Radio Ranchito me gusta más

Caliche Caroma

¿Existe una televisión y radio cultural en Michoacán? En el discurso, sí, en los hechos, quién sabe. También en otros estados de la república mexicana las radiodifusoras y televisoras, ya sea universitarias o dependientes del gobierno, se autonombran culturales o educativas, eso sí, siempre públicas. Pero, ¿qué tanto hay de verdad en estos calificativos? Echémosle un ojo y un oído a las que tenemos más cercanas, incluyendo las plataformas digitales de estos medios de comunicación pagados con el erario.

Una delimitación antes. Definimos la radio, televisión o plataforma social como cultural cuando difunden, promueven y producen contenidos que están relaciones con el arte, la ciencia, lo popular, las tradiciones y los movimientos sociales que afirman la identidad de una región, comunidad, estado o país. Gabriel Zaid asegura, con datos en la pluma, en su artículo “Radio Cultural” (Letras Libres, 1 de diciembre de 2019) que la radio en México nació cultural. ¿Qué pasó entonces?

Radio Nicolaita (quienes aseguran que también tienen televisión, pero hasta ahora no se ha confirmado su existencia), 104.3 de F.M., con una señal intermitente y su presencia por la internet reducida, además de que ha sido poco afortunada en lo que se refiere a la dirección de la institución universitaria con casi cincuenta años de vida, pero eso sí, intervenida por los arreglos políticos del rector o rectora en turno, las casas de estudiante, los empleados sindicalizados, la indigencia técnica… Y, aun a pesar de lo anterior, es lo más cercano a lo cultural y educativo en Michoacán.

Radio Nicolaita se mantiene, en cuanto audiencia, de las colaboraciones externas, programas que llevan años al aire gracias a la buena voluntad de sus conductores y productores, por ejemplo: Ex Libris, José Luis Rodríguez Ávalos, Ruth Dávila y cía.; Decibel, Juan Carlos Trejo; los programas de Ernesto Ayala; Los Clásicos del Rock, del licenciado Chava Munguía; Esto ya lo toqué mañana, Juan Alzate; entre otros. Eso sí, las retransmisiones de otras estaciones han ido en aumento, y es que no todos disfrutan del trabajo gratuito.

Uve Radio 98.1 de FM, la radiodifusora de la Universidad Vasco de Quiroga, tiene una muy buena selección musical, se rescatan programas como Femme la Nuit, en donde la productora moreliana de electrónica nos pone al día en estos géneros modernos. Otros programas recomendables son Gamer Hype, Kimchi Pop, Croma, Gentes de Cine, et al. Pero como la estación es declaradamente católica, no dejan de hacer propaganda para su religión y eso le quita muchos puntos.

Pero si hablamos de propaganda, el Sistema Michoacano de Radio y Televisión (SMRTV) se lleva la palma de oro. El SMRTV, no confundir con Smart TV, es el ejemplo más claro de lo que no es una radio y televisión cultural, ni educativa, sino todo lo contrario. Acá no hay propaganda religiosa, sino política, son el medio oficial del partido Morena, del gobernador Alfredo Ramírez Bedolla y de Andrés Manuel López Obrador, el presidente de México. ¡Y qué tiene!

En la película de 1974, Alicia en las ciudades (Alice in den Städten), dirigida por Wim Wenders, el personaje principal viaja a América para hacer un reportaje sobre los Estados Unidos y sus paisajes, pero abandona el proyecto inicial y termina haciendo una reflexión sobre la televisión de los gringos. Philip Winter, reportero alemán, concluye que lo peor no es la publicidad de la televisión estadounidense, lo terrible es que los mismos programas de tv se convierten en comerciales de larga duración. Éste es el caso del SMRTV, quien no se cansa de decirnos una y otra vez que el gobierno de Michoacán es el mejor, que AMLO es un iluminado y que Morena no tiene comparación. ¿Y si otro partido gobernara e hiciera lo mismo? ¿Otro gallo les cantara? 

