25 Instantáneas de Luis Aguilar o Hoy corté una flor y llovía y llovía

 Héctor Alvarado Díaz

1. ¿Te has vestido de charro?

Si. Durante los tres años de preparatoria fui el bailarín estelar (¿podría ser de otra manera?) del grupo de danza folklórica de la Juanjo High School, de Matamoros, Tamaulipas.

2. ¿Te deja el mismo sabor de boca un libro que una película?

Jamás. Leer un libro es hacer el amor; ver una película, una precoz eyaculación.

3. ¿Cuál es el sentido de la crítica?

El avance. No hay movilidad sin señalamientos.

4. ¿Escribes con disciplina o cuando baja El Faraón?

Cuando el Faraón “se baja”. No, no es cierto. Escribo como mínimo dos horas diarias. Claro que de esas dos horas me quedarán al final 20 o 30 minutos de textos trabajables, pero es un gran logro. De hecho, escribo más tiempo, pero de otra forma. Cargo conmigo siempre mi grabadora y, manejando o descansando en la playa, me aviento el capítulo de una novela, unos poemas o un cuento. Soy de muy mala memoria, entonces no me queda sino el garabato o la grabación.

5. ¿Tienes algún guía espiritual?

El sentido común. Todo lo demás, dios incluido, o son una farsa o andan de muy largas vacaciones.

6. 5 poetas y 5 narradores de tu ronco pecho.

Narradores: Juan Carlos Onetti, Navokov, José Donoso, Nélida Piñón y Clarece Lispector.

Poetas: Rafael Alberti, León Felipe, Silvia Plath, Alejandra Pizarnik y Eduardo Lizalde.

7. ¿Te sientes a gusto como personaje de la vida cultural?

No. Ello te mete (cuando asumes el compromiso al que muchos le sacan la vuelta) en muchos predicamentos. Si eres responsable de ese guión, hay que participar en serio, proponer, opinar, y no pocas veces ello te convierte en una medusa de desencuentros. Y aunque parezca que nado como pez en el agua, nada me define mejor que la palabra miedo. Cuando mis convicciones me obligan a una postura, la voz sale, pero las piernas tiemblan. Eso me ha hecho cada vez más huraño.

8. ¿Cómo armonizas la narrativa, la poesía y el periodismo?

De periodismo hace mucho que escribo o investigo sólo lo que me interesa, y ello me deja mucho menos lana, pero invaluable tiempo para escribir. Y si bien es delgada la línea que divide el periodismo de la literatura, ambos son sumamente celosos. Así que hace tiempo definí mi proyecto de vida, y preferí abandonar una pasión antes que engañarme con dos. 

 9. ¿Haces literatura con lo vivido o con lo inventado?

Con lo vivido, pero he vivido tan poco, que ando por ahí inventándome la vida.

10. ¿Le das importancia al lenguaje?

Pero por supuesto. El lenguaje nos define. No hay palabras huecas, hay compromisos incumplidos.

11. Si fueras director ¿qué película filmarías?

Querella de Brest, de Jean Genet, llevando en el papel de chulo maldito a Alberto Estrella. (Quien dicho sea de paso, tendría que hacer muchos méritos con el director, jaja)

12. ¿En el fondo eres refinado o te vale?

Me vale madres. De hecho, hay ocasiones en que mi pareja, ya en la sala para acudir a algún lugar, me baja otro pantalón (sin albur), una camisa distinta a la que traigo, porque soy imposible para guardar las formas. Y donde me dan chance, rompo las reglas nomás por curiosidad.

13. ¿Te gustaría despertar siendo Carlos Monsiváis?

Con tres condiciones: menos años, la misma mordacidad inteligente, y otro peinado. 

14. ¿Los latinoamericanos son buena onda?

No podría generalizar. Te puedo decir, sí, que los brasileños son un amor con mucho más que dos patas. Los que sí (tampoco en general) son un muro de mamonería, son los londinenses y los parisinos. Así que nunca me quedará París.

15. ¿Qué opinas del terrorismo?

Es la coronación de la estupidez, como forma de vida, en medio del desencanto. 

16. ¿A quién te gustaría poner en la Presidencia de la República?

Espero irme a filmar un documental sobre el poeta Delfín Prats (cuyo guión es de mi autoría), en julio próximo. Y para entonces espero dejar como presidente electo a Andrés Manuel López Obrador. Si gana el PAN, trataré de irme a vivir fuera de México seis años. 

17. ¿Aguantas un cañonazo de elogios?

No lo sé. Es parte de los inventos que le hago a la vida para colocárselos a mis personajes, porque su autor no los conoce.

18. ¿Y uno de desprecios?

¿No has leído el Libro Guiness de los Récords? Soy el más eficaz coleccionista de rechazos que conozco.

19. ¿De  verdad son buenos los escritores regios?

Se salva una docena, acaso. Los demás son un monumento al esnobismo, que podrían ser producto de su propia invención: no tienen víscera ni nada qué contar. Vivimos entre libros de poesía que buscan conmover con la palabra “abismo”; y novelas cuya trama es más fría que el iceberg que le rompió la madre al Titanic. Creo que hay cierto miedo, como diría Fernando Vallejo, a encuerarse. A escribirse, pues, que es lo mismo.

19. ¿La ideología debe comprometer al escritor?

