El secreto de lo real

Ernesto Hernández Doblas

La realidad es una inmensidad de múltiples espejos. Laberinto en movimiento cuya rima nunca está donde se piensa. Imaginación, racionalidad, emociones y sentidos apenas logran dar mínimo sentido a lo grandioso.

Para llegar a estas conclusiones no hace falta sino abrir los ojos de la piel y los oídos de la mirada. Acrecentar nuestra capacidad de asombro. Atender los signos y las señales que por todos lados nos indican aquellos sitios en donde cruza sus umbrales lo conocido.

No es fácil hacerlo. Nos rodea una estructura cultural que impide tal aventura porque quiere mantenernos dentro de los márgenes que mejor le parecen para lograr el suficiente control que le permita seguir funcionando.

Podemos llamarle la cultura, la matrix el sistema, el establishment o cualquier otro nombre que haga referencia a esa entidad tanto real como simbólica que intenta ordenar el caos a su modo y conveniencia. Esa entidad que con múltiples instrumentos coarta y nubla la posibilidad de mirar más allá de sus impuestas coordenadas.

Para fortuna nuestra, también han existido, desde los orígenes de la cultura, puntos de fuga, métodos para romper espejos y descubrirnos co-creadores de esa ficción o campo reducido que llamamos realidad.

¿Cuáles son o pueden ser esos métodos? El arte, la pasión, la magia, las drogas, las técnicas espirituales de alteración de la conciencia o cualquier actividad dirigida al espacio de lo trascendente.

Jacobo Grinberg Zylberbaum es un neurofisiólogo y psicólogo mexicano desaparecido en extrañas condiciones a finales del violento año de 1994. Sus investigaciones buscaban ir al otro lado de lo conocido y abrir esas puertas mencionadas por el escritor inglés Aldous Huxley.

Desde tempranas edades, lo insólito azuzaba su interés, en particular a partir de un viaje a la India que realizó de joven. De ahí en adelante los acontecimientos de su vida se fueron desarrollando como un destino manifiesto.

Su búsqueda de lo que oculta el otro lado del espejo fue constante al igual que los encuentros azarosos con lugares y personajes que le ayudaron a reafirmar y ampliar sus horizontes de investigación. Dos en particular están indivisiblemente relacionados con su manera de entender la realidad: la curandera Pachita y el antropológo Carlos Castaneda.

Con ese perfil, nunca estuvo lejos de la polémica. Su transitar ha estado siempre marcado entre fronteras de mundos en apariencia contrarios: academia y chamanismo, realidad e imaginación, racionalidad y magia.

En concreto, sus indagaciones tenían relación con las múltiples posibilidades de expansión de la conciencia humana y las formas en las que ésta es influenciada por lo que llamamos realidad y viceversa. Desarrolló también experimentos interesantes de visión extra ocular con niñas y niños ya que aseguraba que el cerebro infantil era menos prejuicioso para adentrarse en la aventura.

Sumó una obra compleja y amplia, compuesta de libros ficcionales, científicos e híbridos e inclasificables, en los que una vez más muestra su capacidad e interés para cruzar fronteras.

Como un oscuro y luminoso broche de oro a su trayectoria, vino el acontecimiento de su desaparición sin dejar rastro alguno, a finales del año de la aparición del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Desde entonces, las hipótesis se han multiplicado sobre un posible asesinato, secuestro y continuidad de su trabajo a expensas del servicio de inteligencia del gobierno estadounidense. Sin faltar, como es lógico, las elucubraciones de tipo místico.

A finales del año pasado, el destacado cineasta Ida Cuéllar, presentó en salas comerciales su documental «El secreto del doctor Grinberg», en donde aborda vida y obra del científico mexicano desaparecido. Lo hace de forma destacada: sensible y objetiva.

Todo lo objetiva que puede, ya que tiene cercanías de interés y sensibilidad con ese vasto universo del pensamiento místico. Eso se refleja positivamente en el afecto al acercarse al alma de Jacobo Grinberg. A parte de su autobiografía y reflexiones.

El ritmo del trabajo fílmico es fino, tejido desde la forma en que se van presentando los acontecimientos, centrado en las investigaciones sobre la repentina desaparición del científico pero sin dejar de lado su contexto vital y sus reflexiones acerca de la realidad. El documental está compuesto desde la emotividad y la pericia narrativa por lo que la mirada y el corazón van siguiendo su desarrollo con asombro e interés.

No se dejan de lado ciertos aspectos de Grinberg que muestran su lado complejo y hasta cierto punto oscuro como es su fallida relación con las mujeres a partir de lo que sin ser nombrado así, padecería ser un complejo edípico. El mismo que a su vez lo llevaría a tener una cercanía no del todo sana con su hija Estusha. Otro ejemplo del abordaje humano del personaje del film, es su sometimiento a una relación amorosa violenta.

El inicio y fin de «El secreto del doctor Grinberg» se da mediante la voz en off de un fragmento en propia voz del autor de su libro «La fuerza vital del cielo anterior», publicado tres años antes de su desaparición: «Escribo en el exilio desde un planeta remoto y oscuro llamado Tierra. Mi historia comienza en Andrómeda, una galaxia en la que practicábamos la meditación, la comunicación telepática y el conocimiento y manejo de la energía».

Al concluir el documental, cada espectador se quedará con sus reflexiones, dudas y justos escepticismos, pero junto a ello, una certeza queda: la realidad realidad es una inmensidad red de múltiples espejos aún desconocidos».

Ernesto Hernandez Doblas

Ni la secundaria terminó pero insiste en escribir poemas, ensayos, minificciones y dislates de todo tipo. Ha publicado por obra del azar y las circunstancias algunos libros de poemas. Dar talleres literarios le apasiona porque así puede seguir aprendiendo. Fue novillero en sus años mozos y luego darketo. Actualmente es un embobado abuelo. Como José-José, ha rodado de aquí para allá y en ese balbuceo vital ha participado en una película, tres cortometrajes y algunas obras de teatro. Anduvo unos años haciéndole al reportero, trabajó en gobierno un tiempo así como de empleado en dos tiendas departamentales entre otras actividades, pero la mayor parte de su vida ha ejercido como desempleado. Es adicto a la literatura perversa, oscura y maldita. Ermitaño. Su mantra preferido: «preferiría no hacerlo».

Loading

También le venimos ofreciendo:

Danos tu opinión: