX) además de la Especialidad en Diálogo Existencial (CIR-EX, CDMX). 

Está a cargo de la Creación y Conducción del Canal de Youtube Glafira Rocha-Escribe tu vida y de las Charlas de Existencia y Escritura, Facebook e Instagram live.

Tiene publicados: Azul (2003), El rumor de los días que vendrán (2005), Tales cuentos (2005), Relato a mí (2012), Más allá del sol (2013, 2016 y 2018), En medio de la nada (2015, 2018), Minerva quiere volar (2016), El discreto encanto de narrar: 9 escritoras mexicanas de los 70 (seleccionadora) (2016) y La caja de Schrödinger (2017).

Ha recibido Menciones Honoríficas en el IX Premio Nacional de Cuento Carmen Báez y en el Premio Nacional de Dramaturgia Joven Gerardo Mancebo del Castillo 2002. Ha obtenido las becas de la Fundación para las Letras Mexicanas (2003 y 2004),  del Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico (PECDA) en el área de Creador con Trayectoria (2005, 2009, 2012) y del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA) (2006), así como el apoyo del Instituto Nacional de Cinematografía (IMCINE) en su Programa de Estímulo a Creadores (2005). Glafira se dedica a difundir la escritura creativa a través de videos, audios, conferencias y talleres para niños, jóvenes y adultos que no tienen un acercamiento a este ejercicio, incentivándolos a desarrollar una producción escritural para obtener un pensamiento claro, crítico e inventivo. Su búsqueda creativa se concentra en fusionar los diversos géneros literarios que desarrolla, a través de temáticas enfocadas dentro de una filosofía existencial y transpersonal. Actualmente amalgama sus conocimientos de literatura, filosofía y psicoterapia, logrando que el ejercicio de la ficción funcione como herramienta para el autoconocimiento.

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