Hagan juego

Horacio Cano Camacho

Hoy le toca al séptimo libro de Antonio Manzini, el creador de uno de los más encantadores detectives del género negro actual: irreverente, irascible y melancólico, en el borde de la ilegalidad, Rocco Schiavone, quien trabaja como subjefe de policía en Aosta, un pueblo del norte de Italia, al que fue enviado como castigo. Ha sido removido de su puesto en Roma y mandado al pueblo de las nieves eternas –en su propia imaginación de romano- por haberse tomado justicia por su propia mano contra un violador de niñas y… algunos trapicheos de mariguana.

Antonio Manzini es heredero de la nueva novela negra italiana, muy cercano a Andrea Camilleri, con quien se formó como escritor. Su personaje, el Subjefe Rocco Schiavone es un policía muy complejo, en el filo entre ser un delincuente o un verdadero héroe. A pesar de sus defectos, tiene un amplio sentido del honor, de la justicia. Un detective que tiene bien claro que los enemigos son los políticos corruptos, las mafias y quienes abusan de los más débiles y esto genera mucho rencor en numerosas personas…

Rocco se encuentra en una crisis, sus amigos de la infancia, sus hermanos por elección se han ido alejando de él. No solo es la distancia geográfica que se interpone entre ellos, también es la madurez, las cosas de la vida, lo que los está distanciando. A eso hay que sumarle en frío perenne en el que pasa meses, sin ver las nubes y el sol de Roma, aunado a una sensación de envejecimiento, a sus cincuenta y pico, lo tienen más melancólico que nunca, al grado de preguntarse qué sentido tiene seguir.

Antonio Manzini

Una fría mañana, en la que Rocco Schiavone está haciendo gala de todo su mal humor, el reporte de una muerte violenta lo obliga a salir de la oficina. Pronto su día cambia. En un edificio de departamentos, se encuentra el cuerpo de un anciano con huellas de tortura. Hay cosas extrañas en el asesinato, además de la violencia extrema ejercida, pues se trata de un hombre de vida modesta, ex contador del casino de Saint-Vincent, cercano al domicilio del delito y otrora uno de los más prestigiados de Europa, pero ahora en una profunda crisis de clientes, lo que augura su posible decadencia. El cuerpo del anciano ha sido encontrado con una ficha del casino en la mano, como si fuera un mensaje. 

Pronto Rocco se ve inmerso en el mundo de las apuestas, de los jugadores compulsivos y la avaricia, donde muchos estarían dispuestos a matar para que apareciera la carta definitiva o la ruleta apuntara al número en que han depositado toda su vida. La crisis misma del establecimiento se encarga de “dar la última oportunidad” a los ludópatas, por lo que cualquiera puede ser el culpable.

Sumergirse en el caso no libra a Rocco Schiavone de su pasado, sus enemigos parecen estar presentes en cada uno de sus actos, acechándolo. Al mismo tiempo, su relación con sus amigos de toda la vida y de sus propios subordinados parece que entrará en un momento crucial en donde deberá replantearse todo, fidelidades, amistad, traiciones…

Sin duda Rocco Schiavone es uno de los grandes personajes de la novela negra italiana. Con su sentido del humor muy ácido, sus diálogos mordaces y una mirada sin concesiones sobre la sociedad contemporánea, esta nueva investigación de Rocco Schiavone es un auténtico placer para los aficionados a la novela negra.

Este libro ha sido todo un éxito de ventas en Italia, con más de dos millones de libros vendidos. Fue finalista del Crime Writers’ Association (CWA) en Gran Bretaña y ahora también llevado a la televisión con Marco Giallini

Anímense con este titulo, se puede leer de manera independiente de la saga, si bien les recomiendo leerla toda, les aseguro que será un placer.



Horacio Cano Camacho

Profesor-Investigador de la UMSNH. Jefe del Departamento de Comunicación de la Ciencia y editor de la revista Saber Más. Le encanta leer casi todos los géneros, excepto de superación personal, coyuntura política y filosofía para triunfadores y buscadores del éxito. Le fascina la novela policiaca, de misterio y la novela negra, intenta sacar a varios del closet de la literatura del buen gusto. La novela negra dice le gusta porque allí los buenos suelen ganar…

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