Una sirena con una guitarra

Raúl López Téllez

Angélica Narákuri se autodefine como “mujer medicina” y se reconoce como una sirena pero de los lagos, transcurre en el camino con una guitarra y un libro sobre sus travesías con los humanos. 

Con más de diez años de andanzas por varios estados del país y otras latitudes, Narákuri se ha centrado en vivir, viajar, dedicarse a la música, conocer, danzar en el agua con una terapia que evoca a los delfines en los lagos Bacalar, en Quintana Roo, y Atitlán, en Guatemala, lugares que dice elegiría para radicar en caso de establecerse “algún día”.

Angélica es uruapense, con estudios en Comunicación pero con una vocación bien definida por la música, la prueba son cuatro discos grabados, como intérprete y con canciones de su autoría. Durante su estancia en Bacalar, en el 2020, escribió La sirena y el gitano, inspirada en una banda de música balcánica de la Ciudad de México, Tlazolteótl Orkestra, que “la hicieron vibrar desde lo más profundo de su memoria genética y la impulsaron a retomar la escritura”, se indica en sus datos de autora en la primera edición publicada por Manglar.   

«Definitivamente soy una persona nueva. He atravesado muchísimos procesos de renacimiento durante esta década de mi vida, he vivido en al menos diez lugares diferentes desde que salí de Morelia en el 2010 y visitado muchísimos más, y cada ciudad o pueblo en el que he estado me han dejado nuevas experiencias. Una de las cosas que más ha cambiado ha sido mi enfoque, antes lo único que buscaba era viajar y conocer lugares nuevos y la música era sólo un medio para hacerlo. Ahora tengo una misión mucho más clara, he ido descubriendo más mi camino como mujer medicina y entendiendo qué es lo que quiero aportar con mis canciones y mis libros”, señala ante la pregunta sobre los aprendizajes en el camino.»

-Siempre cerca del agua, del mar, de los lagos… ¿Eres la sirena de tu relato?

«Sí, totalmente. Desde niña fui muy acuática, y desde que comenzó mi viaje se ha desarrollado mucho más mi pasión por los deportes acuáticos, la natación, el dolphin contact dance y la terapia Janzu, un masaje que se da dentro del agua. Esto último ha sido uno de mis principales trabajos en los últimos años, así que ahora puedo decir que soy una Sirena Profesional.»

-Literatura, música, enamorarte de los lugares en que andas, ¿qué es prioridad para ti o cómo van uniéndose estos intereses?

«Mi prioridad es mi camino espiritual y mi misión como mujer medicina, que principalmente he desarrollado a través del canto, pero que intento desarrollar en cada cosa que hago. Además de cantante y escritora, también he sido una ecologista empedernida en algunos momentos de mi vida, y creo que es parte de lo mismo, buscar aportar algo bonito a cada persona o lugar que toco.»

-¿Alguna vez pensaste en la Angélica que ahora eres?

«Sí, desde niña supe que quería dedicarme a cantar, siempre soñé con tener una vida donde estuviera en contacto con la naturaleza, viajar por todo el mundo y dedicarme a la espiritualidad. Creo que soy la mujer que siempre quise ser, y trato de seguir creciendo y evolucionando todo el tiempo. Pienso mucho en la Angélica que quiero ser en el futuro y cada día trato de dar pasos que me acerquen a convertirme en ella.»

-¿Cómo puedes calificar a la gente, no sé si decir al pueblo, que te has cruzado en tus andares, qué valores o desvalores has encontrado?

«Me ha gustado vivir en pueblos pequeños donde vive mucha gente de otras partes, como Real de Catorce, Bacalar o San Marcos la Laguna, porque los foráneos nos enamoramos de una manera distinta de estos lugares, valoramos los tesoros naturales de una forma que los locales a veces no pueden entender. Esto a veces genera una brecha o rechazo hacia la gente de fuera, sobre todo cuando se empiezan a hacer esfuerzos en cuestión ecológica. Pero me gusta poder aportar a la visión de estas personas locales y con suerte ayudar a que entiendan la importancia de preservar la naturaleza, y apreciar la suerte que tienen de vivir en entornos mucho más saludables que una ciudad.»

-Tu disco, grabado en Guatemala, ¿es una evolución, una secuencia o consecuencia de tus trabajos anteriores, le apuestas más en este último a ser intérprete más que compositora o por dónde lo ubicarías?

«Primeros auxilios´ es mi cuarto disco ya y es un proyecto que sigue en marcha. Me fui a Lago Atitlán Guatemala a producirlo y por ahora sólo están listos los primeros dos sencillos, uno de ellos es una canción de mi autoría y la otra es un tema de Darwin Grajales que aprendí en mi primera ceremonia de Ayahuasca. Mi intención es que lo conformen 13 canciones medicina, algunas mías y algunos covers, y me encantaría colaborar con los autores de estas canciones que han marcado mi vida.»

-¿Te complace más en lo técnico, lo ves más elaborado?

«Sí, le he metido mucha más inversión de tiempo, dinero y energía a la producción, y al menos estos primeros dos sencillos me tienen muy satisfecha. Planeo colaborar con distintos músicos de todo el mundo para las siguientes canciones.»

-De Gogol Bordello a tus experiencias melómanas, ¿qué músicos o músicas te acompañan en estos días y cuáles te siguen sonando?

«Me sigue gustando mucho la música balkan, pero principalmente ahora escucho indie, y música medicina. Me encanta una cantautora sueca que se llama Fia, mi paisano moreliano Nanuq, Jorge Drexler, una banda que acabo de descubrir que se llama The Villagers y pues sigo con mis favoritos, Depeche Mode, Coldplay, Soda Stereo, The Kooks, etc.»

-¿Te ves a futuro anclada en algún lugar o siempre en el camino?

«Me cuesta mucho pensar a futuro, y lo más probable es que siga siendo nómada hasta que me muera, pero si llegara a establecerme en algún lugar sería en Bacalar o en Lago Atitlán, Guatemala.»

-¿Qué imagen te remite el pensar en Michoacán?

«Comida deliciosa, clima perfecto, cultura, tradición… amo mucho a Michoacán.»

Los links para encontrar mi música en Spotify son:

Y en Youtube.



Raúl López Téllez

Periodista.

Loading

También le venimos ofreciendo:

Danos tu opinión: