El libro de los nombres

Gerardo Pérez Escutia

Estamos cerrando el año y para esta última semana de 2022 reseñamos una novela muy especial, una novela que cae en la categoría de la no ficción, es una historia de familia, un thriller, y una novela de terror a la vez. Al día de hoy es la obra más leída en el país en el que se desarrolla la historia, alcanzando doscientos mil ejemplares vendidos. Se trata de El libro de los nombres (Planeta, 2020) de Simon Stranger (Oslo, 1976).

Simon Stranger es un autor noruego que proviene de una familia de escritores, ha publicado algunas obras de literatura juvenil, sin embargo, no es hasta la publicación de El libro de los nombres que salta a la fama al ganar el Norwegian Booksellers´ Prize por la novela que reseñamos en esta ocasión.

Relata la historia de la familia Komissar desde la Segunda Guerra Mundial hasta nuestros días. Es a la vez una crónica de la familia del autor y un retrato brutal de uno de los episodios más negros de la historia noruega. Todos los personajes que aparecen en la historia son reales y los hechos narrados (por desgracia) también lo son, es un testimonio que busca incidir en la memoria colectiva para evitar el olvido, para que nunca más se repitan los hechos que aquí se relatan.

En la tradición judía se dice que las personas mueren dos veces, una cuando ocurre la muerte física y la segunda cuando el fallecido cae en el olvido total, cuando ya nadie de su familia o amigos lo recuerda, por esta razón el artista alemán Gunter Demnig tuvo la idea de fabricar pequeños bloques de latón para grabar en ellos los nombres de los judíos asesinados por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, e incrustarlos en la acera delante de las viviendas donde habitaron. Se les llamó Piedras obstáculo y es una manera de aplazar esa “segunda muerte” y que el recuerdo de uno de los capítulos más terribles de la historia de Europa siga vivo en el rostro de las ciudades.

Uno de esos bloques de latón, tiene el nombre de Hirsh Komissar, bisabuelo del autor, y a partir de la contemplación de esta pieza de metal comienza la historia de esta novela.

Simon Stranger

Hirsh Komissar vivía en Trondheim en el centro de Noruega, en enero de 1942 lo arrestaron los nazis y se lo llevaron a un campo de detención donde meses después, cuando ya había sido implementada la “solución final”, fue ejecutado.

Henry Oliver Rinnan era un muchacho noruego común y corriente, acomplejado por su inusual baja estatura y por la continua mofa que sufrió en la escuela durante toda su juventud por su talla. Henry creció acumulando resentimientos e incubando deseos de venganza, siempre a la zaga de sus compañeros y vecinos, sin posibilidades de conseguir pareja y con fuertes carencias económicas. Siendo muy joven comenzó a trabajar en una tienda mezcla de ferretería y de taller mecánico en donde a base de pequeños robos se fue haciendo poco a poco un lugar entre la abúlica y conservadora sociedad de una pequeña ciudad Noruega.

Al iniciar la guerra y con la invasión de los nazis, Henry ve la oportunidad de su vida, con una personalidad moldeada por el resentimiento y el odio por quienes abusaron de él durante toda su juventud, así que se ofrece como informante de la SS y la Gestapo. Su conocimiento de la región y de la gente le permite actuar como agente doble, para así obtener información de los focos de resistencia, de los movimientos partisanos y comienza a denunciar a sus coterráneos. Poco a poco al proporcionar información valiosa, va subiendo en la infame jerarquía nazi, se le capacita en técnicas de interrogación y le ponen hombres a su cargo, de esta manera se hace de una banda de informantes, sicarios, sádicos y brutales a cual más que de 1942 a 1945 protagonizaron el qué tal vez es el episodio más oscuro de la ocupación nazi en Noruega.

Paralelamente, la novela avanza retratando a los miembros de la Familia Komissar durante tres generaciones, se narran las vicisitudes que tuvieron que pasar los descendientes de Hirsh para escapar de la guerra y su regreso años después a su ciudad natal. El autor construye viñetas de la vida cotidiana de varios de ellos, en donde son evidentes las cicatrices que les dejó la guerra y la ocupación nazi.

El otro gran protagonista de la novela no es un personaje, sino una casa en las afueras de Trondheim, un lugar al que la gente bautizó como Bandeklosteret (El convento de la banda), propiedad que Rinnan y sus secuaces convirtieron en hogar y cuartel general por donde pasaron cientos de noruegos que sufrieron atroces torturas, donde muchos de ellos fueron asesinados brutalmente durante el reinado de terror de Henry Rinnan.

Con base en exhaustivas búsquedas por diversos archivos de Europa y gracias a entrevistas con sobrevivientes o descendientes, el autor pudo reconstruir los relatos (muy difíciles de leer) de lo que sucedió en ese sitio, propiedad que por una extraña burla del destino paso a ser hogar del hijo de Hirsh y su familia, por esta circunstancia el relato da un vuelco y se vuelve muy oscuro, adquiere tintes de novela de terror ante la situación de una familia que vivió en lo que pocos años antes era un “matadero”, y cómo los destrozó literalmente la ominosa presencia e historia de la casa a sus ocupantes.

Otra característica de esta novela es su polifonía, el autor brinda a muchos de los protagonistas la potestad del relato en primera persona, por lo cual la historia nunca decae, ya que siempre nos brinda la visión personal del narrador en turno, con toda su carga emotiva, así podemos conocer y sentir de primera mano la visión y motivos del asesino, del verdugo, de las víctimas reales y colaterales que arrastran a lo largo de tres generaciones los efectos de lo vivido en esos años.

Esta novela viene a enriquecer la narrativa del Holocausto, pues aborda lo vivido en Noruega, país que no se menciona tanto como Rusia o Polonia, a donde también los nazis llevaron sus acciones de exterminio y dejaron una huella indeleble en su historia.

La estructura de la trama se entreteje con varias historias y cada capítulo nos plantea una pregunta o misterio en el devenir de los personajes a la par de mostrar un mosaico psicológico y burocrático de cómo se estructuró la maquinaria de muerte durante esos años. Sin duda una gran novela producto de varios años de investigación del autor, hurga en las cicatrices más dolorosas de la historia de Europa y de su propia familia.

PS. La campaña de poner Piedras obstáculo frente a los domicilios de las víctimas, solo ha completado alrededor de sesenta mil en diferentes ciudades de Europa, y los judios asesinados fueron… seis millones.



Gerardo Pérez Escutia

Un sobreviviente a un colegio Marista y UMSNH, sus empleos han sido diversos,: desde Bell Boy en una compañía de seguros, hasta “Country Manager” en una multinacional, pasando por veterinario, agente de ventas; encargado de turno en una “Comunidad Terapéutica” y microempresario. Ha vivido en Morelia, Uruapan, Culiacán, Ciudad de México y actualmente radica en Guadalajara, Jalisco.

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