Ángel caído

Livier Fernández Topete

Atravesar la noche significa preparase para el encuentro con el amanecer, caminar por el infierno es acercarse al cielo, hender los dedos en la bruma, salir ileso pero con sabor a hiel. 

Dormir junto al diablo es hallar en la rojez de sus ojos la probabilidad de dios. 

El monstruo mortifica y a la vez vivifica, rasga sin querer la piel, acuna al engendro enfermo de su entraña y convierte al amante en madre o padre de su semilla. 

Mas el germen demoniaco se abre paso en cualquiera que conozca su canción, porque el que alguna vez la escuchó, la lleva tintineante en la memoria y transforma todo lo que toca en penumbra, lo que ve en nube, lo que prueba en sal, pues entrelíneas la melodía recuerda lo que solo la sombra permite vislumbrar: el racimo de sol con su fulgor gemelo de la luna, el gajo de luz del fruto divino.


Ángel caído de Alexandre Cabanel



Livier Fernández Topete
(Ocotlán, Jal.)

Lic. en Psicología (ITESO); Maestría en Artes, Especialidad en Educación en el Arte (UANL); Certificación Internacional como Sommelier de Té (EL CLUB DEL TÉ). Su libro aforístico A mares fue publicado por la UANL dentro del marco de la FIL (Monterrey 2011). Becaria del Centro de Escritores de Nuevo León en el género de Poesía donde escribió el libro Frente al desierto, publicado en el 2016 tras ser seleccionado en una convocatoria para escritores michoacanos o residentes de ese estado, por DIABLURA EDICIONES y la SEMICH (Sociedad de Escritores Michoacanos).

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