No la ideología, que podemos modificar, cambiar, quitarle, ponerle. Creo que deben comprometerlo sus convicciones. Si alguien dice algo en lo que no crees, tu deber moral es confrontarlo, no hacer silencio para no meterte en problemas o mantener ciertas canonjías. Yo no puedo escuchar a mis espaldas una crítica, por ejemplo, a las relaciones entre personas del mismo sexo y seguir comiendo tan tranquilo. Va contra mis convicciones de libertad, y las defiendo. No se puede circular por la vida haciéndose pendejo, nadando de a muertito. (Jaja, por eso no tengo jale)

20. ¿Le tienes fervor a los amigos y a los enemigos?

A los amigos, sí; enemigos no tengo. Si alguien me conoce alguno, díganle por favor que no valgo la pena ni para odiarme. Ahora que si de plano anda necio(a), prometo dar mi mejor esfuerzo para ser un adversario medianamente entretenido.

21. ¿Separas la función ciudadana y la artística?

La creación, en lo más recóndito de sí, es una crítica. La función ciudadana debe ser crítica, informada, valiente. Creo que la separación, para quienes la practican, sirve para dos cosas: acrecentar las buenas relaciones con el poder, y obtener privilegios que con el talento creativo jamás alcanzarían.

23. ¿Si todo fuera realidad te suicidarías?

Si todo fuera mentira también. Soy un convencido de que cada quien tiene derecho a despedirse del mundo como quiera. Y como ya escucho a Monseñor Robles Ortega preocupado por mi almita pecadora, dictando un mamotreto sobre la vida al Boletín de la Arquidiócesis, ese periódico enorme y poderoso, le pido que se ocupe del padre Maciel, en vez de andar salvando almas que no piden su ayuda. Ya de perdido que les den condones a los curas, porque pararlos es imposible. Además, también creo que tienen derecho al gozo (consensuado)

24. ¿A qué poeta sacarías de la tumba?

A Constantin Kavafis, para que me invitara unos mozos dorados por el sol alejandrino, en un muelle fétido y con las caguamas de rigor.

25. Una palabra para las siguientes palabras:

Vanguardia: Reetiquetado

Admiración: Trampa

Muro: Idiotez

Abismo: Adrenalina

Polémica: Entretenimiento

Luis Aguilar Martínez (Tamaulipas, 1969-2022).  

Residió en Monterrey desde hace más de treinta años. Fue docente de Literatura y Periodismo en la Universidad Autónoma de Nuevo León y uno de los poetas más notables y reconocidos en la escritura de la diversidad sexual y el homoerotismo en México. Fue becario del Centro de Escritores de Nuevo León en ensayo (2000) y novela (2003).

Fue autor de más de una veintena de libros, en los que cultivó la poesía y la narrativa, además de ser traductor especializado, promotor y periodista cultural. Entre sus libros de poesía destacan: Tartaria, Mantel de tulipanes amarillos, Los ojos ya deshechos, La entranhable costume o El libro de Felipe, Decoración de interiores, Os olhos já desfeitos, Fruta de temporada, Ground Glass/Vidrio Molido, Gatos de ninguna parte, Eyes already ruined, No quimio, Travestiario, Libre de sospecha: Antología boreal, Diario de Yony Paz, Muchachos que no besan en la boca, Los cuerpos imprevistos, He decidido casarme cuando acabe la guerra y Vampires never say good bye.3​ Su obra está compilada en Verso Norte (PostData Editores, 2009); Los primeros once (Fondo Editorial Nuevo León, 2010); Territorios de la violencia (Conarte, 2007); Versos veraniegos (Conarte, 2006); La difícil brevedad (CRIPIL Noreste, 2008); Poesia (Rumania, 2011); Trece mantis en un jardín germano/Dreizehn Mantis in einem deutschen Garten (Colegio de Puebla, 2013); Caravansary (Colegio de Puebla, 2014); Versiones acústicas (Mantis Editores, 2014); Después del desierto: nuevo cuento regiomontano (Analfabeta Editores,2016); y en Once cuentos rusos (Ficticia Ediciones, 2018). Aguilar ganó el Premio de Poesía Joven «Manuel Rodríguez Brayda» (1988); el Premio Nacional de Periodismo Cultural «Fernando Benítez» (2006); el Premio Regional de Periodismo Cultural FORCA Noreste (2009); el Premio de Cuento «Sobre rieles» (2001); el Premio Nuevo León de Literatura (2010); el Premio Internacional de Poesía Nicolás Guillén (2010); el Premio UANL a las Artes, (2010);  el Premio Internacional de Poesía «Gilberto Owen», (2015); el Premio Nacional de Poesía Toluca (2015); el Premio de Poesía Tamaulipas / Juan B. Tijerina (2016); fue uno de 13 finalistas de entre casi 3 mil trabajos del Segundo Concurso Nacional de Cuento Fantástico Amparo Dávila (2016) y obtuvo mención en el Premio Nacional de Cuento «Beatriz Espejo» (2018). Recientemente, obtuvo el Premio Nacional de Poesía Rodulfo Figueroa 2021 de Chiapas, con el libro Fibonacci, los conejos y un bartender que no dijo su nombre, de próxima aparición.





Héctor Alvarado Díaz

Es originario de Monterrey. Cursó la carrera de Letras en la Universidad Autónoma de Nuevo León. Ha publicado 11 libros (6 novelas, 4 libros de cuentos y uno de entrevistas a escritores de Nuevo León). Por su trabajo literario ha recibido premios nacionales e internacionales. Fue Director de la Editorial de la Universidad Michoacana de 2013 a 2017. Su más reciente novela publicada: Supercolonia (UANL-Textofilia, 2019).

Loading

También le venimos ofreciendo:

Danos tu opinión: