Gerardo Pérez Escutia
Como ya lo hemos dicho en esta columna, Harry Hole, el icónico personaje creado por Jo Nesbø es uno de nuestros héroes (o antihéroes) favoritos en el panorama de la novela negra actual; Harry Hole ha sido protagonista de una saga que con esta entrega alcanza el cabalístico número 13. Hemos visto cómo este peculiar investigador ha evolucionado y sufrido en las anteriores entregas; se ha enfrentado al crimen organizado, a varios asesinos seriales y a la corrupción policíaca en su natal Noruega y particularmente en la ciudad que tanto ama: Oslo.
Hoy hablaremos de Eclipse (Penguin Random House, marzo 2023) de Jo Nesbø (Oslo, 1960), uno de los autores escandinavos más exitosos de la actualidad, su saga de Harry Hole ha vendido millones de ejemplares y ya se han hecho películas con algunas de sus obras (como lo hemos mencionado en anteriores reseñas), también ha escrito novelas al margen de esta saga donde despliega un oficio literario muy pulido que lo confirma como un maestro creador de atmósferas y personajes ominosos, destacando la adaptación que hizo de Macbeth y la espléndida novela El reino, ambas ya reseñadas en este Bufete Negro.
Harry Hole ha tocado fondo, se encuentra en Los Ángeles, California dispuesto a dejarse morir, vive en un motel infame y ocupa sus días en beber, en rumiar sus demonios, y en recordar a los seres queridos que ha perdido, particularmente la muerte de Rakel (su exmujer) y el “suicidio” de Bjorn quien era su compañero y pareja de Katrine Bratt, su colega en la Policía de Oslo.
En un bar de mala muerte conoce a Lucille, una anciana solitaria que aún conserva los modos de la diva de Hollywood que pudo haber sido en su juventud, comienzan una amistad plagada de silencios y mucha bebida, y así se da cuenta de que Lucille está en la mira de un cartel mexicano por una deuda que tiene con ellos, esto despierta en él un destello de su talante justiciero, y decide que aún puede hacer un acto de honor antes de sucumbir por el alcohol.
En Oslo, mientras tanto, aparece el cadáver de una mujer “acompañante de lujo” a quien le han “sustraído” el cerebro, además, está desaparecida otra mujer, la policía encabezada por la comandante de delitos violentos, Katrine Bratt, no tiene ninguna pista, y el único hilo que tienen para tirar es la coincidencia de que ambas mujeres asistieron a una fiesta ofrecida por uno de los hombres más ricos y polémicos de Noruega Markus Røed . El caso se está convirtiendo en un suculento manjar para los medios, y la presencia de un asesino serial comienza a mencionarse incrementando la presión a la policía para la resolución del caso, en el que, por una parte, tienen que encontrar a la chica desaparecida (y así evitar su muerte) y por otra descubrir al asesino.
Así las cosas, es inevitable que en los medios y en los corrillos policíacos resuene el nombre de Harry Hole, el mejor investigador y el único que tiene experiencia y capacidad para atrapar a asesinos seriales, pero a la vez el más incómodo, el más indisciplinado, y el que carga con un trágico historial que lo convierte en una especie de maldición, en la “última opción posible”.
En contra de sus jefes, Katrine logra localizarlo en EE.UU, le plantea la situación, y Harry se niega totalmente a regresar a trabajar con la policía noruega, sin embargo, días después lo contacta Markus Røed, quien desea dejar su nombre libre de toda sospecha y le ofrece que trabaje para él como investigador privado para encontrar al asesino y recuperar su prestigio, Harry ve en este ofrecimiento la posibilidad de obtener el dinero que pagará la deuda de Lucille y por ende salvar su vida, de inmediato se traslada a Oslo para trabajar de manera privada para Markus, en el mismo caso que tiene desesperada a la policía.
Harry comienza a investigar, se hace de un equipo variopinto que le ayuda a recabar pruebas y avanzar en un caso que se complica cada vez más, pues aparece la segunda chica asesinada, esta vez sin cabeza, inevitablemente tiene que interactuar con Katrine reviviendo todos sus demonios, conoce a Gert (hijo de Katrine y Bjorn), con quien siente de inmediato un vínculo extraño que nunca había percibido.
La investigación se enreda y todas las pistas llevan a callejones sin salida, la policía y Markus presionan, y además, Harry tiene que lidiar con su alcoholismo, intentando “administrarlo” con una fórmula que le dio un conocido; a la trama se incorporan la esposa de Markus, el equipo forense de las fuerzas policiales, y un misterioso dealer que provee de droga de la mejor calidad a la alta sociedad de Oslo.
La historia corre de manera vertiginosa sin darnos respiro, el autor nos lleva a un escenario con varias hipótesis posibles y donde cualquiera puede ser culpable, a todo esto, habrá que añadir la presencia de un personaje maligno e inasible que complica terriblemente la investigación, el “Toxoplasma gondii”, por lo que la investigación adquiere otra dimensión, y tiene que correr por otros derroteros no necesariamente policíacos.
A estas alturas de la saga de Harry Hole, los personajes han madurado, tienen una gran profundidad y una credibilidad sin ambages, la novela se disfruta en cada página por la manera en la que el autor dosifica el misterio y nos hace vivir las contradicciones como errores que humanizan a los protagonistas, todo dentro de un escenario que mezcla descarnadamente la lucha por el poder, con los vicios y esqueletos ocultos que tiene una sociedad que ha alcanzado altos estándares de bienestar para su población.
Sin duda el Harry Hole más extremo, y a la vez el más humano que hemos visto en la saga, y la trama más complicada y vertiginosa que nos ha presentado el autor hasta ahora .
Una novela que no tiene desperdicio.
Un sobreviviente a un colegio Marista y UMSNH, sus empleos han sido diversos, desde Bell Boy en una compañía de seguros, hasta “Country Manager” en una multinacional, pasando por veterinario, agente de ventas; encargado de turno en una “Comunidad Terapéutica” y microempresario. Ha vivido en Morelia, Uruapan, Culiacán, Ciudad de México y actualmente radica en Guadalajara, Jalisco.
