Caliche Caroma
Si bien es cierto que el capitalismo salvaje se apropió, o incluso inventó, como algunos aseguran, la celebración de San Valentín, ¿por qué no podrían hacer lo mismo los artistas no sólo con el 14 de febrero sino con el amor todito? Ya lo han hecho, de hecho, corazón y tripas. El amor es un gran tema, ya lo dijo Empédocles antes de aventarse al Etna: “amar te duele”.
El mismo Empédocles aseguraba que el amor todo lo une, lo junta y rejunta, y el odio separa las cosas, los matrimonios (ya regresaremos a este mal). El amor ha guiado la mano de los grandes creadores en toda la historia de la humanidad, algunos ejemplos de esos productos amorosos, amistades peligrosas, los tenemos por aquí y por allá. Osos de peluches, chocolates envinados, rosas a $200 la docena, poemas, canciones, canciones que son poemas, libros, películas. Sí, y más, más, más.
A la poesía se la asocia generalmente con el amor, explicaciones aparte. En este mundo de la poesía, lo poético y los poetas, beautiful world, hay poemas como Ya que para despedirme de Sor Juana Inés de la Cruz, de este texto Lety Servín hizo una adaptación que lleva por nombre La fiera borrasca. Un fragmento del poema de la Décima Musa nacida en Nepantla:
Mira cómo el cuerpo amante,
rendido a tanto tormento,
siendo en lo demás cadáver,
sólo en el sentir es cuerpo.
Amor en la poesía: Jaime Sabines y sus amorosos, Mario Benedetti con miel, Gioconda Belli, las de las manzanas. Dos pruebas de que el amor existe, de que en verdad me amas. Una. Alejandra Pizarnik, quien en su poema Enamorada nos regala estas primeras líneas en donde ya vemos de qué se trata este sentimiento para ella:
Esta lúgubre manía de vivir,
esta recóndita humorada de vivir
te arrastra Alejandra no lo niegues.
desesperada ¡nada más!
Y la segunda prueba de que el amor existe es Enriqueta Ochoa (faltan nombres, como el de Antonieta Rivas Mercado, el amor imposible; Nahui Ollin, la eterna amante; Rosario Castellanos, el sabio amor), poeta que no se anda por las ramas:
Busco un hombre y no sé si sea para amarlo
o para castrarlo con mi angustia.
Tengo hambre de ser
y me siento frente a la ventana
a masticar estrellas
para que este dolor de estómago sea cierto.
La verdad es que duele en los nervios
todo el cuerpo, esta noche, hasta los tuétanos.
El amor, para serlo, necesita del desamor. Quizá por eso la cifra de divorcios mexicanos aumentó tanto en los últimos años. La última encuesta fue en 2021 y hubo 453 085 matrimonios y 149 675 separaciones legales, falta la cifra de los que dejan de estar juntos sin divorciarse, nomás separados, o los que nunca se casan pero viven juntos, nomás juntados. De los 453 085 matrimonios corresponden 18 525 a Michoacán, y según el Inegi, de donde salen estas cifras, los michoacanos tuvieron 5 628 divorcios ese mismo 2021, ¡el 60 %! Un locutor moreliano hablaba hoy en la mañana de cómo se disparaba la venta de condones en este día, luego puso Bonita de Tin Tan:
Bonita como aquellos juguetes
Que yo tuve en los días
Infantiles de ayer
En la música la lista es copiosa y, a veces, melosa como el chicozapote. Compositores, intérpretes y grupos que le cantan al amor tenemos bastantes en México, verbigracia: José Alfredo Jiménez, Ana Gabriel, Juan Gabriel, Javier Solís, Paco Barrios El Mastuerzo, Silvana Estrada, Patricio Hidalgo, Agustín Lara, Bronco, Zoé, Chabela Vargas… Y de otras partes del mundo muchos más: Edith Piaf, Liniker, Hercules and Love Affair, Antony and the Johnsons, Serge Gainsbourg, Leonard Cohen, Pedro Luis Ferrer, Loli Molina…
En el cine se han producido grandes películas sobre el amor y la amistad. Casablanca de Michael Curtiz es una ellas, en donde el amor intentará salir adelante a pesar del nazismo circundante. O qué tal Hierro 3 (Casas vacías o en el original coreano Bin-jip) de Kim Ki-duk, drama recomendable para los arquitectos del alma; en la obra de este director aparecen una y otra vez los temas del 14 de febrero: Por amor o por deseo, Aliento, El arco.
Siguiendo en el séptimo arte, Notting Hill de Roger Michell ya se ha convertido en un clásico, a pesar de los ceños fruncidos de algunos críticos despechados. Las muchas adaptaciones cinematográficas del libro de Emily Brontë, Cumbres Borrascosas. Y hablando de adaptaciones y del amor, qué podemos decir de Romeo y Julieta, la obra escrita por William Shakespeare, en donde dos adolescentes se aman a pesar del odio que existe entre sus familias y mueren trágicamente, como corresponde al amor clásico.
Otras películas de amor: Fresas y Chocolate de Juan Carlos Tabío y Tomás Gutiérrez Alea; cubana también Azúcar Amarga, dirección de Leon Ichaso; Sólo con tu pareja, Alfonso Cuarón; la ya citada Amar te duele de Fernando Sariñana; Secretos de un matrimonio y Gritos y Susurros de Ingmar Bergman; Eterno resplandor de una mente sin recuerdos de Michel Gondry; y para no dejar de llevar el amor al extremo, Baise-moi de Virginie Despentes y Coralie Trinh Thi.
Por último, aunque nos faltan disciplinas que abordar, tenemos a las artes plásticas. Desde El beso de Auguste Rodin hasta los cuadros y esculturas de Gauguin, mucho amor que hay allí, frutos exóticos. Obras como las de Gustav Klimt, en donde el cariño, la amistad y el apapacho son constantes. La pintura de Frida Kahlo es un referente del amor al que “no le eches sal a la herida”. Viéndolo bien, habría que buscar que, de la producción artística en general, no se refiere al amor de alguna u otra manera. Tanto amó Dios a su pueblo que les regaló a Valentín Elizalde, El Gallo de Oro.
Escritor putrefacto que deja el alma en cada tecla, a veces es grasa esa alma. Ganador dos veces consecutivas del premio «Mejor dedícate a otra cosa». En su casa lo conocen como Panchito porque baila el cha cha cha. Quiere adelgazar, pero no puede.
Imagen de portada: Collage en ilustración de Elisa Riva, The Digital Artist