Recién llegada, la novel administración del SMRTV organizó una campaña promocional a partir de un supuesto apagón: «Adiós al Sistema», pero en realidad se trataba de la renovación del medio de comunicación michoacano. Con el #todoelsistemaalpueblo se pretendía dar una imagen fresca, juvenil, greña larga y suelta, cómodos tenis y mezclilla. Adiós al sistema se parece a la frase anarcopunk, fuck the system!, y a la canción «Fuck tha Police» de N.W.A. Se habló de nuevos contenidos, no más del viejo modelo institucional. Al evento oficial del apagón-reiniciada-cirugía plástica, acudió Alfredo Ramírez Bedolla como invitado especial, el gobernador era ese nuevo rostro que se escondía bajo la poderosa frase «Adiós al Sistema». La ese mayúscula como el viejo régimen, la ese minúscula como la interconexción ciudadana a través de la señal del sistema de radio, televisión, redes sociales, mítines y nado sincronizado. Así comenzó el nuevo SMRTV, #todoel sistemaalpueblo y #todoelmaquillajealsistema

Hay que decirlo. Mucha de la gente que trabaja y colabora con el SMRTV va a contracorriente, le echa todas las ganas para no caer en la trampa del adoctrinamiento,  llevan años dándose de topes contra las paredes que llegan a la dirección. El SMRTV desde siepre ha tenido programas de calidad, originales, con un sincero y desinteresado contacto con la gente, ellos y ellas han dejado el corazón y las tripas en sus producciones, pero en fechas recientes la programación de la radio, la televisión y las redes sociales ha dado un peligroso giro hacia la propaganda política partidista. Se le ha recortado el tiempo a lo que valía la pena, para hacer del SMRTV un medio de propaganda que coquetea peligrosamente con la obra de Leni Riefenstahl.

Los ejemplos son botones: Se retransmite la mañanera del simpático y muy querido AMLO, luego pasan un programa posterior que comenta los contenidos de la mañanera, la Post-Mañanera (que se parece a uno del Canal Catorce, Jenaro Villamil), les falta una premañanera en donde se adelanten a los pensamientos del presidente; en los noticieros, especialmente en el de la tarde, se habla, a veces en un 90 % del gobierno del estado, es decir, del gobernador y sus derivados; en programas como Mula de Seis (que está mal escrito, pues no es un seis, sino dos, lo correcto es seises), Voces del Congreso, Peras y Manzanas, Escala de Grises, en otros, se invita a los servidores públicos y/o se habla de ellos, no una vez, son series completas las que se pueden ver de algunos de los funcionarios. 

El SMRTV hace la chamba de la oficina de comunicación social del gobierno de Michoacán, pues retransmite las conferencias del gobernador, los anuncios de sus programas sociales, sus mensajes a la población, e incluso le ayuda a cerrar filas cuando se le presenta algún problema, verbigracia, la reubicación de los comerciantes en el nuevo mercado de Pátzcuaro. Lo peor de todo es el uso de la infraestructura y personal del SMRTV para el proselitismo en las campañas de los aspirantes a candidatos de Morena rumbo a 2024, como es el caso concreto de Claudia Sheinbaum Pardo en sus visitas a Michoacán.

Pero no todo está perdido ni podrido. Algo de lo que vale la pena en el SMRTV: Por el bulevar de las palabras, de Claudia Álvarez Medrano; La Fogata, cuando no invitan a funcionarios; Lugares Comunes, Gustavo Ogarrio; Letras Insumisas, Gabriela Cázares; Pastel Radio, Roberto Castro; Buenos Días Michoacán, Manuel Ángel Cortés; Caleidoscopio, José Luis Castillo; entre otros pocos.

¿Existe una televisión y/o radio cultural en Michoacán? Radio Ranchito me gusta más, 120.5 de F.M., una estación que en algún momento tuvo programas buenísimos, muy cercanos al radio arte, con ambientaciones de la ruralia, «¡sí, comadre, sí compadre!»; sin olvidar la famosa Nota Roja de Radio Ranchito, y aún pasan las radionovelas de hace 50 años o más, Ésa no porque me hiere, entre otras producciones que sin pretenderlo, son culturales y hasta educativas.  


Caliche Caroma

Escritor putrefacto que deja el alma en cada tecla, a veces es grasa esa alma. Ganador dos veces consecutivas del premio «Mejor dedícate a otra cosa». En su casa lo conocen como Panchito porque baila el cha cha cha. Quiere adelgazar, pero no puede.

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