Los príncipes de Sambalpur

Horacio Cano Camacho

En este bufete negro constantemente estamos visitando la novela negra con trasfondo histórico y hoy toca el segundo libro de una de las sagas más exitosas de los últimos tiempos, la protagonizada por el Capitán Sam Windham del autor indio Abir Mukherjee. Ya reseñamos aquí el primero de la serie, El hombre de Calcuta y vamos ahora con la segunda novela, recién salida del horno: Los Príncipes de Sambalpur (Black Salamandra, 2022). Cabe mencionar que en inglés, la serie lleva cinco títulos que se han colocado entre las 100 mejores novenas negras escritas en este idioma…

En 1919 el capitán Sam Wyndham llega a Calcuta, en un intento de rehacer su vida, destrozada, como la de millones, luego de la Primera Guerra Mundial en donde sacrificó su vida en las trincheras para gloria del Rey Jorge V que peleaba contra su primo, el Káiser Guillermo en una disputa claramente familiar. Sam perdió a su esposa y a su padre en la pandemia de gripe de 1918 y no le queda nada más que una profunda decepción.

Abir Mukherjee

Es convocado por su antiguo oficial jefe, ahora responsable de la policía imperial en Calcuta, para ocupar la responsabilidad de inspector de la policía, ya que tiene experiencia en Scotland Yard y en el servicio de inteligencia inglés durante la guerra.

Este libro es una estupenda construcción de la historia del imperio británico en la India. Todo contado con un tono irónico y punzante que nos permite acercarnos al “mundo civilizado” del invasor con el pretexto de un crimen. Una novela negra de carácter histórico imperdible.

Ahora vuelve con una historia situada en 1920. Sam Wyndham y su compañero, el Sargento Surendranath Banerjee, conocido como Surrender-not por la incapacidad de los británicos de pronunciar su nombre, son convocados para vigilar una reunión de la “nobleza” india y la corona invasora: Una veintena de maharajás, príncipes, nizams, nawabs y otros dignatarios indios de diversos reinos cercanos a Calcuta se agrupan alrededor del virrey de la India para hacerse la foto oficial de una nueva institución, la Cámara de los Príncipes, la última idea del Gobierno de Su Majestad para calmar el creciente clamor de los indios por su autonomía.

Poco después uno de los participantes es asesinado por quien parece ser un fanático religioso, mientras es acompañado por los dos protagonistas, el inspector Sam Wyndham y el sargento Surrender-not. El finado es Su Alteza Serenísima el Príncipe Heredero Adhir Singh Sai de Sambalpur, el Yuvraj Adhir Singh Sai, primero en la línea de sucesión al trono del reino de Sambalpur.

Este crimen puede hacer tambalear el equilibrio político del gobierno del raj británico, y significa un duro golpe en el propio reino de Sambalpur, pequeño, pero que produjo al 5º hombre más rico del mundo. Por lo tanto, las autoridades británicas y el maharajá de Sambalpur presionan al inspector Wyndham para que resuelva cuanto antes el caso, en las mismas entrañas de Sambalpur, donde deberán sumergirse en un entorno muy complejo de relaciones de poder con repercusiones económicas, religiosas y políticas.

Sambalpur es un pequeño reino, situado en las tierras de Orissa, al suroeste de Bengala, que contiene uno de los mayores campos diamantíferos de la India, lo que convierte a su maharajá, en un poderoso aliado del poder colonial.

La presencia de los diamantes es una pista importante. En contraste con la miseria circundante, los poderosos indios aliados de la corona viven en un lujo que parece sacado de la mil y una noches y crea ramificaciones muy truculentas en la investigación que permiten al autor  hacer todo un despliegue de humor e ironía.

La situación social y la fórmula de gobierno también se toca en la novela, donde el pequeño grupo del poder vive en un lujo desatado. El maharajá mantiene a una zenana (algo parecido a un harén) con un lujo increíble, y que le ha dado una descendencia de doscientos cincuenta y ocho hijos, sin incluir a sus tres herederos, lo que sin duda deberán revisar los investigadores, haciendo caso a la máxima del género de seguir la ruta del dinero.

La novela nos lleva a entender la estructura del imperio colonial británico en la india, las complejas relaciones con el sistema de castas, la estructura de clases local y el propio racismo y clasismo de los potentados indios. Aparece también ya el Partido del Congreso, liderado por un tal Gandhi y nos muestra sus propias contradicciones, entre la busqueda de la libertad y el sostenimiento de muchos de sus valores feudales.

La novela, como la primera ya reseñada, es un excelente cuadro para mirar el poder colonial británico, pero también es excelente literatura. La galería de personajes es muy extensa, tanto los históricos como los de ficción, recorriendo tanto el lado indio en todas sus categorías sociales, como en el británico.

Los Príncipes de Sambalpur es la segunda entrega en la que sus dos protagonistas, el inspector Wyndham y el sargento Surrender-not, resultan dos investigadores formidables, pese a todos los problemas sociales y personales que les persiguen. La combinación de estos dos hombres, con orígenes sociales y actitudes tan distintas, se ve reflejada en el hecho de que compartan alojamiento. Imperdible, aproveche que apenas va el segundo tomo de algo que se anuncia como una saga muy potente e ilustrativa ahora que andan muchos añorando la monarquía y la pureza de sangre…

Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente representan la opinión de el artefacto.

Loading

También le venimos ofreciendo:

Danos tu opinión: