Horacio Cano Camacho
Cuando pensamos en Islandia, siempre imaginamos fiordos, volcanes activos, termas y glaciares. Es un país muy pequeño, de apenas 350 mil habitantes, la mayoría concentrados en su capital, Reikiavik. Además de ser un estado muy pacífico (de los más tranquilos del mundo), con una tasa de criminalidad muy baja, los asesinatos en particular son raros, por fortuna, los islandeses cuentan con un insignificante elenco de asesinos.
Entonces ¿qué pinta Islandia en la novela negra? Resulta que en este país se están realizando algunas de las series televisivas más interesantes e innovadoras del género, que ya han causado revuelo internacional y que a nosotros nos encantan. Y uno de los responsables de este boom es seguramente Arnaldur Indridasson, un autor de gran trayectoria y favorito de este bufete negro.
Ahora les presentamos a otro que ha despegado muy bien y ya cuenta con adaptaciones a la televisión. Se trata de un abogado muy jóven, de nombre Ragnar Jónasson, que de traductor de Agatha Christie, pasó al lado oscuro y complejo de una sociedad de bienestar como la islandesa y lo usa para contar un aspecto social poco conocido, y lo hizo creando varios personajes y una serie criminal de mucho éxito, llamada Islandia Negra, de la cual se han publicado cuatro entregas en español, en la editorial Seix Barral (La sombra del miedo, La muerte blanca, Niebla en el alma y La noche eterna). Las novelas de Ragnar Jónasson se publican con gran éxito en más de treinta países y cuentan con más de tres millones de lectores.
Ahora regresa con el primero de una nueva saga, la protagonizada por la Inspectora Hulda Hermannsdóttir, o simplemente Hulda, de la policía de Reikiavik. Aprovechar el número uno de la publicación de una nueva serie tiene sus ventajas, las podemos ir leyendo al ritmo que el autor va publicando y conocer su génesis casi en tiempo real. Y es el caso de este primer libro, La Dama (Seix Barral, 2023). Además, esta serie, como ya se anunció, verá pronto su correspondiente versión para televisión a la carta, así que doble oportunidad…
Hulda Hermannsdóttir ha sido una de las mejores investigadoras de la policía de Reikiavik. Cuando está a punto de cumplir los sesenta y cinco, su jefe le exige jubilarse antes de tiempo, cuando aun le resta un año, para dejar su lugar a un “elemento más jóven” y de gran prestigio. Hulda siente el mazazo revestido de “te vamos a dejar disfrutar de la familia” y tu condición de mujer madura, no importan sus servicios prestados durante años y su enorme eficacia, de las mejores del cuerpo de policía. Nada importa, su jubilación es obligatoria al cumplir los 65 y “buenamente” le permiten adelantarla, sin menoscabo de sus derechos… un eufemismo para deshacerse de ella y dejar su lugar a los más jóvenes.
A cambio, Hulda consigue un acuerdo, podrá elegir un último caso para resolver en las dos semanas que le restan de servicio. La perspectiva de dejar un trabajo al que se ha entregado en cuerpo y alma la inquieta; teme que los viejos demonios que siempre la han perseguido den finalmente con ella, mujer madura, viuda y solitaria.
Para demorar el momento del retiro, la veterana policía no duda en reabrir un caso, el asesinato de una mujer inmigrante rusa de nombre Elena, ocurrido un año atrás y que un compañero, con evidente negligencia, no logró resolver y fue cerrado aceleradamente y lanzado al olvido. Hulda, rápidamente detecta las inconsistencias de la investigación previa y se dispone a reivindicar a la víctima, encargándose personalmente del caso, con un único objetivo: dar con la verdad. Y solo tiene quince días para lograrlo. Esta misión también forma parte de un acto de dignidad, despedirse como lo que siempre fue, la mejor, y no mendigando la conmiseración de sus compañeros, machos y excluyentes.
La novela está contada como un cronómetro en cuenta atrás. Ya desde el primer día, indagando lo que a su compañero ni se le ocurrió, se da cuenta que la muerte de Elena, la rusa, no fue un suicidio, como su compañero lo informó en su reporte final, sino que detrás de esa historia puede haber mucho de donde cortar, incluyendo la participación de las mafias de trata de personas.
Esta primera novela de la saga me ha tenido literalmente enganchado, contada a tres tiempos, el presente, los últimos días de Elena y la infancia y juventud de Hulda, para converger finalmente en un thriller bastante potente. Está muy bien construida y trazada con precisión, la novela tiene un final de auténtico infarto que, por supuesto, no les contaré, pero que ya anuncia lo que vendrá en los siguientes volúmenes. Con esta saga me pasa lo mismo que con una buena serie de televisión, ya estoy esperando con ansiedad la siguiente temporada…
Profesor-Investigador de la UMSNH. Jefe del Departamento de Comunicación de la Ciencia y editor de la revista Saber Más. Le encanta leer casi todos los géneros, excepto de superación personal, coyuntura política y filosofía para triunfadores y buscadores del éxito. Le fascina la novela policiaca, de misterio y la novela negra, intenta sacar a varios del closet de la literatura del buen gusto. La novela negra dice le gusta porque allí los buenos suelen ganar…
