Musas Amén

Ernesto Hernández Doblas

Mujer el mundo está amueblado por tus ojos
Se hace más alto el cielo en tu presencia
La tierra se prolonga de rosa en rosa
Y el aire se prolonga de paloma en paloma.
Vicente Huidobro
Altazor, Canto II

I

Las brujas existen. Las hadas y las ninfas existen. Las hechiceras, las sirenas y las diosas existen. Las chamanas, las vampiras, las demonio. Las lobas, las vestidas para matar y las gorgonas existen. Las Coatlicue, las Penélope, las musas existen. ¿Metáforas o arquetipos? Sí. ¿Realidades? También. 

Más allá de lo que un materialismo obtuso quiera implementar como mandato de lo único, lo invisible existe y para comprobarlo no hace falta más que mirar de cerca sus efectos en lo visible. Todo aquello que no se puede tocar y que no es perceptible por medio o únicamente de la racionalidad o los métodos de normalización, tiene la misma verdad que lo aparentemente obvio o tangible. Si el materialismo olvida esto, se vuelve histérico e histriónico. 

Parte de lo que irónicamente nos han heredado las revoluciones del pensamiento, tiene que ver con el darnos cuenta, de los otros mundos posibles que no son mera lógica o pensamiento o por lo menos del tipo que nos han acostumbrado a desarrollar. De que la realidad es y no es una sola. Es y no es visible. Es y no es nombrable. Es y no es producto de la imaginación humana. Y que resulta ser un tejido tan complejo y abierto que difícilmente podemos tocar su llaga para comprobarla por completo como quería Tomás con el Cristo, en un arrebato de racionalidad y erotismo.

II

En los comienzos de la cultura, la humanidad interpretó, creó y dio vida a la realidad, por medio de diversas figuras de estructura simbólica. Se trató de uno de los inicios más espectaculares, de los muchos que ha emprendido nuestra especie y que seguirá emprendiendo mientras exista. Se trata nada menos que de la capacidad divina de crear, no solamente, pero de manera especial, a través de la palabra. 

Nombrar al mundo es hacerlo a imagen y semejanza de quien lo enuncia. Por medio de las palabras representamos la idea que tenemos de lo que existe la cual nunca es mera copia o reflejo sino reinvención, sueño lúcido, abracadabra de la voluntad de las potencias que nos forman y conducen. 

Percibir, sentir, pensar, interpretar, crear y darle dirección a lo creado, son algunas de las facultades que tanto en lo positivo como en lo negativo, nos han conducido hasta este tiempo, lugar y circunstancias desde los primeros pasos del tiempo. En los primeros tiempos del Tiempo, mediante aquello que posteriormente tuvo el nombre de mito, se dieron a la luz modelos de lo Real. Estos modelos, son los arquetipos que grandes hombres y mujeres de la era moderna han estudiado con seriedad y profunda pasión.

De una manera general podemos considerarlos como fuerzas, energías e impulsos transformados en imágenes por la mente humana. Abarcan buena parte de lo que existe, y como ya se dijo, después de percibirlo e interpretarlo le dan forma y a su vez lo crean, en una puesta en escena fascinante.

Platón pensaba que los seres humanos estaban atrapados en una cueva en donde parte de su condena –sin saberlo- era creer que la realidad eran las sombras proyectadas de las imágenes reales que estaban fuera de ahí. La ingenuidad de Platón y el paso que no pudo dar es darse cuenta de que como es adentro es afuera. 

Por más que una de las rutas de la mente del homo sapiens hayan derivado de manera preponderante hacia cierto tipo de racionalidad que podríamos nombrar cientificista, hasta transformarla en una especie de becerro de oro o celosa deidad, los otros modos de aprehender y explicar el mundo, siguen y seguirán entre nosotros. Modos paralelos, alternos o divergentes. 

No solo porque son parte de lo que somos sino porque su realidad aunque tenga otros nombres o se cobije en múltiples formas, sigue siendo la misma. Intuición. Imaginación. Creatividad. Inspiración. Improvisación. Instinto.  

