Gerardo Pérez Escutia
Escribir novela negra o thriller de corte histórico, es un reto excepcional para cualquier escritor, ya que requiere un trabajo minucioso de relojería para construir un universo creíble y verificable, tanto por la época en que se ubica la historia como en el lugar elegido para ella, el lector avezado, a pesar del pacto intrínseco de credibilidad con el escritor, tiende a verificar datos, fechas, personajes y lugares donde transcurre la historia. Sin embargo, aunque cumple con estas premisas, todo esto no funcionaría si la historia no tuviera el valor literario suficiente para seducir y enganchar al lector en un misterio, crimen o enigmas propios del género.
Todas estas características las cumple con creces uno de los escritores favoritos de esta columna, hoy hablaremos de una obra de Philip Kerr (Edimburgo, Escocia, 1956), creador de una exitosa saga de novela negra histórica, protagonizada por el inolvidable Bernie Gunther, un ambiguo detective privado alemán cuyas investigaciones nos han llevado al período previo a la Segunda Guerra Mundial, al de la misma guerra y la posguerra. Un personaje oscuro y contradictorio que atraviesa una de las épocas más terribles de la historia moderna. En esta columna ya hemos reseñado y disfrutado de varías obras de esta saga, pero hoy no hablaremos de Bernie, hoy hablaremos de El francotirador (RBA Libros y Publicaciones, 2023).
Tom Jefferson es un asesino a sueldo, veterano de la Segunda Guerra Mundial y de la guerra de Corea en donde construyó una fama legendaria como francotirador. Tanto las agencias estadounidenses de seguridad como la mafia y, en este caso, el Mossad israelí, lo han contratado para diversos “trabajos” que cubre con éxito, lo que lo llevó a ser considerado como el mejor en su oficio.
Tom se encuentra apostado frente al balcón de su habitación, en un hotel del centro de Buenos Aires, espera la notificación de un cómplice que le indicará el momento de la salida de Helmut Gregor, mejor conocido como «Moloch», un criminal nazi refugiado en Argentina, quien está a punto de salir de la confitería «La Ideal» junto a la avenida Corrientes, donde cumple uno de sus ritos cotidianos, tomar un café en el lugar que más le recuerda a las clásicas cafeterías vienesas.
Es 1960, Adolf Eichmann ha sido secuestrado y trasladado a Israel desde Buenos Aires, por lo que en medio de la tensión generada con el gobierno de Argentina, los israelís deciden contratar a Tom y ponerle punto final a este asunto, mediante un disparo del Winchister calibre 30 de francotirador, desde su Balcón del hotel Continental.
Poco tiempo después de su trabajo en Buenos Aires, ya en su casa de Miami, recibe por correo una entrada para el Jai Alai, donde es contactado por un misterioso y elegante italoamericano, quien después de una plática por los tópicos comunes de la época, le hace una invitación a nombre de las «personas que representa» para que haga un «estudio de viabilidad» para eliminar a Fidel Castro.
Al llegar a este punto de la trama, la historia se transforma en un thriller vertiginoso, el autor nos hace viajar a la Ciudad de México, a La Habana y a Lake Tahoe, nos lleva a conocer a los personajes que están atrás del encargo que le hacen a Tom: el “Rat Pack”, los mafiosos conocidos como Sam Giancana, Meyer Lansky, Santos Trafficante y otros famosos capos de la época. Por lo que vemos a Tom moverse por el glamour de la vida de lujo de Las Vegas y Hollywood a las reuniones clandestinas con la mafia o los organizadores de la CIA y el FBI.
Para elaborar su “estudio de viabilidad”, hace muchos viajes, se pone en contacto con los líderes del anti castrismo y lidia con la desconfianza que se tienen entre todos, tanto la CIA, el FBI, la Mafia y los cubanos contrarrevolucionarios.
Irrumpen multitud de operadores y facilitadores, desde el armero que prepara las balas especiales, hasta los sujetos “sacrificables” que servirán de coartada, tampoco faltan mujeres hermosas que la CIA utiliza para espiar a sus enemigos y al mismo John F. Kennedy, que está por asumir la presidencia y es habitual huésped como amigo de Sinatra y el Rat Pack.
Con estos elementos el autor va construyendo un “fresco” de época totalmente realista, sus referencias a ciudades, lugares, restaurantes, además de ser muy precisas, reflejan el espíritu de una época, los personajes son arquetípicos: policías corruptos, mafiosos regidos por códigos de honor, mujeres “fatales” capaces de convencer y seducir al más fuerte. Las intrigas de la Guerra Fría y la KGB también tienen especial protagonismo en esta historia que página a página se hace más compleja.
La multitud de personajes, fechas, referencias a sitios, y minuciosas descripciones, nos obligan como lectores a mantener una atención especial para no perder ningún giro de la trama, que siempre nos lleva por un camino sorpresivo.
El autor logra una novela “oceánica” en personajes y referencias, su oficio narrativo no permite qué perdamos el hilo de la historia a pesar de los muchos vuelcos argumentales, y su cuidada prosa provoca que nos involucremos íntimamente en el perfil de los personajes como en el espíritu de una época marcada por la Guerra Fría, la cual determinó la configuración geopolítica que hoy nos rige. Así como Virgilio, nos lleva desde los círculos más profundos y ocultos de la “Real Politik” hasta los escenarios más glamorosos del final de la época dorada de Hollywood.
Esta novela es un viaje a un mundo que a pesar de su cercanía en el tiempo, ya no existe. Un mundo donde fumar en el cine o en el avión era bien visto, y donde todos los pactos se sellaban con un habano y un buen trago de whisky. El ideal de belleza femenina era Marilyn Monroe y el de elegancia como de galanura era JFK. Todo un viaje a la nostalgia es este thriller intenso y cautivante que recuerda mucho a Graham Green y a Raymond Chandler.
Una gran novela que nos permite fugarnos un poco de nuestra cruda y banal realidad.
Un sobreviviente a un colegio Marista y UMSNH, sus empleos han sido diversos, desde Bell Boy en una compañía de seguros, hasta “Country Manager” en una multinacional, pasando por veterinario, agente de ventas; encargado de turno en una “Comunidad Terapéutica” y microempresario. Ha vivido en Morelia, Uruapan, Culiacán, Ciudad de México y actualmente radica en Guadalajara, Jalisco.
