Hikaru: teatro para sanar

Caliche Caroma

Hikaru es una poderosa puesta en escena que no sabemos si llamarla unipersonal o monólogo o microteatro, lo cierto es que se trata de un alucinante e intenso encuentro/diálogo con la creación del cosmos, lo más grande, y con la resolución de los miedos personales, lo más pequeño. Asistimos a una de las funciones que se están ofreciendo en Selfie Planet y esto es lo que vimos.

De entrada, Selfie Planet es diferente a todo lo que usted ha visto hasta ahora, ubicado en el Bulevar García de León #721, a dos cuadras de Telmex, en la capital michoacana, alias Morelia. Nos recibió la dueña, Ingrid Naresm, quien nos dijo que: “Todo este espacio es muy cultural. Yo soy fotógrafa, por eso el lugar está pensado para hacer fotografías. Pero también para hacer cualquier cosa que se les ocurra, fiestas privadas, teatro como el de Bernardo, presentaciones de libros, tenemos cafetería, ofreceremos clases de yoga, sesiones para quinceañeras, bodas, etc. Abrimos de las 11 de la mañana a las 10 de la noche. Se renta para eventos y los invitamos a que nos visiten”.

Recorrimos los cuartos y patios que forman parte de Selfie Planet, las luces, los murales, los arreglos, los muebles, hasta el detalle más pequeño está pensado para que la gente saque su móvil y se tome una foto o sólo se deje llevar por las luces y la decoración disfrutando de una rica bebida. Y en este colorido recinto se presentó Hikaru, dramaturgia de Atzumey León y actuación y dirección de Bernardo Sinuhé Hernández Ayala. ¿De qué va este proyecto?

Hikaru es un ser hecho de la misma sustancia que los planetas y las estrellas, y que, por decisión propia, se convierte en samurái. Un samurái galáctico que quiere ayudar a los demás, ayudándose a sí mismo. El público será no sólo testigo de las batallas contra terribles monstruos y encuentros llenos de amor, sino que participará en el desarrollo del montaje. En la obra conocemos a tres personajes: Daiki, el niño que se siente culpable por la ausencia del padre; Hotaru, la mujer que vive traumatizada por un dragón que la atormenta; y Shin, la mascota que encontrará la respuesta a su soledad a través de una hermosa enseñanza.

La actuación y dirección, tanto como la dramaturgia, son acertadas. Sin complicaciones, podemos entender e interiorizar cada una de las tres historias. Hikaru es para toda la familia, el día que asistimos nosotros había niños, adultos y jóvenes. Todos se divirtieron, aprendieron e interactuaron, pues al final de la obra se hace una sesión de comentarios para que cada quien comparta su experiencia.

Bernardo supo aprovechar las habitaciones de Selfie Planet, así que los asistentes vivirán un teatro no estático, fuera lo pasivo, la dinámica es fundamental en esta propuesta que tiene algo de teatro japonés, filosofía oriental, medicina mágica y amistad, ésa que se trasmite a través de la palabra que sana. Compartir para comprender y curar, éste podría ser el resumen de Hikaru. El primero de diciembre habrá otra función en el mismo lugar, con un horario de seis de la tarde, y el 9 de diciembre en Vía Láctea, nuevo foro en Abasolo #568, Centro de Morelia. Info al 443 492 3329.

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