Plagio y feminismo están de moda

Beatriz Rojas

No solo las ministras de la Suprema Corte plagian. Tampoco es un acto exclusivo de estudiantes que acuden a Wikipedia, de reporteros que “revuelcan” notas para salir del paso o de expresidentes que dicen que se les “olvidó” citar.

El plagio, aunque es un acto penado por ley, en los últimos meses ha pasado por el visto bueno del Presidente de la República y los ojos cerrados de dos instituciones de educación superior, así como de la mismísima Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).

El Código Penal federal establece en su artículo 427: “Se impondrá prisión de seis meses a seis años y de trescientos a tres mil días multa, a quien publique a sabiendas una obra sustituyendo el nombre del autor por otro nombre”.

A mayor o menor medida, el plagio constituye un “robo chiquito”, no de bienes sino de la propiedad intelectual, aunque para una sociedad del conocimiento, que es el sistema económico hacia el que aspiran todos los países —el paso de la producción industrial a la generación de ideas, de información, de conocimiento y de tecnología para eficientar toda producción—, constituye un robo bastante grave.

La Voz de Michoacán, en un suplemento denominado “Jueves”, que en su emisión del 9 de marzo de 2023 contenía el texto “#8m y la literatura”, firmado por Mara Rahab Bautista. Ahí se aprecia el siguiente párrafo:

«Es complejo diferenciar la literatura feminista y la literatura femenina, ambas tienen como eje central la apropiación del discurso por parte de la mujer, sus orientaciones tienden a discrepar en algunos aspectos. La literatura feminista centra su discurso y su escritura en la oposición hacia todo lo establecido por el patriarcado como una forma de expresar su descontento por la sumisión que ha recaído sobre ellas”.

El fragmento no se encuentra entrecomillado ni referenciado, sino que aparece como una apreciación de quien firma la columna; sin embargo, es muy similar a un fragmento del texto “Literatura y feminismo” de Patricia Ward, publicado en 2014 (que se puede consultar aquí:), que dice en su primer párrafo:

“A pesar que la literatura feminista y la literatura femenina tienen como eje central la apropiación del discurso por parte de la mujer, sus orientaciones tienden a discrepar en algunos aspectos”.

Después, en el segundo párrafo, Patricia Ward escribe lo siguiente:

“La literatura feminista centra su discurso y su escritura en la oposición hacia todo lo establecido por el patriarcado como una forma de expresar su descontento por la sumisión que ha recaído sobre ellas”.

Posteriormente, en su cuarto párrafo, Mara “escribe”:

“Nos parece importante retomar las reflexiones que hace Virginia Woolf […] debatiendo si se puede hablar de la relación de la mujer y su producción literaria desde la apariencia que las mujeres tienen; la literatura que las mujeres escriben o desde lo que se escribe sobre ellas, se cuestiona la manera en que las tres perspectivas están intrínsecamente mezcladas”.

Por su parte, Nora Lizet Castillo Aguirre, investigadora del Tecnológico de Monterrey, escribió:

“Es muy interesante el planteamiento de Woolf debatiendo si se puede hablar de la relación de la mujer y su producción literaria desde la apariencia que las mujeres tienen; la literatura que las mujeres escriben o desde lo que se escribe sobre ellas, se cuestiona la manera en que las tres perspectivas están intrínsecamente mezcladas”.

Este documento es parte de las actas del XV Congreso AIH, en su volumen IV, difundidas por el Centro Virtual Cervantes

El siguiente párrafo –de Rahab y de Castillo-, dice más o menos así:

“Por otro lado, la (sic) Alejandra Kolontay, política revolucionaria y feminista marxista​​ rusa, también ya en 1915 se planteaba la idea de una «nueva» mujer pensante y creadora”, e invita a analizar el momento socio-histórico y cultural como factor primordial para poder establecer el discurso del que parte la escritora”, en el texto de La Voz.

“Alejandra Kolontay plantea la idea de una «nueva» mujer pensante y creadora. Lo realmente interesante de su propuesta es el hecho de subrayar la manera en que el momento socio-histórico y cultural representa un factor primordial para poder establecer el discurso del que parte el escritor”, en el escrito original.

Del mismo modo se reescribe el párrafo que le sigue, que ya estaría por demás reproducir y a éste le sigue el que se corresponde con el de Patricia Ward, que ya se había comentado y el siguiente se corresponde con uno de Naiara Cristina Schuck titulado “Literatura de escritura femenina” .

El texto de Mara Rahab dice:

“La literatura escrita por mujeres en América Latina a partir de los años 70 se ha basado en una profunda indagación sobre las nuevas identidades femeninas, acerca a lectores nuevas representaciones de personajes femeninos que representan nuevos comportamientos, cuestionamientos, luchas, realidades, deseos y dificultades actuales”.

El de Cristina Schuk:

“La literatura escrita por mujeres en América Latina a partir de los años 70 se ha basado en una profunda indagación sobre las nuevas identidades femeninas, acerca a lectores nuevas representaciones de personajes femeninos que representan nuevos comportamientos, cuestionamientos, luchas, realidades, deseos y dificultades actuales”.

Después de ello, la “autora” de la columna de La Voz de Michoacán coloca un párrafo aparentemente de autoría propia y cierra su texto con dos párrafos de cita. En este caso, felizmente, entrecomillados y con referencia.

Intertexto, dirían con pedantez los estudiantes de Letras (conozco una joven promesa de la poesía que tiene más “intertextos” y epígrafes que poemas, y aun así gana premios en la flamante Secretaría de Cultura), pero en este caso no se trata de ninguna licencia literaria, pues el documento pretende ser una especie de artículo o columna de opinión.

Mara Rahab Bautista López, además de ser propietaria y dirigir la librería de El Traspatio, que se especializa en literatura escrita por mujeres, está encargada como parte de la Colectiva Tait de las dos primeras ediciones del libro “Hechas de letras. Antología de escritoras en Morelia”, en colaboración con el Ayuntamiento de Morelia.

Beatriz Rojas

Se desempeña como periodista y escribe como escritora, con formación en la facultad de Letras de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, pero opina como maestra en Políticas Públicas y doctorante en Ciencias del Desarrollo Regional, ambos por el Instituto de Investigaciones Económicas y Empresariales (UMSNH). Ha publicado cuento, poesía y narrativa, así como notas sobre derechos humanos, política y Congreso en algunos medios locales de cuyo nombre no quiere acordarse, y es parte del núcleo editorial de Regla de Tres.

Loading

También le venimos ofreciendo:

Danos tu opinión: