Sirenas

Horacio Cano Camacho

Al momento de escribir esta reseña, se publicó la noticia de la muerte, a sus 51 años, de uno de los grandes referentes de la novela negra contemporánea: Alexis Ravelo. Apenas una semana antes, les presentamos en este bufete negro su novela Los nombres prestados. Estamos preparando la presentación de otros de sus libros. Le rendimos así un modesto homenaje.

El libro que hoy reseñamos lo conocí, precisamente, por recomendación de Ravelo. Se trata de Sirenas (Reservoir Books, 2018), del autor británico Joseph Knox. Se trata de su primer libro, un titulo con el que sorprendió a los lectores y a la crítica. A menudo hablamos en esta columna sobre los diferentes “subgéneros” dentro de la novela negra, que si bien son etiquetas más orientadas al mercado, algo le dicen al público sobre corrientes y estilos. Sirenas es un thriller en el mejor estilo, es novela negra pura y dura, incluso, bastante negra…

Joseph Knox

Aidan Waits es un detective de Manchester, emocionalmente frágil, odiado por sus compañeros y ahora, caído en desgracia. Sutty, su compañero y oficial del turno nocturno detiene a una joven musulmana, obligada a distribuir pequeñas cantidades de droga en la ciudad por las mafias que explotan a los inmigrantes. Frente a Aidan, Sutty la trata muy mal, con evidente odio racial y misoginia. Aidan busca cambiar la evidencia de la droga incautada por talco para bebe, en un intento de ayudar a la chica, pero es descubierto y acusado y le espera ser despedido y pasar años de cárcel.

El superintendente Parrs,  sabiendo que se trata de personal desechable, le propone un intercambio, olvidar los cargos a cambio de pasar de incógnito, aprovechando su “condición” de policía corrupto, para introducirse en La Franquicia, la mayor organización de distribución de drogas en Manchester, lidereada por Zain Carver, un “empresario” del que se sospecha el asesinato de mujeres, además del tráfico, pero a quien nunca se le han podido fincar cargos, lo que constituye toda una afrenta para el Jefe Parrs.

La Franquicia maneja un conjunto de bares de todas las categorías en donde distribuyen las drogas a los universitarios de juerga y tiene un grupo de chicas que recaudan las ganancias diarias. A estas chicas se les conoce como Sirenas y varias de ellas han desaparecido en circunstancias muy extrañas y las autoridades están dispuestas a archivar los cargos contra Aidan Waits si les entrega evidencia para condenar a Zain.

Al mismo tiempo, Waits es abordado por David Rossiter, un parlamentario de muy altos vuelos, que le exige, con la connivencia de las autoridades policíacas, localizar y rescatar a Isabelle Rossiter, su hija adolescente, que huyo de casa un mes atrás y se sospecha que fue reclutada por Zain Carver para trabajar como sirena.

Aidan acepta ambos encargos sin saber que está a punto de descender al infierno. Pero el “peón prescindible” logra abrirse camino en La Franquicia y llegar a Zain cruzando varias líneas rojas en su afán, donde descubre que alrededor de Zain se encuentran los peores vicios, junto a varias jóvenes tratadas como mercancías, donde Isabelle Rossiter no parece importarle a nadie…

Sirenas es una novela en el más puro estilo de la novela negra clásica, con un policía tan al borde, que se confunde fácilmente con los que persigue. La ciudad de Manchester, completamente lejana de los trípticos para turistas se nos muestra como un personaje más, tan oscuro, sórdido y terrorífico como el peor de los personajes: Recorrimos las tristes calles de gris hormigón, con alguna que otra pincelada de blanco y negro. Todo abandonado y arruinado, pero la agresiva fealdad del lugar solo podía haber sido intencionada. Un mensaje para los empleados: allí se iba a trabajar y a nada más…. Esta descripción de la ciudad sacará al lector de cualquier zona de confort en que nos pudimos haber instalado, con polis buenos y delincuentes malos, como el cine de Hollywood -en particular- parece insistir. Un estilo en la misma sintonía que instituyeron los padres fundadores del género negro.

Al leer Sirenas, resulta difícil creer que estamos ante una ópera prima, pues nos narra una historia hasta tal punto creíble, como la pintura que traza de la ciudad, una paleta verdaderamente oscura. Una novela imprescindible para quien quiera penetrar en el género clásico, sin etiquetas y una bocanada de aire fresco en el género negro. No se lo deben perder. Ya le hinqué el diente a su segundo libro, pronto lo comentaremos aquí también.



Horacio Cano Camacho

Profesor-Investigador de la UMSNH. Jefe del Departamento de Comunicación de la Ciencia y editor de la revista Saber Más. Le encanta leer casi todos los géneros, excepto de superación personal, coyuntura política y filosofía para triunfadores y buscadores del éxito. Le fascina la novela policiaca, de misterio y la novela negra, intenta sacar a varios del closet de la literatura del buen gusto. La novela negra dice le gusta porque allí los buenos suelen ganar…

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