De tía Cony a tía Concha, todo lo que se fue cuando llegó la “h”

Beatriz Rojas

Con la adición de la “h”, cambió el rostro de la tía Cony, ahora se llamará tía Concha. Irónicamente, aunque la h que se agrega al nombre del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) representa a las humanidades, son estas materias las que están quedando fuera de la asignación de becas. 

El nuevo Conahcyt, cuyas reformas todavía están siendo valoradas por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), pues se votaron de manera irregular en el Congreso por los senadores de… ¡Claro!, de Morena, estableció sus ejes prioritarios y categorizó como de último nivel de prioridad las ciencias administrativas y económicas. 

Esto llevó a que se negara la asignación de beca a cientos de estudiantes en México que, en la mayoría de los casos, ya habían sido aceptados en los posgrados y están por concluir el primer semestre. 

Es decir, hace seis meses que renunciaron a su trabajo, pues se exige que se dedique tiempo completo al estudio, y esperan el pago de sus becas que, suponían, se les otorgarían, pues fueron aceptados en programas que están dentro del Padrón Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC) -ahora Sistema Nacional de Posgrados (SNP)- de Conahcyt, cuentan con acreditación y han recibido estudiantes desde hace años. 

El argumento que se dio a los estudiantes para negarles la asignación de la beca fue: “se identificó que la disciplina de su programa de posgrado no se encuentra dentro de las disciplinas de atención prioritaria nacional”, y entonces, ¿para qué existe el SNP? Y lo más preocupante, ¿A dónde fueron a parar los recursos que, año con año, se habían destinado para el pago de esas becas? Y, ¿quién decide el criterio por el cual un programa que ya acreditó todos los requisitos para considerarse como de calidad por el propio Conahcyt resulte o no de atención prioritaria?

Luego de que algunos de los estudiantes rechazados se manifestaran en las oficinas de Conahcyt, se les prometió que se revisaría caso por caso, pero con la advertencia de que eso no garantizaba que se les daría beca y se culpó a las universidades por no justificar la incidencia social de sus programas. ¿Justificar la incidencia de las ciencias económico administrativas en la sociedad, no es una obviedad?

Después, se informó que se otorgaría beca a los estudiantes de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), nada más, pero se está afectando a 12 universidades públicas más, entre ellas la Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH).

Según Conahcyt, no hay presupuesto para pagar todas las becas, a pesar de que la titular de la institución, María Elena Álvarez-Buylla, anunciaba en mayo de este mismo año que gracias a la reforma habría más becas, porque se dejarían de otorgar las que se brindaban a estudiantes e investigadores de universidades privadas, esas también se las están “ahorrando” y aun así, redujeron la asignación en universidades públicas. 

¿Prioridad para quién? 

Las “prioridades estratégicas” de la tía Concha dejan fuera no sólo los estudios de economía, también todas las bellas artes, la filosofía, la lingüística, la historia, incluso los estudios de género, las matemáticas y la astronomía, entre otros. 

Estos son los Programas Nacionales Estratégicos (Pronaces), es decir, los temas acerca de los que se podrá investigar ahora en México: salud, agua, educación, cultura, vivienda, energía y cambio climático, sistemas socioecológicos, seguridad humana, agentes tóxicos y contanimantes y soberanía alimentaria.  Nada más.

El posgrado de la UMSNH que quedó fuera es la maestría en Ciencias en Negocios Internacionales. A lo mejor las palabras “negocios” e “internacionales” le sonaron neoliberales a algún burócrata de la 4T, pero para un país que depende de las exportaciones y a la Inversión Extranjera Directa, el tema debería resultar prioritario. 

De hecho, fueron esos negocios internacionales los que permitieron a China pasar en 40 años de contar con un 99 por ciento de pobres a declarar erradicada la pobreza y no, no se aplicaron medidas neoliberales, tampoco se regaló dinero a los pobres, ni despensas, ni fertilizantes. 

Tal vez si México hubiera tenido los últimos años un secretario de Relaciones Exteriores más preocupado por establecer rutas comerciales y cadenas de valor con otros países que por hacer tiktoks malos o andarse promocionando a sí mismo, la 4T entendería que la globalización no se va a ir y que las relaciones comerciales con otros países, además de Estados Unidos, podrían impulsar el desarrollo tecnológico y económico de nuestro país de forma más efectiva que regalando dinero pero claro, eso no compra votos.

Además, volviendo a los Pronaces, ¿qué futuro podemos esperar para un país en vías de desarrollo para el que no es prioritario investigar sobre economía, equidad de género y humanidades?

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Los alumnos de primer semestre de Negocios Internacionales del Instituto de Investigaciones Económicas y Empresariales de la UMSNH iniciaron una recolección de firmas vía Change.org con la esperanza de que se reconsidere su caso. Puedes firmar aquí.



Beatriz Rojas

Se desempeña como periodista y escribe como escritora, con formación en la facultad de Letras de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, pero opina como maestra en Políticas Públicas y doctorante en Ciencias del Desarrollo Regional, ambos por el Instituto de Investigaciones Económicas y Empresariales (UMSNH). Ha publicado cuento, poesía y narrativa, así como notas sobre derechos humanos, política y Congreso en algunos medios locales de cuyo nombre no quiere acordarse, y es parte del núcleo editorial de Regla de Tres.

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