Hartos de los libros de texto de la SEP

Beatriz Rojas

No sé ustedes, pero yo ya estoy HARTA de oír del tema de los libros de texto gratuitos de la SEP. FB está inundado de memes, videos, réplicas y contrarréplicas. Es sumamente molesto y lo peor es que ni siquiera los tenemos todavía en las manos y los links que se comparten para revisarlos se van cancelando. 

Eso quiere decir que la mayoría de la gente que está comentando, lo hace sin haber visto los mentados libros de texto, basándose en sus filias y fobias ya sea al gobierno o a su “oposición” favorita. Y digo “oposición” entre comillas, ahora verán por qué. 

La primera razón por la que estamos hartos del tema es precisamente esa: que se convirtió  en una guerra política, de gente que está ciegamente a favor del gobierno contra los supuestos conservadores. Es decir, la derecha proAMLO contra la otra derecha. 

Así como ha pasado con los desaparecidos, con los feminicidios, con la devastación ecológica, con los migrantes centroamericanos y como sucede con todos los males que aquejan este país, el tema se ha simplificado, se ha puesto en términos maniqueos (de blanco o negro), se ha ridiculizado, caricaturizado y vuelto una nauseabunda sopa de estupidez, a favor y en contra. 

Y es precisamente esa la estrategia: cansar, aburrir. Cuando todavía ni siquiera comienza la discusión de verdad, con los libros en la mano, con los planes de estudio a la vista.  

Entre los argumentos más célebres por su estupidez están: 

1. Que los libros son comunistas. Lo cual, por cierto, viene del noticiero de una televisora que ha demostrado ser amiga del régimen, por lo que además de estúpido, es sospechoso. 

2. Que de qué se quejan los papás, si en México no se lee ni un libro al año y las familias ven “La Casa de los Famosos”. Asoma una vez más el clasismo de la autoproclamada izquierda humanista, pero no es un argumento válido. Si en el país priva la falta de “alta cultura”, pues precisamente por eso es que se exige educación de calidad. 

3. Que si tienen lenguaje inclusivo, que si hablan de todo tipo de familias, que la ideología de género… Eso solo demuestra que la extrema derecha es tan idiota como los fanáticos de la 4T. Las familias diversas son una realidad, no podemos desaparecerlas a fuerza de no nombrarlas. 

4. Que deberían de estar más preocupados porque dejan a los niños usar el celular y las computadoras. ¿Y por qué aislarlos del mundo? Además de que el internet permite, entre otras cosas, la democratización del conocimiento. 

5. Que hay contenido SEXUAL en los libros porque se habla de los órganos reproductores masculino y femenino: eso ya está en los contenidos actuales, ha estado desde hace años, ni siquiera es novedad. 

Y así siguen y siguen los argumentos desinformados, cargados de tintes políticos y vacíos. Por eso ya estamos hartos. Claro, esto se debe a que la mayoría no conoce los libros. Si son tan buenos, o son tan malos los libros de texto, ¿por qué no los muestran, por qué solo vemos fragmentos?

Hay otros argumentos más fundamentados, como que la educación debería ser transversal (que no es lo que están haciendo con estos libros de pegoste de materias, pero bueno ese es otro tema), que el contenido no va encaminado a generar sujetos que puedan aspirar a la educación superior, que tiene errores, entre otros, pero quedan sepultados entre todo el ruido que meten las tonterías que gritan en sus redes sociales los palurdos pro y anti Morena.

Ya la corte ordenó suspender la distribución de estas cochinadas y ya el Presidente salió una vez más a decir que poco le importa lo que determine el Poder Judicial, pero la decisión no parte del contenido de los textos, sino de que no se han transparentado los programas de estudio y en realidad, ahí es precisamente donde radica el problema. 

El asunto no es si se arreglan o no los libros, sino que para cambiar un sistema educativo de manera radical y tajante, habría que partir un plan. 

A lo mejor sería mal pensado imaginar que, como sucedió con el Tren Maya y otras maravillas de la 4T, no exista un plan, que se vaya a ir escribiendo sobre la marcha o que sí exista, pero sea, como el Plan Nacional de Desarrollo, un vómito compuesto de frases de campaña y eslóganes absurdos, que pareciera escrito por la pluma de un anciano demente. 

Entonces sí, la Nueva Escuela Mexicana, sería un desastre, pero no, no hay que pensar mal de un gobierno tan preparado, tan respetuoso de las formas, tan honesto, tan comprometido, como el que encabeza Andrés Manuel López Obrador.

Beatriz Rojas

Se desempeña como periodista y escribe como escritora, con formación en la facultad de Letras de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, pero opina como maestra en Políticas Públicas y doctorante en Ciencias del Desarrollo Regional, ambos por el Instituto de Investigaciones Económicas y Empresariales (UMSNH). Ha publicado cuento, poesía y narrativa, así como notas sobre derechos humanos, política y Congreso en algunos medios locales de cuyo nombre no quiere acordarse, y es parte del núcleo editorial de Regla de Tres.

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