A lo largo de las culturas, los modos de lo considerado femenino se han expresado a través de diferentes interpretaciones. Sin embargo desde entonces hasta el día de hoy, lo femenino nunca está donde se piensa pero siempre está en los misterios que mueven la vida y la muerte desde el centro mismo de todo lo que existe. 

III

En una parte de esta complejidad, lo femenino ha sido imán de lo erótico, centro de gravedad para las expresiones vitales, relacionadas en buena medida con lo sexual, la naturaleza tanto bondadosa como cruel. Así es como vemos que la mitología se pobló de este tipo de representaciones en Afrodita, Perséfone, Coatlicue, Isthar y la misma María Magdalena entre muchas otras.

De manera al mismo tiempo natural y por medio de la intervención de la cultura, lo femenino ha estado siempre cercano a los deseos de la carne que son al mismo tiempo puentes y tejidos con todo lo que existe. Es decir, relacionados con la generación de movimiento y la procreación de formas y vida y tiempo y muerte. Eva fue la primera mujer en el paraíso y la que mostró al hombre el fruto del bien y del mal, después de atender la seducción de la serpiente, es decir, de la sabiduría. 

IV

Las Musas existen.

Podemos decir que su existencia se da de dos maneras, en dos posibilidades de significado: como impulsos creadores fuera de la voluntad racional y como encarnados en una persona. Ambos, son puntos de atracción en donde la potencia creadora en general y artística en particular, encuentra vías para ser y expresarse.

En el caso del arte, existen múltiples ejemplos de cómo una mujer ante los ojos del creador se transforma en algo más y lo lleva a  ejecutar su labor más allá de las fronteras que acostumbra pisar. Además o junto a explicaciones ya sea psicológicas o dentro de la antropología o historia cultural, la Musa es Real en cuanto a encuentro con lo paralelo a la razón.

Esta reunión entre figura del deseo y artista, adopta diversas maneras al mezclarse con las vicisitudes propias de lo amoroso, sin embargo en medio de ellas y en ocasiones a pesar suyo, puede darse la creación cuyo resultado es una obra llena de fuerza y profunda electricidad.

Un malentendido está en pensar que quienes han sido Musas (habría que hablar también de los Musos) en general lo han hecho desde la pasividad e incluso el abuso. Más bien al contrario: son agentes poderosas del acto creativo pero al mismo tiempo en su mayoría no se pertenecen más que así mismas. Ejemplos: Nahui Olin, Anaís Nin, Tina Modotti, Gala, Simonetta Vespucci, Julia Espín o la Beatriz de Dante. 

Por supuesto que todo ello es más complejo de lo que puede ser expresado y sobre todo se da siempre y cuando el artista lo sea verdaderamente.

Lo femenino y la Mujer existen, cierto es, que no de una vez y para siempre, sino en perpetuo movimiento más que evolutivo, creativo y azaroso, pero durante mucho tiempo aún, existirán como tierra fértil para lo erótico, como centro de gravedad de lo sexual. Como Arte a la espera de un adepto para mostrarse invisible y visible en forma de Poesía.



Ernesto Hernandez Doblas

Ni la secundaria terminó pero insiste en escribir poemas, ensayos, minificciones y dislates de todo tipo. Ha publicado por obra del azar y las circunstancias algunos libros de poemas. Dar talleres literarios le apasiona porque así puede seguir aprendiendo. Fue novillero en sus años mozos y luego darketo. Actualmente es un embobado abuelo. Como José-José, ha rodado de aquí para allá y en ese balbuceo vital ha participado en una película, tres cortometrajes y algunas obras de teatro. Anduvo unos años haciéndole al reportero, trabajó en gobierno un tiempo así como de empleado en dos tiendas departamentales entre otras actividades, pero la mayor parte de su vida ha ejercido como desempleado. Es adicto a la literatura perversa, oscura y maldita. Ermitaño. Su mantra preferido: «preferiría no hacerlo».

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